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miércoles, 19 de febrero de 2014

Paños tibios NO resuelven problemas

La secuencia de imágenes de la arremetida de Demis Valdés contra Freddy Asiel Álvarez resultaría evidencia sobrada ante cualquier tribunal para enjuiciar al matancero por agresión y lesiones.
A propósito de las medidas disciplinarias adoptadas por la Dirección Nacional de Béisbol luego del bochornoso incidente de anoche en el estadio Victoria de Girón, de Matanzas

Si las anunciadas medidas de la Dirección Nacional de béisbol (DNB) "son la clara advertencia de que ante hechos similares... se actuará con la misma energía", no está lejano el día en que tengamos nuevos reality shows como el del lunes por la noche en el último juego de la subserie Matanzas-Villa Clara.
Cuando muchas personas de todas las latitudes, con la mayor sensatez del mundo, pedían una actuación severa, que para el caso del agresor matancero incluía su presentación de oficio ante los tribunales por agresión y lesiones, aparece la nota oficial del ente deportivo rezumando paternalismo por los cuatro costados.


1.- Suspender de la actual Serie Nacional al jugador del equipo de Villa Clara, Freddy Asiel Álvarez, por la actitud antideportiva adoptada, que marcó el suceso y en consideración de que se trata de un atleta perteneciente a la Selección Nacional y tiene la obligación de ser ejemplo para nuestros niños, jóvenes y pueblo en general.

¿Meditaron acaso cuántos juegos le restan a este serie? Si las matemáticas no fallan, resultan apenas 27 partidos del calendario oficial más los de play offs para  los equipos ganadores del boleto a postemporada. Después de ese término Freddy Asiel estaría disponible para cualquier evento, lo cual supone una contradicción con la alegada agravante de su condición como atleta del equipo Cuba.

3.- Suspender por un año de todo evento oficial calendariado por el INDER al jugador de Matanzas, Demis Valdés Galarraga, por su actitud totalmente incompatible con los principios del deporte cubano. Su reincorporación estará condicionada al comportamiento que mantenga en lo adelante.

La pregunta en este caso es bien sencilla. Por qué demorar 24 horas para dictar el veredicto, si con el involucrado que mayor análisis se supone debieron realizar han aplicado al pie de la letra, sin poner ni quitar ni una coma, lo estipulado por el  punto No. 6 de las orientaciones a los árbitros, contenidas en el Artículo No. 9.- Reglas y arbitraje del Reglamento Oficial de la 53 Serie Nacional de Béisbol, que establece: "Cualquier atleta o miembro de un equipo que agreda a cualquier participante en un juego con algún implemento en las manos, será expulsado definitivamente de la competencia".
Demasiado ambiguos los términos. La aplicación de una expulsión definitiva sería, como esperaba la mayoría de quienes vieron en directo, o luego tuvieron la oportunidad de acceder en las redes sociales a fotos y vídeo del lamentable suceso, que Demis Valdés no pudiera nunca más pisar un terreno de béisbol como atleta. En su caso la "competencia" resultará lo que resta de la 53 Serie -que como ya vimos es poco- y la fase clasificatoria más un tercio de la venidera... y a jugar de nuevo, que aquí no pasó nada.
Las únicas disposiciones razonables de la nota firmada este martes 18 de febrero de 2014 por la Dirección Nacional de Béisbol son las relacionada con su puntos 2 y 4, referidas a la separación definitiva de esta 53 Serie del árbitro Osvaldo de Paula Arias Lazo y las amonestaciones a los a los Supervisores (Comisarios Técnicos), al Jefe de Grupo y al resto del equipo arbitral por no advertir al principal sobre la adopción de las medidas preventivas correspondientes y que hubiesen evitado el desagradable incidente cuya repercusión le ha dado la vuelta al planeta.
Y para el caso de De Paula, vetado ya por otro incidente en la pasada postemporada, conste me queda la duda de si se aplicó con todo el rigor debido lo estipulado en el punto 6 del Artículo No. 14, que establece que la Comisión Disciplinaria, presidida por José A. Castillo Macías e integrada además por Rodolfo Puente Zamora, Teodoro Pérez Martineaud, Jesús Barroso Gutiérrez y Ventura Fraga Núñez, "no debe ser tolerante con los errores o indisciplinas, ni inclemente ante faltas o errores leves, aunque debe ser fuerte con las reincidencias".
Para la presente temporada, en un intento por disminuir incidentes de este tipo durante los juegos, la DNB decidió reglamentar la imposición de multas de 200 pesos a los jugadores que resulten expulsados de los partidos, en aras de reducir el número de indisciplinas, un objetivo distante de su loable propósito y reafirmador de la existencia de un ambiente de agresividad en los terrenos beisboleros.
De manera que si de verdad la DNB quiere hacer honores al respeto que merecen nuestro pueblo y nuestro deporte, debía despojarse de todas estos lastres que aún impregnan de paternalismo sus decisiones, desde aquella oportunidad en que, con mano también en extremo suave, resolvieron el primero de los más graves incidentes en nuestros estadios, cuando en el "José Antonio Huelga" y en lance parecido al de anoche, el 28 de febrero de 2010 el receptor industrialista Lisbán Correa corrió bate en mano a agredir al pitcher espirituano Yasniel Sosa.
Seamos realistas. O se corta el mal de raíz o viviremos lamentando situaciones análogas en los tiempos por venir.

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