Darío Suárez. Foto: Raúl Pupo. Juventud Rebelde. |
Sí, porque mientras en rol de visitante Camagüey derrotaba 2-0 a Guantánamo en el estadio Rogelio Palacios durante la oncena fecha de competencias (goles de sus volantes Armando Coroneaux al minuto 59 -quinto de su cuenta en del torneo- y Dagoberto Quesada al 84'), aquí en el "Luis Pérez Lozano" a La Habana le bastaron par de minutos para una remontada épica faltándole a los locales apenas dos tercios de un partido que hasta ese momento del minuto 59, el instante de la igualada, dominaban a placer dictando autoridad y fútbol sobre la maltrecha cancha de Bonneval.
El marcador final, 2-1 para la visita, desdice lo sucedido en una primera mitad en que hubo de todo, pero en especial muchas oportunidades desperdiciadas por los Marineros para sentenciar el clásico antes del descanso. El ejemplo evidente, un gol de cabeza al minuto 36 del finalmente hombre del choque por Cienfuegos, Sandiel Díaz, quien en un gesto evidentemente involuntario y propio de su carácter hiperactivo y desequilibrante a pesar de sus 34 años, innecesariamente se ayudó con su mano izquierda para culminar la jugada, cuando en realidad solo le bastaba empujar a las redes el balón centrado por Alexei Carrazana, ante el desconcierto de un Vismel Castellanos al que el 11 de casa había burlado en hábil recorte de zurda. La "gracia" costó la anulación del gol y cartulina amarilla para el lancero Díaz Álvarez.
Pero cuatro minutos más tarde (40') la suerte recompensaría al profe que atiende el fútbol femenino en Cienfuegos con otra oportunidad. Esta vez Sandiel se lanzó en plancha para desviar con su testa la ruta de un centro desde el lateral derecho del internacional sub-20 Yendri Manuel Torres.
Y como antes les decía que hubo de todo, en el colmo de otro de sus arrebatos el impetuoso 9 cienfueguero saltó las bardas delimitadoras del terreno y subió a las gradas para festejar su segunda diana de la temporada, conducta que pudo sancionar el principal Marcos Brea, quien consciente de que con ello dejaba al anfitrión con diez hombres en la cancha, sólo atinó a reconvenirlo con una reprimenda razonable: "¡Tú estás loco!", se adivinó a la distancia por los gestos que le decía al todavía exultado Álvarez.
Y con la balanza 1-0 a favor, los Marineros se fueron a ese dique reparador de cansancio y agotamiento que es el intermedio de 15 minutos.
Mas el pecado de exceso de confianza y un cambio tempranero que le trastrocó totalmente el ritmo a los compases del choque (sobre el minuto 50 entró Yasniel Puig en sustitución para mi inexplicable de Issel Valero, un hombre que había puesto control y orden en la media cancha, además de mostrar lucimiento en la recuperación y reparto de balones por su banda), derivaron en una reanimación de los hasta entonces aturdidos muchachos del técnico de Dariem Diaz, que comenzaron a embotellar a los sureños en su último cuarto de cancha y en par de jugadas idénticas: penetraciones por el centro, cambio a la banda y centros desde el mismo lateral derecho, concluyeron en los goles de Eddy Sanamé, para el empate al 59’, y de la ventaja al 61', este de Pedro Darío Suárez.
Cuestionado sobre este vuelco en el juego de sus muchachos, un todavía incrédulo Carlos Francisco Cobas no atinaba a encontrar una explicación al desenlace. Me comentó que desde la banca indicaron hacer lo que tales casos recomiendan incluso los grandes del fútbol cuando se ven ante situaciones análogas: jugar al balonazo para alejar el peligro de la puerta. Pero los habaneros se robaron iniciativa y show y Cienfuegos terminó pagando cara la falta de resolución para salir de su "última milla" al precio que fuere necesario, incluso de forma desordenada, despejando con fuerza y llevando al rival a su terreno.
En definitivas no resultó, y Cienfuegos pasó del posible segundo peldaño al que pudo aspirar, a un rotundo quinto escalón, sobrepasado por Santiago de Cuba, que superó 1-0 al irreconocible Villa Clara.
Allá en la cancha del polideportivo Antonio Maceo Villa Clara continuó su inexplicable mal paso tras caer por quinta vez al hilo, ahora con gol del santiaguero Jorge Villalón al minuto 21, quien sumó su quinta diana de la campaña. Los indómitos llegaron a 15 puntos.
En otros resultados, Las Tunas superó 2-0 a La Isla, en El Rodeo, de Nueva Gerona, con goles de Hanner Agüero y Yadián Casa del Valle, en tanto Ciego de Ávila se impuso 3-2 a Sancti Spíritus, en Morón, con dos disparos de Sander Fernández que lo sitúan como líder goleador, con siete.
Tras esos resultados, y cuando al certamen le restan siete fechas, así van los equipos en la tabla:
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