Regreso a casa luego de cinco días extrañandolos a ustedes y el ajetreo del blog. Como dice el estribillo de uno de los populares números del Tren de la música cubana, Llegué, llegué..., agotado por el viaje de traslado hasta este rinconcito desde la capital del país, pero loco por sentarme delante del teclado a darles cuenta del retorno prometido.
Y vaya si ocurren cosas en el lapso brevísimo de cinco días: sigue caldeado el panorama en Ucrania y se cumplió la decisión soberana de Crimea y Sebastopol de sumarse a la Federación Rusa; continúa desaparecido como por artes de magia un avión en cuya búsqueda internacional participan casi una treintena de países; Venezuela mantiene a pie firme su resistencia ante la embestida mediática y de los grupos violentos; suben de tono los ardores de nuestro pasatiempo nacional, que acaba de clasificar en apenas par de días, sumado este viernes, a dos de los semifinalistas; veleidosas esferas en un bombo deciden quienes se verán las caras en en los cuartos de final de la Champions League, por citar apenas algunos de los hechos noticiosos que ocuparon titulares del domingo 16 a esta fecha.
Reitero mis ofrecimientos de disculpa a aquellos que vinieron hasta el Fanal en busca de noticias y lo encontraron pestañeando en automático. Volvemos a la brega con las pilas cargadas y la agenda repleta de encomiendas.¡Qué bueno volver a compartir con todos!
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