¿Las estatuas gigantes de la Isla de Pascua "caminaron" en realidad hasta su destino final?
Los investigadores han desarrollado una nueva teoría que pudiera cambiar radicalmente la explicación a la que históricamente se ha arribado sobre cómo los nativos transportaron las icónicas moáis (o estatuas monolíticas) que se encuentran dispersas por la isla.
En un artículo publicado en el número de julio de la revista National Geographic, el arqueólogo Carl Lippo, de la Universidad Estatal de California, en Long Island, y el antropólogo hawaiano Terry Hunt postulan la hipótesis de que los nativos de la Polinesia podrían haber usado un simple sistema de cuerdas y la fuerza humana para hacer caminar las estatuas a lo largo de todo el territorio.
“Muchas de las cosas que la gente cree conocer sobre las islas no son ciertas”, afirma Lippo.
Usando cuerdas, varios grupos de aborígenes podrían desplazarse a ambos lados de la estatua, meciéndola de un lado a otro para crear el efecto de desplazamiento mediante balanceo.
Según estudiosos del tema, esta explicación concuerda con la mitología Rapa Nui, que aseguraba que los moái cruzaban la isla caminando y animados por "mana", la fuerza espiritual de sus ancestros.
La teoría más popularmente aceptada sostiene que los isleños pudieron trasladarlas sobre rodillos construidos con árboles maderables de la isla. Esta hipótesis afirma además que la deforestación de la Isla de Pascua, provocada por el proceso de transportar las estatuas, fue también la causa del descenso de su población humana.
En cambio, Lippo y Hunt sostienen que la población aborigen se desarrolló de manera sostenible y solo comenzó a reducirse víctima de las epidemias tras la primera visita de los exploradores europeos a la isla. De hecho, según Lippo, el esfuerzo cooperativo requerido en esta teoría de la trasportación habría conducido a una existencia más armónica entre los habitantes de esta isla de la polinesia chilena.
“Estás realmente dedicando más esfuerzo en el proceso de mover las estatuas que peleando”, dice Lippo. “Trasladar las moáis fue de cierta forma como jugar un partido de fútbol”.
Jared Diamond, autor de la teoría del transporte mediante rodillos rústicos y por consiguiente de las causas de la deforestación de la isla, ya ha rebatido esta nueva hipótesis.
“Parece la insólita receta de un desastre”, escribió Diamond en una réplica titulada “Los mitos de Isla de Pascua”, publicada en el blog de Mark Lynas. “Imagine que haría usted si alguien le dice que transporte una estatua de 90 toneladas de peso y 33 pies de altura a campo traviesa, ¿por qué arriesgarse a que se voltee y quiebre trasladándola con todo el peso concentrado en su pequeña base, en vez de evitar el riesgo de un accidente acostándola y distribuyendo su peso sobre toda su superficie?”
Para responder a las críticas de Diamond, Lippo y Hunt intentaron recrear el método que han propuesto. Construyeron una réplica de 5 toneladas (casi veinte veces más ligera que las originales de la Isla de Pascua) y demostraron que el método funciona muy bien. Y Hunt aseguró a MSNBC que el método es aplicable a las estatuas más pesadas también.
“Con las dimensiones físicas de una estatua más alta se dispone de mayor apalancamiento”, afirmó. “Llegará a un punto en el que se moverá casi con la misma ligereza que esta réplica”.
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