Celebran Luis Suárez y Diego Godín, este último autor del gol que enterró a Italia. |
Ante casi 49 mil espectadores en el estadio Das Dunas, de Natal, el defensa uruguayo Diego Godín salvó el pellejo de Uruguay tras rematar un saque de esquina con un preciso cabezazo.
Ya para ese entonces los charrúas eran mayoría sobre la cancha, luego que el principal, el mexicano Marco Rodríguez, le sacara roja directa a Claudio Marchisio por su evidente y reiterada propensión al juego sucio. El No. 8 y centrocampista de la Juve se convirtió así en el primer italiano tarjeteado con pena máxima en un Mundial, desde que en 2006 Marcos Materazzi corriera igual suerte en un choque contra Australia.
Italia, que necesitaba solo un empate para clasificarse, presionó hasta el final y tuvo varias ocasiones de gol, pero desde el minuto 59 minutos quedó en desventaja cuando el árbitro mexicano Marco Rodríguez expulsó a Claudio Marchisio por clavar los tacos de su bota en la pierna a Egidio Arévalo Ríos.
El gol de Diego Godín, otro remate salvador como el que le dio la Liga al Atlético, culminó a la salida de un córner faltando apenas diez minutos para el final. Con él llegaba la recompensa para una celeste que pese a la victoria sufrida, hizo más méritos frente a una selección italiana disminuida en número y obligada a replegarse, en un partido que tal cual vaticinaron ambos preparadores, se jugó con dientes apretados, con muchos roces y cortes en el partido.
Los charrúas, ganadores del Mundial en Uruguay 1930, Brasil 1950 y cuartos en la pasada edición de Sudáfrica 2010, siguen en carrera y deberán enfrentarse el 28 de junio al líder del Grupo C, muy probablemente Colombia, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Por su parte, Italia, cuatro veces vencedora de la Copa del Mundo (Italia 1934, Francia 1938, España 1982 y Alemania 2006) y a la que el empate le bastaba para avanzar, se marcha a casa eliminada en primera ronda de un Mundial por segunda vez consecutiva, algo que no ocurría desde la década de los 60.
LA ASESINA TERMINA LIDER EN GRUPO DE LA MUERTE
En el otro partido del grupo, Costa Rica consolidó la sorpresa al empatar sin goles con Inglaterra, resultado que la convierte en depredadora de aquel que fuera calificado como "grupo de la muerte".
Con los ticos ya clasificados para octavos e Inglaterra fuera del Mundial, el partido en el estadio Mineirao, de Belo Horizonte, se presentaba como de puro trámite para ambos equipos, pero en juego estaban el honor de ambas selecciones y que los centroamericanos asegurasen su primer puesto en el Grupo D, objetivo que incluso perdiendo estaba al alcance de la mano. No de gratis las taquillas reportaron una asistencia de 57.823 espectadores.
Se podía esperar un choque sin ritmo y con pocas ocasiones, pero los dos equipos buscaron la victoria sin cesar en un encuentro lleno de buenos detalles en la primera parte. Desde el inicio los centroamericanos estuvieron mejor plantados en el campo y manejaron más el balón, pero con el paso de los minutos los ingleses fueron tomando protagonismo hasta el tramo final de los primeros 45 minutos, que tuvo solo un conjunto: Inglaterra, cuyos hombres llegaron hasta en tres ocasiones consecutivas a balón parado, pero en ninguna de ellas los remates fueron lo bastante certeros como para inquietar a Keylor Navas.
La segunda mitad comenzó con la inercia de la primera, dominio inglés y mayor posesión. Costa Rica lo intentaba a la contra pero no tenían la claridad de sus partidos anteriores. Con el paso de los minutos el partido fue bajando en intensidad y las ocasiones solo llegaban a balón parado.
Así los leones no fueron capaces de ganar ni un solo partido, con una selección cargada de nombres jóvenes y prometedores que no supieron salir a cazar.
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