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martes, 24 de mayo de 2011

Reveladoras estadísticas del FBI: Un arma de fuego por cada estadounidense

Según el documentalista Michael Moore, la idea de portar armas
es inculcada desde la infancia por influencia paterna.
Héctor R. Castillo Toledo

Estadísticas aportadas por el Buró Federal de Investigaciones (FBI), revelan que la población estadounidense está armada hasta los dientes. La correlación apunta a un arma de fuego por cada residente en la Unión de las barras y las estrellas, lo cual quiere decir que más de 200 millones de armas de fuego están legalmente en manos de civiles, aunque distribuidas de modo desigual, como se verá más adelante.
En el vecino país del Norte la mayoría de los 50 estados norteamericanos respalda totalmente la Segunda Enmienda de la Constitución, que garantiza el derecho a poseer y portar armas de fuego.

Sólo el año pasado unos 14 millones de personas llenaron el formulario requerido para adquirir un arma de fuego, de lo cual se infiere que la industria armamentista, uno de los pilares de la economía estadounidense, esté lejos de verse afectada por la crisis. Por el contrario, se espera que en el año en curso registre un crecimiento del 12 por ciento, mientras los fabricantes de armas más importantes del país reportaron en 2010 un aumento en sus ventas del orden del 25 por ciento.
En total, más de 180.000 puestos de trabajo a nivel nacional dependen de ese sector. Por otro lado, el hecho de que el país se esté armando tanto y en tan poco tiempo preocupa a diversos grupos sociales que apelan a un control más estricto en la venta de armas, postura que encuentra acérrimo contrario en la Asociación Nacional del Rifle (NRA por su acrónimo en inglés  de National Rifle Association), fundada en Nueva York en 1871 y poseedora de una red de aproximadamente 4 millones de socios
Violence Policy Center, organización que aboga por el control de las armas, informó que sólo un 32 por ciento de los estadounidenses reconoció tener un arma de fuego en 2010, una caída desde el 54 por ciento del año 1977. La cifra evidencia de manera bien ilustrativa el modo en que crece el número de armas en manos de unos cuantos, según la organización.
El debate sobre las venta de armas de fuego a cualquier ciudadano, excepto a enfermos mentales y personas con antecedentes penales, se agudiza en el país cada vez que ocurren incidentes como el de Tucson en enero pasado o el del Instituto Tecnológico de Virginia en 2007.
Sarah Palin, controvertida figura política y
cabeza visible del movimiento de ultraderecha
Tea Party, es fiel defensora de la tenencia y
portación de armas de fuego.
Basado en el trágico tiroteo que tuvo lugar el 20 de abril de 1999 en el Columbine High School, del Condado de Jefferson, en Colorado, el reconocido documentalista Michael Moore dirigió y produjo Bowling for Columbine, ganador del premio Oscar 2002 en su categoría. En la pieza el director aborda varios temas, entre ellos la violencia en las escuelas estadounidenses, el uso de armas por parte de civiles y la "Teoría del miedo". Según el documentalista, los ciudadanos estadounidenses viven absortos en un estado de neurosis causada principalmente por los medios de comunicación. El material enfatiza en el hecho de que la única salida que encuentra la mayoría de la población sea la posesión de armas de todo tipo, y que su comercialización sea tan natural que cualquier persona pueda adquirirlas en un supermercado.
Sin embargo, los argumentos a favor del pretendido derecho de autodefensa tienden a ser más fuertes, allanando hasta las limitantes que pudieran impedir a que un estadounidense común en mayoría de edad pueda adquirir, incluso, fusiles de asalto y otros medios de uso militar.
El fenómeno ha dado lugar al florecimiento de un próspero negocio de contrabando de armas por drogas en la zona de la frontera con México, motivo a su vez de una desenfrenada espiral de violencia derivada del encuentro entre cárteles por el control de las rutas del narcotráfico.
Un estudio publicado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de México apunta que Estados Unidos, el país más rico del mundo ocupa el primer lugar en todas las categorías de tasas de violencia por armas de fuego, superando en varias veces las correspondientes al resto de los países industrializados involucrados en el análisis.
La tasa de muertes con arma de fuego en los Estados Unidos (13.70) supera en más de tres veces la más cercana, que en este caso fue la de Canadá con 4.08. En cuanto a homicidios, el índice en EEUU (6.00) es diez veces mayor al de Canadá con una tasa de 0.602.
En relación con otros países, la diferencia alcanza notoriedad; por ejemplo en Japón, donde existen leyes estrictas en cuanto al uso y portación de armas, se observa que la proporción de muertes por arma de fuego es de aproximadamente una contra 196 en EEUU.
De igual modo, la repercusión económica de la violencia generada por el fenómeno en esos países es enorme.
En los Estados Unidos, el costo de la atención médica para la discapacidad prematura, muerte y lesiones por armas de fuego alcanzó los 126 mil millones de dólares en el año pico del período estudiado, aunque como promedio la cifra por tal concepto no baja de los 100 mil millones anuales. Lo curioso del asunto es que según el estimado, más del 80 por ciento de los costos del tratamiento y del cuidado recae en hombros de los contribuyentes estadounidenses.





Enlaces a las 12 restantes partes del documental, doblado al español:

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