Por vigésimo año consecutivo, el reclamo mundial por el cese del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba cobra fuerza en el plenario de la Asamblea General de Naciones Unidas, cumplidas cuatro jornadas de discursos.
Ese asunto aparece en el programa de debates del máximo foro mundial bajo el titulo "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba", para ser discutido en octubre.
Al exponer esa demanda ante el foro de los 193 Estados miembros de la ONU, el presidente de Perú, Ollanta Humala, dijo que "el camino de la paz y la reconciliación pasa por poner fin del bloqueo a Cuba."
Poco antes el mandatario de Suriname, Desiré Delano Bouterse, sostuvo que el cerco norteamericano contra la mayor de las Antillas dificulta la situación del pueblo cubano y tienen un efecto negativo sobre el futuro.
El jefe de Estado preguntó a la Asamblea General cuántas resoluciones más hay que adoptar (en la ONU) antes de que se haga justicia al pueblo de Cuba y pidió una nueva condena de ese órgano al bloqueo que dura ya medio siglo.
Por su parte, el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, dedicó un destacado espacio de su intervención a la cuestión de ese asedio y recordó la histórica posición de su país y de América Latina y el Caribe a favor del fin inmediato de esa medida.
Dijo que ese encierro afecta el libre intercambio y la práctica transparente del comercio internacional y ratificó que Paraguay no reconoce la aplicación extraterritorial de leyes internacionales que atentan contra la soberanía de otros Estados.
A su turno, el jefe de Estado boliviano, Evo Morales, resaltó que cada año casi el 100 por ciento de los miembros de Naciones Unidas, con excepción de Estados Unidos e Israel, exigen el cese y el levantamiento del bloqueo a Cuba.
Del mismo modo, el mandatario guatemalteco, Álvaro Colom, reafirmó su rechazo a la práctica de aplicar sanciones y medidas coercitivas adoptadas unilateralmente y exhortó "al Gobierno de Estados Unidos que deponga el embargo económico a la República de Cuba".
En la tercera jornada de discursos, el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, vinculó su crítica al bloqueo con la importancia de una América Latina fuerte y unida.
Consideró que el asedio estadounidense contra la isla antillana "no es solo un anacronismo y un episodio pasado de historia que queremos superar definitivamente", sino también "un paso hacia la desunión, un escollo en el curso de la historia".
En tanto, el primer ministro de Granada, Tillman Thomas, subrayó que el bloqueo a Cuba constituye una inquietud caribeña y que "todos menos unos cuantos miembros de la ONU" han votado sistemáticamente por su eliminación.
En el mismo sentido y también del Caribe hablaron los primeros ministros de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonsalves, Antigua y Barbuda, Winston Baldwin Spencer, y Barbados, Freundel Stuart, así como el canciller de Saint Kitts y Nevis, Sam T. Condor.
En términos similares, el presidente de Suráfrica, Jacob Zuma, reiteró su llamamiento por el cese del cerco económico, comercial y financiero contra el pueblo de Cuba, mientras que su colega tanzano, Jakaya Mrsiho Kikwete, denunció que se trata del bloqueo más largo de la historia.
También lo hicieron los primeros ministros de Timor Leste, Kay Rala Xanana Gusmao, Lesotho, Pakalitha Betuel Mosisili, y Guinea Bissau, Carlos Gomes, y el jefe de Estado namibio, Hifikepunye Pohamba.
La denuncia contra el bloqueo también se escuchó desde el Pacífico lejano por intermedio de los jefes de gobierno de Vanuatu, Meltek Sato Livtunvanu, y de Islas Salomón, Danyy Philip.
Este será el vigésimo año consecutivo en que la Asamblea trata esa cuestión y se espera que al igual que en las 19 ocasiones anteriores, el plenario apruebe una resolución de condena al asedio de Washington contra la isla caribeña.
El año pasado, el repudio a ese bloqueo fue respaldado por 187 países frente a los únicos votos de Estados Unidos e Israel y las abstenciones de Islas Marshall, Micronesia y Palau.
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