En esa pose no se sabe a ciencia cierta si el presidente medita o en realidad reza a Dios. |
“Si Estados Unidos entra en default provocaría una gran crisis económica global”, advirtió en un discurso televisado anoche a toda la nación.
“Si seguimos en este camino, nuestra creciente deuda podría costarnos puestos de trabajo y causar serios daños a la economía”, dijo.
Informó que pidió tanto a los demócratas como a los republicanos que “tomen la responsabilidad” de abordar el desafío y resolverlo en pocos días.
Advirtió que la extensión temporaria de seis meses del techo de la deuda no resuelve el problema y tal vez no sea suficiente para evitar una baja de la calificación crediticia del país.
Destacó que aspira que sean los ciudadanos los que presionen a demócratas y republicanos para acabar con la incertidumbre causada por los desacuerdos con la oposición republicana.
Denunció la actitud de los republicanos en el debate sobre la deuda, que ha llevado el tema a un callejón sin salida “peligroso”, sin embargo, dijo que confía en que este bloque asuma un compromiso y se resuelva el problema.
El mandatario, que se dirigió a la nación desde la Casa Blanca para hablar sobre las estancadas negociaciones, se mostró confiado de que todavía “podemos alcanzar ese compromiso” y evitar así que Estados Unidos caiga en mora.
Estados Unidos agotará su capacidad crediticia y para pagar sus compromisos financieros después del 2 de agosto si para entonces no se logra un acuerdo que eleve el tope de deuda de la nación.
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