Fanal Cubano tiene "enviado especial" en Londres 2012
Manuel Benítez del Río
Son las 8 de la tarde en London city, llovizna... y hace fresco.
En este minuto el planeta mira asombrado una verde campiña que viene desde el nacimiento del Támeses y nos llevará de la época rural a la revolución industrial; en un santiamén, del centro del estadio olímpico salen seis humeantes y altísimas chimeneas.
Las imágenes de los recuerdos comienzan a sobreponerse las unas a las otras, la primera: a los caídos en las dos Grandes Guerras. Le sigue una enorme marcha de la transición inglesa a través de los tiempos, ¡ni siquiera falta el cuarteto de Liverpool!
Tampoco faltan las mujeres ni sus luchas, ni el fuego de un crisol que se extiende hasta formar un aro... uno de los cinco que conforman el logo de los Olímpicos. Los otros círculos van llegando desde el aire para unirse, llueven los fuegos artificiales.
En un vídeo grabado previamente, James Bond -Daniel Craig- llega al Palacio de Buckingham buscando a la Reina de Inglaterra, que con sus 86 años de edad lo espera, lista.
“James”, le dice la soberana tras lo cual, ni cortos ni perezosos se suben al helicóptero real y sobrevuelan Londres haciendo algunas piruetas sobre el Támesis.
Ahora en vivo, llegan al estadio olímpico, donde suena el tema del 007. La Reina entra acompañada del Duque de Edimburgo y el Príncipe Carlos.
Volvemos a la campiña, a la verde campiña donde vamos a izar la bandera de Inglaterra cantando el himno nacional. Ahora desfilan personajes del cine y la literatura, personalidades británicas: Winnie Pooh, Alicia...
De repente Michael Gordon Oldfield comienza su performance musical, a lo que sigue un emotivo número música-y-baile con las labores altruistas del Mittal Children's Medical Center (GOSH).
J.K. Rowling aparece en el campo leyendo el primer párrafo de Peter Pan para dar paso a un impresionante show con los más grandes villanos ingleses. Reconocemos al Capitán Garfio, Voldemort, Cruella de Vil... mientras Michael Oldfield sigue deleitándonos con su guitarra.
Decenas de Mary Poppins caen del cielo con sombrillas abiertas, llegan para salvar la situación y la salvan dejando en el ambiente una emotiva conclusión de Alain Debray: Campanas tubulares. El siguiente bloque arranca con Sir Simon Denis Rattle y la Orquesta Sinfónica de Londres.
Se inicia con el tema de Carros de Fuego de Vangelis y... ¡con Mr. Bean al piano! ¡qué gamberro el Mr. Bean!, jajá, comienza a soñar con la famosa secuencia de la carrera en la playa, con él en el grupo dando patadas para hacer trampas a diestra y siniestra... Llegando campeón.
¡Qué cómico! Rowan Atkinson se lleva la ovación. A continuación un ameno homenaje a la televisión inglesa a través de los tiempos. Vemos la evolución de la familia durante décadas hasta llegar a nuestra era moderna, música; no faltan las redes sociales.
Una casa proyecta las producciones inglesas que pasaban por la tele en aquellos días. Llega el turno del merecido homenaje a los grandes artistas musicales: Queen, Los Beatles, Rolling Stones, Frankie Goes to Hollywood, Eurythmics...
En pleno homenaje musical, vuelven las referencias al cine inglés con Cuatro bodas y un funeral. Charles Chaplin inicia una secuencia de grandes besos en la historia del séptimo arte. ¡Y suenan una fiesta multicultural con to´los hierros!
Llegamos al bloque final, que muestra a Sir Tim Berners-Lee, inventor de la World Wide Web. Por separado, un breve homenaje a los grandes personajes del deporte que ya no están con nosotros. Y otro a quienes quisieron estar aquí esta noche pero no pudieron porque ya se fueron para siempre.
Se escucha una emotiva interpretación de Hymn to the sea. Ahora desfilan las naciones participantes en los Juegos y sus más de 10 mil atletas, aunque esto ya no es parte del trabajo de Boyle.
Por orden alfabético Cuba desfila primero que España con el luchador grecorromano Mijaín López como abanderado.
La delegación criolla viste de amarillo y hasta yo que no creo en santos pienso que lo hace en honor a Ochún pues va a hacer falta que ella tire un cabo para borrar la imagen de hace cuatro años en China, donde la Isla culminó en la vigésimo octava posición del medallero general.
España desfila eufórica, plena, Gazol de abanderado, y puesto a creer en algo la alegría del cotarro me indica que entre la pintoresca y chillona caterva de camisetas, pantalones sports, gorros y sombreros hay un recuerdo bonito para Nadal. Él lo merece.
Se enciende el pebetero en uno de los alardes técnicos mejor conseguido en lo que va de siglo.
De esta forma, tras casi cuatro horas de fuertes emociones, Danny Boyle nos ha demostrado con creces su temple y su visión como hombre y cineasta: en mi opinión, una de las mejores inauguraciones deportivas jamás vistas, quizás la más linda.
¡Comienzan los Juegos Olímpicos Londres 2012!
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