"Es una doble moral intolerable. El orden mundial no solo es injusto, es inmoral. Los dobles estándares cunden por doquier", señaló Correa, refiriéndose a la falta de reacción mediática en torno al escándalo generado por las revelaciones de Edward Snowden acerca del espionaje internacional que EEUU llevaba a cabo.
"Imagínese por un instante si Rusia hubiera hecho el espionaje, si Cuba hubiera hecho el espionaje. ¿Qué sucedería en los actuales momentos? Todos los días bombardeos de esas máquinas de destrucción masiva de la verdad, que son los medios de comunicación capitalistas, haciendo pedazos al Gobierno ruso, pedazos al Gobierno cubano", agregó el mandatario desde Cuba, donde participó en la II Cumbre de la Celac.
Correa enfatizó que el espionaje lo hizo EEUU y que no ha pasado "absolutamente nada", excepto que se "flexibilizó la política de espionaje de EEUU y ahora dicen que a los aliados les van a avisar cuando los vayan a espiar, pero a los que no son aliados, esos sí nos espían todos los días, entonces es intolerable, pero ¿Quién le pone el cascabel al gato?", se preguntó el mandatario.
Al referirse a Cuba, Correa afirmó que es "emblemático que Cuba haya presidido la Celac", sobre todo teniendo en cuenta que la isla estuvo excluida injustamente, intolerablemente, décadas de la OEA por imposición de EEUU". El hecho de que Cuba ahora presida un organismo como la Celac es "un signo de cambio de época, de nuevos tiempos que vive nuestra América, de justicia, de dignidad, de liberación, de no tolerar más neocolonialismos", puntualizó el presidente.
"Cuba es un país pequeño pero inmenso de dignidad que ha resistido medio siglo un bloqueo criminal injusto, ilegítimo, que atenta contra toda la carta fundacional de la OEA, contra el derecho internacional, contra los derechos humanos".
"Es tremendamente significativo y satisfactorio, es ajustar cuentas con la historia para los latinoamericanos que Cuba haya presidido la Celac durante este año y eso es lo que significa para Latinoamérica Cuba, dignidad, resistencia, soberanía", apuntó Correa.
Al preguntarle sobre la viabilidad de la aplicación del socialismo escandinavo en Latinoamérica, la respuesta de Correa fue contundente. "Por supuesto, y creo que nuestros procesos se parecen mucho a eso. El socialismo tradicional negaba el mercado, negaba la propiedad privada, y vemos que eso es imposible, insistir en aquello sería tozudez y vanidad".
"El mercado es una realidad, como economista se lo digo, pero una cosa es que el mercado domine a las sociedades y otra que la sociedad domine al mercado, y ese es el desafío", dijo Correa.
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