El dibujante gráfico Quino sopla las velitas al lado del famoso personaje de su autoría, Mafalda, en Buenos Aires este 29 de setiembre de 2014. /Foto: AFP |
"Me conmueve mucho este homenaje", dijo Joaquín Lavado (Quino, 82 años), premio Príncipe de Asturias 2014, quien celebró el cumpleaños sentado en un banco de plaza donde brilla la escultura de la legendaria criatura que dejaba helados y mudos a los adultos con sus preguntas y ácidas reflexiones.
Con candor y agudeza, la niña señalaba la perplejidad frente al horror de las guerras, la injusticia y la hipocresía en las relaciones sociales.
Sin embargo, dijo apesadumbrado que no cree posible que el mundo pueda celebrar, como este lunes, otro medio siglo de uno de los cómics más famosos de la historia.
"Y esperamos que Mafalda viva 50 años más...", le dijo con simpatía el presentador del homenaje alrededor de la estatua de la pequeña genio de tinta y papel, pero el creador respondió con su proverbial escepticismo.
"Por el estado en que está el planeta, no creo que lleguemos muy lejos. Mafalda salió bien porque la época en que lo hice era buena, aunque había conflictos como siempre. El ser humano es quilombero (revoltoso) por naturaleza", dijo Quino.
Como parte de los agasajos por la media centuria de la graciosa niña, el dibujante presentó hace un mes la colección Mafalda para armar, destinada a las escuelas públicas de Argentina.
También ilustró una publicación para las escuelas sobre los Derechos del Niño, con una tirada de 2 millones 350 mil ejemplares en español y en siete lenguas de pueblos originarios.
A tal punto llega la veneración entre los argentinos por la niña irreverente e iconoclasta que forma parte de la Galería de Ídolos Populares de la Casa Rosada, el palacio de gobierno.
El personaje fue creado para una campaña publicitaria de electrodomésticos que finalmente nunca vio la luz, y luego reapareció publicado por primera vez el 29 de septiembre de 1964 en el semanario Primera Plana.
La tira pasó después al diario El Mundo hasta el 25 de junio de 1973. Las recopilaciones en libros fueron traducidos a 26 idiomas y sólo en Argentina se vendieron más de 20 millones de ejemplares.
Otro universo mafaldiano vive en los afiches, camisetas, bolsos, tarjetas, útiles escolares y todo tipo de productos que replican su imagen.
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