Kristinn Hrafnsson, portavoz y representante de Wikileaks tras acoso contra Julian Assange. |
Pascual Serrano / Micòl Savia
Se llama Kristinn Hrafnsson y, tras el acoso judicial a Julian Assange, ha pasado a la primera línea como portavoz y representante público de Wikileaks. Afirma que por razones de seguridad, junto a él, solo quedan otras dos personas cuya identidad como miembros de la asociación es conocida. Nacido en Islandia y con un aspecto físico igual de enigmático que su compañero Assange, estuvo durante veinte años trabajando en el periodismo audiovisual de su país abordando los temas más complejos y polémicos.
Ha estado dos veces en Irak para recoger los testimonios de las víctimas, ha escrito reportajes sobre la corrupciones de los bancos que llevaron a la bancarrota de 2008, investigaciones que le supusieron represalias laborales y que fueron silenciadas por los medios, pero que se pudo difundir en internet. A mediados de 2009 las investigaciones de Wikileaks y las de Hrafnsson se cruzan al abordar ambos la oscura contabilidad del Kaupthing Bank, un banco islandés que terminaría en la bancarrota diez meses después. A finales del 2009 conoce a Assange y, a partir de aquel famoso vídeo difundido por Wikileaks de un helicóptero Apache estadounidense ametrallando civiles [1] que dio la vuelta al mundo, comenzaron a trabajar juntos. Hrafnsson prefiere presentarse como un profesional que lleva “veinte años en el periodismo, la mayoría de los cuales en medios tradicionales, siempre con una posición muy critica, luego recibí algún premio, pero he sido despedido más veces que premiado”.
El pasado mes de julio, la revista Forbes [2] , ante las dificultades de Assange para viajar y llevar una vida pública, situó a Hrafnsson como la nueva cara de Wikileaks, “un segundo portavoz de Wikileaks, que se había convertido en el centro de atención durante los últimos meses”. La revista afirmaba que no pudo contactarlo, nosotros estuvimos con él en un congreso en Brasil, en la ciudad de Foz de Iguazú, en la denominada triple frontera con Argentina y Paraguay.
El soldado Bradley Manning lleva año y medio en prisión acusado de haber proporcionado la información de los cables a su organización, y podría ser imputado por hasta 22 cargos por violar el código militar, entre ellos uno por "alta traición" que es castigado con la pena de muerte. Este sábado se celebra el segundo día de la vista. ¿Ha tomado Wikileaks alguna iniciativa interesándose por él? ¿qué opina de su situación?
La cosa más importante que hemos hecho y creemos fundamental es presionar a la gente para que apoye a Manning. Nosotros solemos proteger a nuestras fuentes, y la mejor protección que podemos darles es la de no saber quiénes son. Sólo un gran héroe se atrevería a llevar a cabo la mayor filtración de información secreta de la historia contemporánea. Si de verdad la fuente de Wikileaks fue el soldado Manning, no cabe duda de que él es ese héroe. Y en cuanto tal, se le debería dar todo el apoyo necesario. Hemos contribuido en pequeña medida en su defensa, hecho que ha sido complicado por el bloqueo de las entidades financieras, por ejemplo su abogado tiene una cuenta bancaria en Bank of America, una de las entidades que nos ha bloqueado, su defensa legal no está completamente cubierta y vamos a seguir aportando en esa defensa. Creo
Manning antes y luego de las torturas a que ha sido sometido en una prisión militar. |
En las últimas semanas, ustedes han alertado sobre el grave peligro de una inviabilidad económica y financiera de Wikileaks, ¿cuál es la situación y a qué se debe?
