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domingo, 22 de enero de 2012

Desarticulan red de fabricantes de falsos medicamentos en La Habana (+ Fotos)

Medicamentos no aptos para la
venta pública, almacenados y
listos para incinerar, los
cuales fueron robados para
la venta ilícita.
Bajo el título de Tres historias peligrosas el diario Juventud Rebelde la primera parte de al parecer una serie de trabajos relacionados con la lucha contra el descontrol y el desvío de recursos, brechas que, como en el caso reseñado este domingo, propiciaba la producción artesanal de falsos medicamentos, algunos de los cuales eran vendidos en el mercado subterráneo como drogas.
Según el reporte firmado por la periodista Alina Perera, la policía cubana detuvo a varios miembros de redes clandestinas que robando materias primas y máquinas de laboratorios fabricaban falsas tabletas de Parkisonil (Trihexifenidilo), medicamento usado como sustancia enajenante.
“La indisciplina, la desorganización y el descontrol son brechas que abren paso a fenómenos de gran peligrosidad social como la venta ilícita de medicamentos. Hay que estar atentos a esa cadena”, advirtió el diario.
La escasez de medicinas en Cuba tras la crisis de los años 90 ha sido casi resuelta por la producción estatal, pero aún persiste su comercio ilegal debido a faltantes en plaza.
Una de las redes sustrajo de los laboratorios estatales piezas de la máquina de preparar los blísteres (envases de tabletas) y decenas de miles de pastillas de Benadrilina (Trihexifenidilo), las que era vendidas en la calle como Parkisonil, que fueron compradas por los adictos.
De acuerdo con el extenso reporte en la edición dominical de Juventud Rebelde, "La primera hebra de la madeja salió a la luz gracias al trabajo investigativo del Ministerio del Interior (MININT) para enfrentar el delito relacionado con el robo de medicamentos. Varias señales emanaban de tres centros de producción: Laboratorio Farmacéutico Reinaldo Gutiérrez, ubicado en Vento y Boyeros, en La Habana; Laboratorios MEDSOL, entidad ubicada en 23 y 266, municipio capitalino de La Lisa; y Laboratorios NOVATEC, empresa ubicada en 222 y 15, municipio de Playa".
El diario afirmó que “llegó a tenerse la certeza de que en los tres lugares se estaban sustrayendo insumos (material de envase y etiquetas) y tabletas a granel. Las autoridades estaban al tanto, además, de la comercialización ilegal de un grupo de productos elaborados artesanalmente, cuyas características apuntaban a los laboratorios mencionados como puntos de partida de una cadena”.
En Cuba el comercio y consumo de droga es mínimo, y  proviene fundamentalmente de los llamados ”recalos”, paquetes lanzados al mar por aviones procedentes de América del Sur, que son recogidos por barcos de traficantes para introducirlas en Estados Unidos.
Los que se pierden en el mar van a dar a la costa norte de Cuba, y se calcula que una parte pequeña, que burla la vigilancia policial, logra pasar al mercado local.
Otra red de adulteradores de medicamentos fabricaba supuestas pastillas de Parkisonil añadiéndole una alta proporción de almidón de maíz.
Un tercer grupo sustrajo parte de un lote en cuarentena de Meprobamato, un popular ansiolítico, destinado a ser destruido por estar contaminado por una bacteria y lo vendió en la calle a los incautos, según el periódico.

Materias primas y envases utilizados para falsificar.

Máquina troqueladora rústica utilizada con la finalidad de
introducir tabletas falsas en el mercado ilícito.

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