Adela Dworin, presidenta de la Comunidad Hebrea cubana. |
“Estuvimos cerca de media hora con Gross, intercambiamos con él y lo encontramos en buen estado físico y de ánimo”, declaró a la Agencia Francesa de Prensa (AFP) Dworin, quien precisó que lo visitó el pasado viernes, luego de que las autoridades aceptaron un pedido de la Comunidad.
Gross, de 61 años, “me dijo sentirse muy bien. Ha bajado de peso, pero no está demacrado. Dispone de buena alimentación y cuidados médicos”, añadió la líder judía, quien le llevó platos tradicionales.
“Estamos celebrando la Pascua Judía y quisimos tener esa deferencia con él. Se emocionó muchísimo”, añadió Dworin, quien visitó a Gross “en el lugar donde está recluido”, en compañía del vicepresidente de la comunidad, David Prinstein.
Washington reconoce a Gross como empleado de una empresa subcontratada por la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID), del Departamento del Estado, pero afirma que ayudaba “a judíos en Cuba” a comunicarse con el exterior dándoles celulares y computadoras, aunque los representantes de esa comunidad lo negaron en múltiples oportunidades.
Las organizaciones de la comunidad judía cubana se benefician de material de comunicación adecuado y en abundancia, a menudo proveído por organizaciones judías internacionales legítimas.
Gross, que según Dworin no vestía uniforme de recluso, fue arrestado hace 16 meses y condenado el pasado 12 de marzo por un tribunal de La Habana, acusado de delitos contra la seguridad del Estado, la independencia o integridad territorial.
Cuba denuncia regularmente que Estados Unidos invierte anualmente millones de dólares en operaciones de inteligencia y de subversión en Cuba, a menudo con la complicidad de la USAID. Sólo en el período 2007-2010 las administraciones estadounidenses destinaron a tales fines 94 millones 250 mil dólares, cifra que ya para el próximo año 2012 debe sumar 62 millones.
Recientes revelaciones de materiales documentales han presentado testimonios de agentes cubanos infiltrados que han demostrado cómo funcionan tales mecanismos de ingerencia.
Los abogados de Gross ya presentaron un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo, según dijo a la prensa el pasado sábado el presidente de esa instancia judicial, Rubén Remigio Ferro.
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