Estamos sufriendo las consecuencias de un embargo y un bloqueo bancario desde hace un año, diciembre del año pasado. Lo que ha sucedido es que entidades como Visa, Mastercard, Western Union y Bank of America han decidido bloquear cualquier donación destinada a Wikileaks. Hasta ahora nos encontrábamos en una muy buena situación económica, las donaciones cubrían todos nuestros costos operativos, mucha gente nos daba dinero generosamente, téngase en cuenta que cada donación individual era de 25 dólares dolares y los donantes eran miles y miles. Además fueron subiendo a lo largo del año, todo esto nos permitió hacer bien nuestro trabajo. Las veinticuatro horas anteriores al embargo recibimos 130.000 euros, después nos bloquearon todo y ahora nuestro ingresos son aproximadamente 7.000 euros al mes, de modo que impidieron el 95 % de nuestros ingresos.
En este momento no sabemos cómo salir adelante, si la situación no mejora, es decir, si no nos quitan el bloqueo y si la gente no encuentra la vía para seguir donando, pronto nos encontraremos en una situación muy precaria. Yo creo que es muy importante decir que este bloqueo impuesto por los bancos a Wikileaks no tiene precedentes, nunca antes había pasado. Normalmente las empresas que gestionan estas tarjetas bancarias no se preocupan por saber en qué se gasta la gente su dinero. Con Visa y Mastercard puedes comprar la mas asquerosa pornografía en la web, puedes apoyar al Ku Klux Klan, puedes apoyar económicamente los asentamientos ilegales israelíes en Palestina y a grupos extremistas israelíes... Con estas tarjetas de crédito y débito, a través de internet, puedes adquirir armas semiautomáticas, pero no puedes donar a Wikileaks. Es absolutamente fundamental que luchemos contra eso y que la gente sepa que nuestras sociedades, no solo han sido severamente dañadas por la codicia de los bancos, que cada vez controlan más nuestras vidas, sino que ahora también quieren decidir a quién podemos apoyar y a quién no.
La información que ustedes consiguieron sobre los cables del Departamento de Estado norteamericano, el denominado Cablegate , decidieron ponerla, al menos en un primer momento, sólo a disposición de cinco grandes periódicos del primer mundo. Después, en una segunda fase y un año después, hicieron público todo el contenido y descubrimos que había información que este grupo de periódicos omitió. ¿Cuál es su balance de aquella decisión y el comportamiento de estos pool de periódicos?
Tienes toda la razón, en nuestra opinión nuestros socios originales no hicieron un buen trabajo con el material, si volviera a producirse aquella situación, utilizaríamos otra estrategia completamente diferente, siempre y cuando decidiéramos trabajar con los grandes medios. De todas formas tenemos que pensar en la situación en que nos encontrábamos entonces, en julio de 2010 estábamos trabajando con una cantidad inmensa de material sobre Afganistán, en octubre con el de Irak, los cables a finales de noviembre. Estábamos buscando una estrategia, porque éramos una organización prácticamente desconocida que tenía en sus manos las mas grande filtración de la historia. Hacía falta mucho trabajo y necesitábamos una plataforma capaz de llamar la atención del mundo entero sobre esas filtraciones. Por ello decidimos trabajar con estos grandes medios, cooperar con ellos, pero rápidamente estos decidieron que eran ellos los que nos utilizarían como fuente sin decirnos cómo iban a difundir ese material, surgió de inmediato el conflicto. Decimos que fue una experiencia difícil de la que aprendimos mucho, ahora estamos en una posición muy diferente, somos una organización reconocida y confiable. Ya no los necesitamos, no quiere decir que no vayamos a trabajar con los medias tradicionales, pero ya no los necesitamos como los necesitábamos al principio. Hemos sido muy criticados por trabajar con estos gigantes, pero vistas las circunstancias y la situación en la que nos encontrábamos con todo este material masivo que debía llamar la atención de la opinión pública mundial, nos vimos obligados a elegir este camino. Al menos el daño no fue tan grave porque hasta las historias que periódicos como The Guardian, el New York Times o El País no quisieron publicar, al final se han podido saber por otras vías. Hemos podido sacarlas a la luz trabajando con otros periódicos, por ejemplo en Inglaterra con el Daily Telegraph, colaborando con medios locales en América Latina, periodistas individuales o asociaciones varias. El único daño que se ha producido, en mi opinión, ha sido a la credibilidad y reputación de medios como The New York Times, The Guardian y el resto al esconder algunas historias de las cuales habrían tenido que informar.
