El día va alborotáo.
La prima de riesgo española, que es el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán a diez años y su equivalente nacional, ha superado los 400 puntos básicos por primera vez desde diciembre.
Ocurrió a las 11.20 horas de este bendito Jueves Santo y ahí mismo se armó la cagástrofe porque este país se montaba en 401 puntos de riesgo, 10 por encima de la apertura, impulsado por las dudas sobre la capacidad de mari-Ano y sus secuaces para cumplir los objetivos de déficit.
Todos ellos llevan varios días acojonáos por las dudas manifiestas sobre su competencia para enfrentar este momento tras la presentación del proyecto de ley para los Presupuestos Generales del Estado de 2012, que lejos de tranquilizar a los mercados y a Bruselas, más bien le han puesto un cohete de desconfianza en salva sea la parte.
Los Presupuestos han empeorado la confianza en la aptitud de España para gestionar el equilibrio entre austeridad y crecimiento. Y a esto se suman las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien dijo:
"Que sería prematuro interrumpir la política monetaria expansiva en las actuales circunstancias económicas". ¡Eramos pocos y parió Katana! pues fuentes bien informadas aseguran que la liquidez que nos dejó la inyección del BCE está próxima a agotarse.
La Bolsa española continúa a la baja tras el batacazo del Ibex, que ayer bajó un 2 % y con una caída cercana al 1 % a las 11.30 horas de esta mañana, se ha situado a niveles de marzo de 2009, en los 7.590 puntos.
Nadie se engañe, este país está amenazado de intervención y bajo esa cuerda mari-Ano Rajoy y su equipo recortan y recortan sin reflexionar y sin saber dar soluciones.
Los presupuestos 2012 fueron examinados por representantes europeos previo al día de su aprobación en el Consejo de Ministros, y ya con el visto bueno de ellos el Gobierno se lanzó a una rueda de prensa en la que apenas dio datos, solo generalidades.
Esta semana una numerosa comisión de la CDU, el partido de Merkel, vino a España a revisar, examinar y estudiar las políticas de Rajoy. El Gobierno, la directiva del PP y el propio mari-Ano sólo respiraron tranquilos cuando Volker Kauder dijo que España iba por el buen camino.
Es verdad que tampoco sabemos qué le dijo el Gobierno al señor Kauder para que éste se fuera tan contento. Pero aseguro que a los españoles, votantes del PP o no, Europa nos trata como si fuésemos unos mansos corderitos, incultos y microcefálicos.
Quizás sienten vergüenza y temor de decir realmente lo que piensan hacer con este país. Y lo que es peor, el Gobierno no reacciona porque no sabe cómo reactivar la economía; este punto es el más importante a la hora de una intervención que podrá ser a la griega o a la portuguesa.
Dicho de otra manera, mari-Ano y los suyos han puesto a España en venta. Nos dicen que es la única forma posible de ir adelante pero ellos saben que es mentira.
Hay otras formas posibles de Gobierno, lo que pasa es que los actuales dirigentes europeos están en contra de ellas y mari-Ano ni sabe, ni quiere resucitar a una sociedad deprimida que, de seguir a este paso, va a convertir a España en un país colapsado, paralizado, muerto.
El presidente del Gobierno dice que lo que no han hecho los otros -o sea los socialistas- en ocho años, él lo va a hacer en meses, pero lo que en realidad quiere decir es que lo que se ha hecho en España desde que Franco murió, él se lo está cargando en días.
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