El autoempleo recuperó la figura del granizadero en las calles cubanas. |
Cuando el verano se empeña en aumentar el bochorno y la necesidad de algo fresco guía los pasos del caminante, los pequeños expendios de granizado, con una oferta de múltiples sabores, representan oasis en medio del asfalto ardiente de la ciudad de Cienfuegos.
La referencia a esa mezcla de hielo rallado con esencias frutales fue recurrente durante la encuesta informal que realizó este corresponsal en las calles de la ciudad portuaria, 250 kilómetros al sudeste de La Habana, a fin de palpar la opinión pública acerca del autoempleo, conocido en Cuba como trabajo por cuenta propia, uno de actores presentes en el nuevo escenario económico de la Isla.
"El hecho de que el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista, publique reportajes sobre esta modalidad de utilización de la fuerza laboral es una señal de la importancia que le concede el Estado cubano dentro de la actualización del modelo económico", comentó Heriberto Rosales, quien llevaba la voz cantante un una peña de jubilados que debatían el tema con esa espontaneidad propia de los corrillos beisboleros.
Y en un alarde de buena memoria para sus 75 años, el ex mecánico industrial precisa que el 24 de septiembre del año anterior el principal diario del país publicó su opinión editorial acerca del tema, a tono con el anuncio realizado a inicios de agosto por el presidente cubano, Raúl Castro, de ampliar el ejercicio del trabajo por cuenta propia.
Aquel principio formulado por el estadista durante el resumen de las sesiones de la Asamblea Nacional (Parlamento) fue refrendado como política por el Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, a mediados de abril pasado.
En el número 158 del documento Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, sometido en forma de proyecto a una gran consulta popular primero y aprobado luego por el cónclave partidista, se convoca a: "Ampliar el trabajo en el sector no estatal, como una alternativa más de empleo, en dependencia de las nuevas formas organizativas de la producción y los servicios que se establezcan".
A fin de conocer el cumplimiento de ese precepto en la provincia de Cienfuegos, con poco más de 400 mil habitantes, una de las más pequeñas de la Isla, Prensa Latina dialogó con Leonel Alonso, subdirector de empleo en la delegación territorial del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
"El proceso de inscripción de trabajadores por cuenta propia (en lo adelante TCP) marcha de manera positiva, pues al finalizar julio las más de 9 mil 500 personas que sacaron licencia en nuestras oficinas duplican la cifra de octubre de 2010, y nos acerca a los 10 mil previstos para el final del presente año", valoró el funcionario.
Indicó que ese cómputo -un cinco por ciento de la fuerza laboral total del territorio- agrupa a quienes ejercen sus labores dentro del sistema del MTSS, el Ministerio del Transporte y el Instituto de la Vivienda (arrendadores) y exceptúa a los afiliados a la Asociación Cubana de Artesanos Artistas y el sector cooperativo en la agricultura.
Cerca de la mitad de las licencias otorgadas corresponden a personas sin vínculo laboral anterior y también es significativo el número quienes se empleaban en el sector estatal y los jubilados, mientras la elaboración y venta de alimentos (seguida por mensajeros y contratados -antiguo concepto de ayuda familiar), clasifican como las actividades con más TCP inscriptos.
Con 18 años en el mismo cargo ejecutivo, Alonso está en condiciones de comparar el actual momento con otro parecido que tuvo lugar a mediados de los 90.
Lo primero que destaca en su consideración apunta a la mayor flexibilización en las acciones a desarrollar por los TCP: "Existían 83 prohibiciones, entre ellas la necesidad de certificar mediante facturas todas las materias primas utilizadas, ahora tal exigencia se ha reducido al mínimo. Y de 21 actividades u oficios que no se podían ejercer, hoy quedaron en nueve (hasta que exista garantía de materias primas para ellos)".
También subrayó el hecho de que suman ya 81 las actividades económicas autorizadas a emplear trabajadores contratados, cuando en la anterior oportunidad solo lo podían hacer los dedicados a la elaboración de alimentos, y con limitantes como la de convivir en el propio núcleo familiar del empleador.
Otra de las ventajas actuales consiste en el derecho a la seguridad social y la licencia por maternidad que se le garantiza a todos los cubanos acogidos a esta forma de trabajo, añadió Alonso.
Los TCP pueden seleccionar su tasa de contribución a la seguridad social y además pagarla con carácter retroactivo, a fin de acumular más años para el expediente de la jubilación.
Pero hay más, en septiembre entrará en vigor una resolución jurídica que amplía esta apertura, como la elevación hasta 50 sillas la capacidad de los paladares (restaurantes) y, al propio tiempo, fija el impuesto por uso de la fuerza laboral solo para quienes empleen a más de cinco trabajadores.
Alonso destacó además que al titular de la licencia le está permitido (en los años noventas no) arrendar un local para desarrollar su trabajo, así como que en el 90 por ciento de las actividades los impuestos fueron rebajados a la cuota mínima.
Interrogado acerca de problemas que obstaculicen el proceso se refirió en primer término a la dificultad para adquirir materias primas, insumos y equipamiento, sobre todo por los actuales precios minoristas de esos bienes.
"Considero que ello restringe el hecho de que más trabajadores disponibles en sus empresas, en correspondencia con la política de reordenamiento laboral en el sector estatal de la economía, no se incorporen al TCP".
Al respecto mencionó el programa aprobado por el gobierno cubano, dotado de 130 millones de dólares, a fin de implementar un mercado mayorista que surtirá al sistema de autoempleo.
El funcionario del MTSS comentó que el TCP será un sector con importancia dentro del esquema económico nacional (sin menoscabar la preponderancia de la empresa estatal y el sistema de planificación socialista) y en su opinión amerita la realización de estudios socioculturales en ese ámbito.
Mencionó el ejemplo del trasporte público en esta capital provincial (beneficiado hace un año con un parque de 20 nuevos ómnibus gracias a un programa de desarrollo endógeno con colaboración de Venezuela), pero aún hay que contar aquí con una forma alternativa como son los coches con tracción animal.
Al final de la entrevista Alonso sacó a relucir un dato que a su juicio revela como se está comportando el proceso: "Casi 11 mil personas han acudido a nuestras oficinas desde septiembre de 2010 en busca de información y luego el 90 por ciento vino a solicitar su licencia. La gente está interesada en la actividad".
* El autor es corresponsal de la agencia Prensa Latina en la provincia de Cienfuegos.
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