Al intervenir en un seminario sobre gestión deportiva organizado por la FIFA en Río de Janeiro, Blatter dijo que su único sentimiento para con Brasil es de agradecimiento por haber aceptado organizar el Mundial y que no podía estar más feliz en este momento.
"Es lógico que aún faltan ocho partidos. Vamos a cruzar los dedos para que los otros tengan el mismo nivel y la misma atmósfera", afirmó el presidente de la FIFA al elogiar la calidad del fútbol exhibido hasta ahora en Brasil 2014.
"La prensa internacional ya está diciendo que nada salió mal. Todo está correcto. No voy a decir que perfecto porque nada es perfecto, pero los estadios están magníficos. Lo que fue construido es maravilloso", agregó el dirigente al referirse a las críticas que el Mundial recibió antes de comenzar por las obras atrasadas y las manifestaciones que amenazaban con sabotear el evento.
El presidente de la FIFA dijo que la llegada a octavos de final de equipos sin mucha tradición y la necesidad de que muchos partidos fueran definidos en tiempos suplementarios muestra que el nivel de fútbol tiende a emparejarse en todo el mundo.
"No hay más naciones dominantes en el fútbol. Eso se acabó. Están todos en el mismo nivel porque el nivel aumento", dijo.
Agregó que incluso países como China e India, en donde el fútbol no era tradicional, ya cuentan con ligas profesionales.
Igualmente se refirió a los récords de audiencia en televisión conseguidos por las transmisiones de los partidos en todo el mundo. "Nunca en el mundo una audiencia fue tan grande en la televisión. Nos deparamos con sorpresas todo el tiempo", afirmó.
El ministro brasileño de Deportes, Aldo Rebelo, aseguró en el mismo seminario que los incidentes hasta ahora registrados, como la invasión del Maracaná por un centenar de aficionados chilenos, han sido pequeños y resueltos sin mayores consecuencias para el espectáculo.
La buena evaluación parcial del Mundial hecha por Blatter coincidió con la realizada la víspera por el secretario general de la FIFA, Jérome Valcke, en una entrevista a una televisión brasileña.
"Creo que es el mejor Mundial en términos de fútbol. El nivel del fútbol está impresionante. Estamos en el país del fútbol, donde este deporte es más que una religión. Creo que Brasil está a camino de entregar todo lo que el mundo esperaba", dijo el secretario de la FIFA, quien protagonizó una polémica el año pasado al afirmar que Brasil merecía una patada en el trasero para agilizar las obras.
"Tuvimos pequeños problemas. Nada de importante. Surgieron algunos desafíos y muchas cosas tuvieron que ser mejoradas (después de los primeros partidos), pero superamos todo", agregó Valcke, quien tan sólo manifestó su preocupación por el elevado consumo de alcohol y admitió la posibilidad de revisar la norma sobre la venta de bebidas en los estadios.
Al mismo tiempo en que Blatter y Rebelo se pronunciaban en Río de Janeiro, un grupo de manifestantes, con carteles contra la FIFA, cuestionó las altas ganancias de la entidad y el poder que Brasil le concedió al organismo durante el Mundial.
La situación obligó al presidente de la FIFA a ingresar en el evento por una puerta lateral y protegido
por varios policías que alejaron también a la prensa. (EFE)
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