¿Eligirían a otros socios si ahora tuvieran una información similar o de igual importancia? Si fuera así, ¿les pedirían dinero por la información?
No, no, no, nosotros no vendemos información, pero hablando hipotéticamente no veo por qué no podríamos venderla, hay un semanal que trabajando con nosotros, gracias a nuestro material, aumento sus ventas un 40 %. The Guardian, mientras difundía nuestras informaciones, aumentó enormemente las ventas. Pero nosotros nunca pensamos en ganar difundiendo ese material, decidimos enseguida no venderlo, somos bastante fundamentalistas en eso. Y teniendo en cuenta las generosas donaciones de la gente que recibimos no necesitábamos cobrar por la información. No somos vendedores de noticias, simplemente les buscamos salida. Pero aunque Wikileaks nunca vendió informaciones, ni es tampoco nuestra intención, no hay razones para que no se pueda vender. Es difícil responder a su pregunta sobre si ahora haríamos lo mismo, porque nuestra situación ahora es muy diferente, y no se puede volver atrás.
Pero si cambiaran de socios, ¿a quién elegirían en un futuro?
En el futuro, en cierta medida, sí trabajaríamos con los media tradicionales, me refiero a algunos medios con lo que hemos tenido una buena colaboración y han hecho buen uso del material que les proporcionamos. Hoy tenemos casi un centenar de contratos firmados con diferentes medios para cooperar con ellos, hemos utilizado este tiempo para construir una estrecha relación con medios de todo tipo, desde periodistas particulares al segundo periódico más difundido del mundo, el Asahi Shimbun, de Japón. Hemos tenido buenas relación con los indios, una colaboración clara y fraternal. A pesar de los conflictos con nuestros socios originales, las relaciones con los media en general no ha sido malas. De todos modos estamos siempre en la búsqueda de nuevas formas de trabajar para sacar a la luz la información. Pero insisto en que ya no los necesitamos como antes, ahora podemos colocar nuestra información en la web y no pasaría desapercibida. Finalmente depende de las circunstancias, del tipo de material, o si hay algo que es mejor para la televisión, la prensa o la web, es decir, también depende el tipo de material y soporte. Por otro lado, estamos muy interesados por la ética de los periodistas y por cómo podemos utilizar nuestras conexiones para mejorar el mundo de la información. Por eso hoy consideraríamos incluso trabajar con determinados blogs o con organizaciones de activistas, no nos sentimos reflejados en ese ridículo compromiso con la idea de objetividad que promueven los medios modernos, una moda absolutamente absurda. Vamos a considerar cualquier opción cuando se trate de llevar la información al público.
Pero estos grandes medios no solo ganaron dinero, sino también legitimidad gracias a Wikileaks y, sin embargo, fueron variando hacia una cierta hostilidad hacia ustedes, ¿qué piensa de esa evolución?
Bueno, yo he sido periodista durante veinte años y sé que no se puede confiar mucho en los medios y que no se puede esperar gratitud por su parte, es difícil trabajar con ellos. Cuando nos atacan, muestran simplemente lo que son, esto es importante. Parte de lo que hemos hecho el año pasado con ese gran proyecto ha sido también exponer lo vulnerable y lo malos que son losmedios. Y esto es algo positivo, porque mostramos a la opinión publica que uno no puede confiar mucho en esa gente -incluso periódicos del prestigio del NYT o el The Guardian- y que el ciudadano debe leer las noticias con una actitud muy crítica.
