México y Cuba colaborarán para exploración petrolera en aguas profundas del Golfo

La Scarabeo 9 incorpora la última tecnología
para operaciones de perforación hasta 3.600
metros de profundidad. Aquí la plataforma de
6ta generación mientras era fabricada en China.

Israel Rodríguez (La Jornada)

Ante el inicio de perforaciones petroleras en el Golfo de México en aguas territoriales de Cuba, en el segundo semestre de este año, se plantea la necesidad de estrechar la colaboración entre el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) y el Centro de Investigaciones Petroleras de Cuba Petróleo (Cupet) para desarrollar investigaciones conjuntas en geología y geofísica petroleras, consideró Fluvio Ruiz Alarcón, consejero profesional independiente de Petróleos Mexicanos (Pemex).
De acuerdo con las autoridades cubanas del Ministerio de Industria Básica, y del mismo Cupet, la etapa de exploración en aguas profundas y ultraprofundas ha concluido y se tiene proyectado para el segundo semestre de 2011 empezar con la etapa de perforación.
Ellos se han mostrado muy optimistas al respecto y esperan en los próximos meses encontrarse con el valioso aceite que han estado esperando durante décadas y que les permita tener autosuficiencia energética.
De hecho, la llegada de la plataforma petrolera construida en China, Scarabeo 9 (con capacidad para perforar 3 mil 657 metros en aguas profundas) a las aguas cubanas del Golfo de México ha provocado que, en Washington, legisladores, principalmente cubano-estadunidenses, como Ileana Ros Lehtinen, presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, busquen presentar “iniciativas de ley” para “evitar” que el gobierno cubano inicie su programa de perforación en los mares del Golfo de México, con el argumento de que no les convence su estrategia para prevenir una catástrofe ecológica por derrame del crudo.
En ese punto, es de resaltarse el renovado afán de las autoridades cubanas para reactivar el convenio de cooperación suscrito en 1999 entre Pemex y Cupet para la ayuda mutua en caso de derrames de petróleo. Sin duda se trata de un asunto de interés recíproco puesto que cualquier accidente de magnitudes considerables en las aguas de Cuba podría tener repercusiones en nuestro territorio, reconoció Ruiz Alarcón.
“Esto nos lleva a plantear, en forma más amplia, la necesidad de estrechar la colaboración entre el Instituto Mexicano del Petróleo y el Centro de Investigaciones Petroleras de Cupet para desarrollar investigaciones conjuntas en geología y geofísica petroleras”.
Por su parte, Carlos Huerta, asesor del consejo de administración de Pemex, planteó que conformar cualquier tipo de colaboración en materia tecnológica, informática o de capacitación de recursos humanos entre ambos países, con toda certeza acarrearía beneficios a ambas naciones. “No olvidemos que, en buena medida, si Cuba ha optado por el camino de las asociaciones con empresas extranjeras, se debe al hecho de que puede enfrentar el bloqueo y las dificultades financieras derivadas del mismo, con su gran riqueza en recursos humanos”.
En particular en el tema petrolero, Cuba cuenta con varias generaciones de ingenieros petroleros, geólogos y geofísicos; sólidamente formados en diversos países del antiguo bloque socialista. Ello le permitirá asimilar sin grandes dificultades las nuevas tecnologías.
Llama la atención la parte norte, específicamente por la carretera de La Habana a Matanzas, donde puede observarse los desarrollos y puesta en producción de varios yacimientos en las cercanías de la costa en el llamado cinturón de crudos pesados.
La producción anual de Cuba desde 2002 y hasta la fecha oscila alrededor de los 80 mil barriles de petróleo crudo equivalente por día. Las características del aceite lo ubican en la categoría de pesados y extra pesados teniendo entre 7 y 19 grados API. En su mayoría se utiliza como combustible en las termoeléctricas para generar electricidad. Su consumo es de más del doble de su producción y prácticamente toda la importación de crudo proviene de Venezuela.