El solitario tanto de Rooney tras un centro de Steven Gerrard cuyo trayecto fue modificado por un defensor local, resultó para que el cancerbero Pyatov manoteara sin balón y la Tango 12 culminara justo frente a la testa del crack.
A los anfitriones sí no les importaba a quien enfrentar en un eventual cruce a la ronda siguiente. Por eso Ucrania hizo hasta lo imposible por ser el rival de quien fuera en cuartos, pero acabó eliminada de su torneo. Igual que en los dos primeros partidos, los hombres de Blokhin dejaron los complejos en los camerinos y salieron a vender cara su derrota. A Inglaterra le daba igual una negociación, a los locales no, una disyuntiva que se plasmó en el juego de el mismo pitazo de arrancada.
La consigna era clara: Presión asfixiante y acabar las jugadas. El primer punto sorprendió a los ingleses, que no dudaron en recurrir al balón largo. Pero la dupla elegida por Hodgson, con Rooney y Welbeck en detrimento de Carroll, no ayudaba a hacer efectiva tal variante. De ahí que los primeros compases del partido fuesen un monólogo ofensivo ucraniano.
La finalización de las jugadas para evitar contragolpes también quedó patente al comienzo del encuentro. Konoplyanka, Rakitskiy, Milevskiy, Garmash, Yarmolenko, Devic, Gusev. Antes de la media hora de encuentro, más de la mitad de los jugadores ucranianos había ensayado el disparo, todos con idéntico resultado.
Inglaterra vivía de la magia de dos de sus hombres: Steven Gerrard y Wayne Rooney. El controvertido delantero del United llevaba meses esperando este partido tras perderse los dos primeros por sanción, pero no comenzó con buen pie. Totalmente solo en el segundo palo cabeceó fuera un gol que parecía cantado en la única ocasión inglesa en la primera mitad.
Pero quienes lo conocen, saben de sobra que Wayne no perdona dos.
La ley de la probabilidad hacía pensar que, si Rooney tenía otra parecida, Pyatov acabaría sacando el balón de la red. Y así fue, en un cúmulo de despropósitos de la zaga ucraniana -meta incluido-, un centro de Gerrard desde la derecha fue superando obstáculos hasta llegar a Rooney, que solo tuvo que empujar el balón suavemente con la cabeza.
El tanto consiguió que Ucrania perdiese el poco miedo que tenía a encajar gol. Y tuvieron el empate en la mano, pero en una jugada que será recordada muchos años, Terry sacó bajo los palos el disparo de Devic. Las repeticiones y hasta las fotos digitales mostraron que el balón había entrado, pero el juez de área no se inmutó (una vez más) y el marcador no se movió.
Y no se movería más. De hecho, la mejor ocasión fue para Welbeck, pero una mano de Pyatov conservó la esperanza para los suyos hasta el final. Al final, Inglaterra pasa a cuartos como primera de grupo tras la sorprendente derrota de Francia ante Suecia por 2-0 y se verá las caras con Italia, evitando así a la temible España.
Los goles suecos, uno de ensueño en volea de Zlatan Ibrahimovic al minuto 52, la puntilla de Larsson al final del choque, cuando corría el 89'.
Ucrania se puede despedir de la Eurocopa con el orgullo intacto. Han exhibido un fútbol alegre y ofensivo y han peleado cada partido hasta el último suspiro. Shevchenko tuvo su partido de gloria y ha pasado el relevo a dos jugadores que a buen seguro darán mucho que hablar: Yarmolenko y Konoplyanka.
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