El Departamento de Defensa de los Estados Unidos anunció que el pasado mes de marzo sufrió un “ importante ataque cibernético” en el que al menos 24 mil de sus documentos confidenciales fueron desclasificados por hackers que presuntamente provenían de un contratista extranjero del Ejército.
La información fue reseñada por un comunicado, donde el máximo ente de Defensa de la nación norteamericana recalcó que esta ha sido “la mayor fuga de datos hasta la fecha”, y señaló que un Gobierno extranjero podría estar involucrado.
En el texto también se señala que parte del material robado trataba de lo que el Pentágono denomina sus “sistemas más sensibles”, entre ellos, “tecnologías de vigilancia, sistemas de comunicaciones satelitales y protocolos de seguridad de la red”.
Ante la gravedad de la situación, la institución afirmó que a partir de ahora serán intensificadas las tecnologías de defensa así como también se explicó que el Gobierno está dispuesto ha endurecer los ataques cibernéticos y de elevarlos a la categoría de muy graves.
En relación al hecho, el subsecretario de Defensa, William Lynn, afirmó que los miles de archivos confidenciales fueron robados de una red que tenía defensa a través de una única intromisión en el mes de marzo.
También comunicó que tenían sospechas del gobierno que podría haber sido el causante de la “intromisión”, aunque se limitó a no hacer más comentarios al respecto.
“El ataque fue parte de una campaña de los hackers contra el sistema de del Departamento de Defensa (…) que habían sido advertidos de que también trataban de explotar sus comunicaciones y sistemas de satélites”, comentó.
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