Sentir al Apóstol en el alma

Mirtha Luisa Acevedo Fonseca,
investigadora y martiana
cienfueguera merecedora del
premio Utilidad de la Virtud.

Melissa Cordero Novo

Reanimado el dolor, la mano ardiente, /
Y la vida latiéndome en la frente, / Pregúntale
 oh mi mal! a quien responda, / Dónde nace esta
fiera de la vida / Que pueda yo en su cuna / Pedir
cuenta a la bárbara fortuna / Y romperla
en el vientre en que se anida.

José Martí

Hay personas que no se olvidan aunque el tiempo pase demasiado rápido. Ellas quedan, para siempre, sembradas en los espíritus. Y uno tiene permitido honrar los recuerdos, refugiarse en ellos para vivir, otra vez, los instantes de Mirta, de una Emisora, que también fueron los instantes de todos. Hay personas, o instituciones, que el destino no debería tocar.
Pero cuando el tiempo grita, poco pueden hacer los mortales. Hay que arrodillarse a los pies de los ancestros y venerar el camino de las luces. Entender que las aguas corren, y se desparraman, para llegar al mar. Y en el mar se relaja la inmensidad de los espíritus, y están las aureolas poblando de corales los fondos, de algas las paredes, de estrellas los caracoles.
Hay mucha vida después de la calma, de los trabajos, de las horas de intrigas con las canas que no pueblan. A una mujer que ha sido sol, jamás se le apagan los rayos; ni deja de iluminar porque se nuble. Por eso, la estampa de Mirtha Luisa Acevedo Fonseca, sigue emanando destellos de luz. Y lo hará por mucho tiempo.
Y porque Martí y ella, y Mirtha, hace mucho tiempo que son un solo camino, la Junta Nacional de la Sociedad Cultural José Martí le otorgó su más alto reconocimiento, el premio Utilidad de la virtud. Por su estirpe de reina de ideas, por la genialidad de sus letras, por su empeño, por sus años dedicados al Apóstol, por sus desdenes y desmanes, por sus alegrías, sus glorias, y su tiempo… porque Mirtha Luisa Acevedo Fonseca no es partícula que danzará con el viento. No. Es raíz que perdurará, de pie, sobre la tierra.
Y desandando los mismos caminos, la Emisora Provincial Radio Ciudad del Mar, mereció también el reconocimiento de los martianos, en honor, además, al 75 aniversario de su creación. Martí se escuchó y se escucha, desde hace mucho tiempo, en los diales de esta estación que, asegura su portada sonora, puede oírse en el medio del Caribe.