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miércoles, 6 de agosto de 2014

Hiroshima conmemoró el 69º aniversario del holocausto nuclear del 6/8/1945

Linternas de papel flotan en el río Motoyasu, frente al monumento por la Bomba Atómica en el parque Memorial de la Paz, en Hiroshima. /Foto: Toru Yamanaka (AFP)
Decenas de miles de personas se congregaron este miércoles en Hiroshima con motivo del 69º aniversario del lanzamiento de la primera bomba atómica de la Historia, que arrasó esa ciudad del oeste de Japón.
Algunos supervivientes, parientes de víctimas, responsables gubernamentales y delegaciones extranjeras permanecieron inmóviles a las 08H15 (23H15 GMT), cuando tocó una campana que daba la señal para guardar un minuto de silencio. A esa misma hora, el 6 de agosto de 1945, el bombardero estadounidense Enola Gay lanzó la bomba que transformó la ciudad en un infierno nuclear, un acto por el que Estados Unidos nunca ha ofrecido disculpas, como tampoco lo ha hecho por Nagasaki, bombardeada tres días después, el 9 de agosto. De hecho, ningún presidente estadounidense en ejercicio ha visitado nunca ninguna de estas dos ciudades.

En torno al memorial de la Paz en Hiroshima, y no lejos de la 'Cúpula de Genbaku', ruina emblemática del cataclismo coronada por un amasijo de hierros retorcidos por el calor nuclear, numerosas personas han venido a recogerse, rezar y depositar flores.
Unas 140.000 personas murieron en Hiroshima y otras 70.000 en Nagasaki inmediatamente o por la exposición a las radiaciones entre el momento del impacto de las bombas y el mes de diciembre siguiente. Estos dos ataques precipitaron la capitulación de Japón, a pesar de que los destinos de la Segunda Guerra Mundial ya se habían decidido con la rendición nazi al Ejército Rojo y las tropas aliadas en Berlín. De ahí que analistas consideren el atroz bombardeo nuclear como una demostración de fuerza de Estados Unidos al resto de las naciones beligerantes, en especial a su contrario político de entonces, la URSS.
Militante infatigable contra las armas nucleares, el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, invitó al presidente estadounidense, Barack Obama, "y a todos los dirigentes de naciones poseedoras del arma nuclear a visitar las ciudades de la bomba lo antes posible". "Si ustedes lo hacen, se convencerán de que las armas nucleares son el mal absoluto y no debe permitirse que existan", agregó.
El alcalde aprovechó para criticar al primer ministro japonés, Shinzo Abe, que a primeros de julio "reinterpretó" la Constitución pacifista del país para permitir que las fuerzas niponas participen en operaciones militares exteriores.
El artículo 9 de la Constitución de 1947 consagra el pacifismo de Japón y la renuncia "para siempre" a la guerra. "Nuestro Gobierno debería aceptar el hecho de que durante 69 años hemos evitado la guerra precisamente gracias al noble pacifismo de la Constitución", expresó Mazuo Matsui.
Sesenta y nueve años después del horror, muchos de los supervivientes del infierno -a los que en Japón se conoce como 'hibakusha'- se sienten culpables de estar vivos cuando tantos otros han muerto o no han podido testimoniar nunca sobre la crueldad de la guerra, recordó el alcalde. Además agregó que los que callaron durante tantos años, cargados con estos recuerdos terribles, empiezan a hablar al final de sus vidas. Como Shigeji Yonekura, de 81 años: "es triste ver año tras año desaparecer a mis amigos 'hibakusha' pero quiero seguir contando a los jóvenes mi experiencia terrible mientras pueda", dijo.
Por macabra coincidencia de la vida, este martes 5 de agosto fue enterrado Theodore van Kirk, el último miembro de la tripulación del bombardero Enola Gay, quien días atrás falleció apaciblemente a los 93 años. Dudo que lo haya hecho en paz con su conciencia.

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