Con 'Sandy' como bandera, Obama y Romney pisan el acelerador a cinco días del desenlace en las urnas
¿Alguien se atreve a dudar de la suculenta tajada política que ambos candidatos a la presidencia de los Estados Unidos le sacarán al huracán Sandy en este tramo final de la campaña? Tras una pausa de cuatro días por el evento meteorológico, el presidente Barack Obama reanuda este jueves sus actos proselitistas con una gira por los estados clave de Wisconsin, Nevada y Colorado, mientras su rival republicano, Mitt Romney, visitará Virginia en lo que analistas consideran el ahora o nunca hacia las elecciones del próximo martes 6 de noviembre.
Los contendientes políticos han pisado el acelerador a fondo, a escasos cinco días de unos comicios generales marcados por las tareas de limpieza y reconstrucción tras el devastador paso de "Sandy" por la costa Este del país, donde cobró al menos medio centenar de víctimas y pérdidas económicas cuyo monto podrían significarle a la nación del Norte seis décimas de su Producto Interno Bruto.
Obama participará hoy en actos electorales en Green Bay (Wisconsin), el norte de Las Vegas (Nevada), y Boulder (Colorado), en ese orden, en los que "continuará delineando su plan para empujar a EEUU hacia adelante", mas ahora que buena parte del país ha caído en desgracia por las veleidades de una tormenta.
La gira se producirá en vísperas de que el Gobierno publique el informe de desempleo de octubre, el último antes de que los votantes emitan su veredicto en las urnas, pendientes como están de la tasa actual de parados, topada en 7,8% de la población económicamente activa.
Pero comoquiera que la economía y la creación de empleos siguen siendo uno de los temas cruciales de la contienda, la previsible apertura de plazas con respaldo de fondos federales para encarar las ineludibles faenas de recuperación tras el azote de "Sandy" podría ser esgrimida por el actual mandatario como una carta a la vista y visos de as de espada frente a su rival.
Romney, por su parte, realizará otra visita a Virginia, un estado con gran peso en el Colegio Electoral y donde, antes de la llegada de "Sandy", él y Obama estaban empatados, según una encuesta de la cadena televisiva CBS. Sus repetidas visitas a Virginia forman parte de una compleja estrategia geopolítica en busca del voto de los indecisos.
No obstante, el cocido electoral se definirá, según expertos, en el paréntesis abierto para atender la emergencia nacional que afectó a unos 50 millones de estadounidenses en el Este del país, hito que sin dudas le brinda el mayor rédito al actual inquilino de la Casa Blanca, quien investido de su condición de comandante en jefe para situaciones de emergencia, se arrogó -como le correspondía- todas las prerrogativas inherentes a ese cargo.
Allan Lichtman, profesor de Ciencias Políticas en la American University, dice que "la respuesta del presidente Obama ha sido excelente. Ha evitado errores y ha respondido de forma pronta y eficaz a las dificultades de las personas".
A la aguda vista del experto no escapó un detalle que de seguro tampoco pasará inadvertido a los estadounidenses. Y es que por lo que Lichtman dio en llamar el "efecto Sandy" en la contienda, el inquilino de la Casa Blanca se ganó incluso los elogios de Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey, un respetable adversario político, no de gratis designado como orador principal durante la Convención Nacional Republicana que concedió a Romney la candidatura del partido.
Según una encuesta conjunta del diario The Washington Post y la cadena televisiva ABC, cerca del 80% de los estadounidenses califica la respuesta de Obama a "Sandy" como buena.
Lichtman coincidió con otros analistas en que la actuación frente al evento meteorológico dejó claro un argumento expuesto por Obama a lo largo de la contienda: que el Gobierno sí funciona y es necesario.
Según el director de la campaña de reelección de Obama, Jim Messina, el mandatario tiene de su lado "la aritmética", y Romney sólo busca "vender la falsa ilusión" de que él lleva la delantera.
Preguntado por los periodistas sobre el manejo de Obama del ciclón, Kevin Madden, un asesor de alto rango de Romney replicó: "Creo que la respuesta sigue en curso, así es que no estoy en condiciones de calificar la respuesta del Gobierno federal".
Pero Sharon J. Castillo, consultora de Romney, expresó entusiasmo por el "ímpetu" de la campaña y aseguró que, en adelante, la estrategia será "trabajar como si fuera el primer día (...), para llevar su mensaje sobre la recuperación económica y lo que hará desde su primer día como presidente".
"Todo indica que el mensaje (de Romney) está teniendo un impacto positivo, comenzando con los 30 diarios que en 2008 apoyaron al presidente Obama y ahora respaldan" a Romney, dijo Castillo.
La clave para ambos contendientes estará en la evolución de la respuesta a la "supertormenta" que algunos ya han denominado como la llamada "sorpresa de Octubre".
Según las autoridades, alrededor de 5,9 millones de estadounidenses aún están sin suministro eléctrico, en zonas donde el empleo de esa energía es vital para encarar el invierno que se le viene encima a los Estados Unidos.
Testimonios de vecinos de edificios altos de Nueva York daban cuenta del caos que se vive, en una suerte de "infierno en las torres", pues cuando alguien es impelido por la necesidad a salir a la calle, debe tomar las escaleras y ya eso de por sí representa riesgos de todo tipo. Además, los pronósticos meteorológicos barajan una caída de temperatura hasta los cinco grados, de ahí la urgencia de reponer cuanto antes el servicio eléctrico para alimentar la calefacción.
Al visitar el miércoles la zona afectada en Nueva Jersey, Obama recalcó que la "máxima prioridad" de su Gobierno es restablecer el suministro de energía y ayudar a los damnificados.
En las postrimerías de la contienda, tanto Obama como Romney y sus respectivos compañeros de fórmula, además de partidarios de sus campañas, continuarán el último empujón en los estados definitorios para el próximo martes, incluyendo Ohio, Nevada, Florida y Colorado.
Mañana viernes, por ejemplo, Obama dará discursos en eventos comunitarios en Halliard, Springfield y Lima, Ohio, repitiendo su promesa de la defensa de la clase media y su plan para crear empleos.
Ese día Romney también estará en Ohio, con un denominado "evento de victoria" en la localidad de Etna, y el sábado lo hará en Nuevo Hampshire.
No hay duda alguna: la "Frankestorm", como apodaron en los medios al evento meteorológico, es maldecida por millones de estadounidenses que aún sufren sus secuelas. Pero vista a la luz de la campaña, a los ojos de los dos individuos que ahora mismo disputan el tramo final de la desenfrenada carrera presidencial, ha venido a ser una suerte de maná caído del cielo, el elemento que según cada cual le pueda y sepa "exprimir el zumo" político, podría marcar la diferencia en una final que a mi modo de ver será de fotofinish pero favorecerá por una cabeza al candidato demócrata.
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