En su patio, el líder Pinar del Río (33 puntos) saldrá a por todas frente a los Marineros del Cienfuegos (26) con tal de ganar la tranquilidad de saberse asegurado para la discusión de medallas. Para ello necesita vencer o empatar, pues incluso con 34 puntos sería ya inalcanzable para los sureños, que en dependencia de otros resultados podrían o no tener vida aún, según los dictados de la probabilística.
Para este choque de la antepenúltima fecha de la fase Clausura, los vueltabajeros, que como locales pierden 4 de 11 (contra 1 de 7 en calidad de visitantes), apuestan a las mañas de sus hombres más experimentados, el veterano José Ciprián Alfonso y Yoerlandy Puente, suerte de columnas en cuyo alrededor el técnico Pablo Elier Sánchez debió construir, desde cero, este Pinar del Río de nuevo rostro luego del desgaje de todos los municipios del extremo Este de ese occidental territorio cedidos a la nueva provincia de Artemisa, justamente aquellos que concentraban, además de la infraestructura futbolística, el potencial de atletas vinculados a la selección pativerde.
Por su parte, la tropa bajo las riendas del controvertido Liosbel Lara deberá escribir nueva historia contra lo que dicen las estadísticas oficiales y ganar su primer partido en la carretera para mantener viva la aspiración de seguir dando pelea por el boleto. Sus muchachos lo saben y en cada mitin lo reiteran con su grito de guerra antes de cada partido, cuando reunidos en círculos y tomados de las manos se animan al coro de ¡Ganar, Ganar y Ganar!
Los Marineros suman foja de tres empates y cuatro reveses fuera de sus predios, de ahi que la preparación técnico táctica, pero en especial la sicológica haya estado anfilada a solventar esa, una asignatura pendiente en el equipo.
Si tal como lo saben hacer se logra una efectiva labor de hombres como Enrique Villaurrutia, y Reinier Cerdeira, lo mismo en el control de mitad de cancha como para servirles balones a la punta, el local podría pasar su sofocón frente a hábiles jugadores como Gabriel Villa o el propio Alaín Solís, cuya demorada incorporación al equipo tras una lesión de tobillo, supongo tuviera que ver con darle todo el tiempo del mundo para recuperarse y estar listo en esta recta final decisoria.
Verdadera lástima que no pueda estar para el choque el hacendoso Diosney "Coky" Pez, a quien razones en las cuales se conjugan obligaciones laborales con imperativos para su economía personal le impiden viajar con su gente.
Interesante ese duelo en el que reitero, si gana Pinar sería el primer semifinalista, aunque si ello ocurre lo más seguro es que detrás lo haga también el subcampeón doméstico Camagüey, que dueño de 31 unidades en la tabla debe ganarle al sotanero Holguín, cuando lo reciba en su cuartel general, la cancha Patricio Lumumba aledaña al estadio Cándido González. De suceder así, los agramontinos también asegurarían su presencia en la fiesta de las medallas, donde el técnico Armando Cruz tiene fijada la meta de mejorar el color de la plata de 2012.
No obstante, insisto, todos esos cálculos pasan por una derrota de Cienfuegos, por mucho el equipo de mejores números en las últimas cinco fechas, con igual cantidad de victorias al hilo.
Un sexto triunfo sureño podría atizar aún más la porfía por ese cuarto tícket fijado también en las bitácoras de La Habana (28) y el monarca exponente Villa Clara (27 y un juego suspendido contra Holguín).
Porque comoquiera que capitalinos y villaclareños se miden -y no precisamente en calidad de sastres- en Zulueta, resulta entonces que aquel choque se torna de vida o muerte, en especial para la visita.
El caso de una hipotética victoria cienfueguera en la Facultad de Cultura Física Nancy Uranga provocaría que el perdedor caiga a la quinta plaza, fuera de la zona de clasificación a semifinales.
En el otro partido de este miércoles Guantánamo (17) será anfitrión de Ciego de Ávila (18) en la cancha Rogelio Palacios.
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