Aun cuando Estados Unidos ampara de forma pública y notoria, y además apoya con fondos y armas a grupos violentos que actúan para desestabilizar gobiernos en todos los puntos cardinales del planeta, el Departamento de Estado divulgó hoy su listado anual de los países que considera patrocinadores de terrorismo.
El polémico informe, relativo a 2012, señala a varias naciones porque supuestamente refugian a individuos vinculados con formaciones radicales y también incluye a 51 organizaciones extranjeras.
Pese al creciente rechazo a nivel internacional, Estados Unidos mantuvo a Cuba en esa lista, aunque reconoció una vez más que no existen indicaciones de que las autoridades de La Habana proporcionan armas o entrenamiento paramilitar a grupos terroristas.
A Irán lo acusa de supuestos intentos de atentado a la India, Tailandia, Georgia y Kenya el año pasado, así como de entregar apoyo financiero, material y logístico a formaciones del Medio Oriente y Asia Central.
Sobre Siria, el texto menciona que el presidente Bashar al-Assad "siguió expresando apoyo público a grupos terroristas palestinos como elementos de la resistencia contra Israel", mientras a Sudán lo califica de base logística y punto de tránsito de extremistas violentos que operan en Mali y Afganistán.
Desde diciembre de 1979 el Departamento norteamericano de Estado emite cada año esa lista negra. Aparecer en ella implica que los países señalados son objeto de sanciones económicas como la vigilancia de las exportaciones, restricciones en la ayuda financiera y el bloqueo de créditos en instituciones bancarias.
En el colmo del cinismo, la inmoralidad y la aplicación de dobles raseros, funcionarios estadounidenses han admitido que Washington es uno de los principales proveedores de municiones y dinero a la oposición armada de Siria y a los rebeldes involucrados en el conflicto de Mali y Libia.
- Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores (para acceder, pinche aquí)
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