En cuanto a América Latina la situación es muy complicada, hemos sido criticados por la gente con la cual hemos trabajado en esa región. Es probable que esas criticas sean fundadas en una cierta medida. En Latinoamérica, donde los medios están concentrados en manos de grandes intereses industriales, es evidente que los medios no son la voz del pueblo, por ejemplo El Mercurio no es la voz del pueblo de Chile. Te cuento una anécdota, el año pasado a finales de agosto, los días 24 y 25, me encontraba en Santiago de Chile donde estaba invitado a hablar en IX Seminario del Grupo Diarios de América. Como es sabido, son todos medios de derecha y bastante hostiles a cualquier movimiento o cambio social. El periódico anfitrión fue el que, tras el golpe en Chile, puso en su portada la lista de las personas que terminarían siendo víctimas de Pinochet, no son por tanto los mejores ejemplos de periodismo. En este seminario al que asistí, estos editores de los grandes medios de Latinoamérica estaban sentados en torno a una mesa, me invitaron a hablar y me preguntaban: “¿cómo podemos llegar a las nuevas generaciones con nuestras informaciones y contenidos?”. Al mismo tiempo, durante esos dos días del evento, los jóvenes, precisamente en el centro de la ciudad, se estaban manifestando y eran reprimidos por la policía, tras el seminario me fui a ver a esos estudiantes que se enfrentaban al gobierno de Piñera. Esto muestra la miseria de la gran prensa y sus periodistas: que se encuentran sentados pensando en cómo conectar con la gente, mientras esa gente esta manifestándose en el centro de la ciudad y es reprimida por la policía con el apoyo de la prensa. Al día siguiente de los disturbios, con 1.400 personas detenidos, muchos de ellos golpeados y uno muerto por un disparo de la policía, El Mercurio en portada hablaba de 492 policías heridos. Sabemos que la situación es complicada. Esperamos en el futuro colaborar y apoyar también con un buen periodismo que, junto con nosotros, luche por nuestros ideales de justicia, transparencia y lucha contra la corrupción. Esto es lo que buscamos para nuestro futuro, colaborar con ese buen periodismo que todavía existe.
Es evidente que los medios se han centrado en la figura de Julian Assange para referirse a Wikileaks, ¿pero existe algún otro representante de su organización que haya sufrido algún tipo de acoso o persecución legal por parte de algún poder?
Para nosotros, casi ha sido positivo que toda la atención se concentrara en Julian Assange, es como un pararrayos que centralizó toda la atención, pero también todas las críticas y el odio. Él está en una posición muy complicada y es quien más sacrificios está haciendo para la organización, ningún otro de nuestro colectivo ha recibido amenazas de muerte como ha sucedido con Assange, pero hemos hecho todo lo posible para protegerles, muchos de nuestros colaboradores son anónimos. Además de yo mismo, por una cuestión de seguridad, solo hay otras dos personas que se sabe que trabajan para la organización. Los media modernos tienen dificultad para trabajar con las ideas, para ellos es mas fácil focalizar la atención sobre un individuo, un actor, una estrella o Julian Assange. No está muy cómodo con su situación, pero esta es la forma en que a los medios modernos les gusta presentar las historias: creando estrellas o destruyéndolas. Eleonor Roosevelt [3] dijo en una ocasión que las mentes pequeñas discuten sobre las personas, las mentes medias discuten sobre los eventos, pero las grandes mentes discuten ideas. Si llevamos esta ecuación a los medios, muchos de ellos son sencillamente mentes pequeñas. (Versión ampliada de la entrevista publicada por Público.es)
Pascual Serrano es periodista. Su último libro es Contra la neutralidad. Tras los pasos de John Reed, Ryzard Kapuścińsky, Edgar Snow, Rodolfo Walsh y Robert Capa . Editorial Península. Barcelona
[1] El vídeo está disponible con subtítulos en español.
[2] Greenberg, Andy. Meet The New Public Face Of WikiLeaks: Kristinn Hrafnsson. Forbes, 7-12-2010[3] Se refiere a la escritora estadounidense, esposa del y presidente de los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt.
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