El candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador rechazó este lunes aceptar un triunfo de Enrique Peña Nieto, candidato del opositor PRI en las elecciones presidenciales de México, por considerar el resultado "fraudulento".
"Nosotros no podemos aceptar un resultado fraudulento, nadie lo puede aceptar", afirmó López Obrador en una conferencia de prensa, tras asegurar que la elección fue "demasiado sucia" y que está reuniendo pruebas para una posible impugnación de los comicios.
López Obrador, acompañado de los líderes de los tres partidos que conforman la coalición Movimiento Progresista, aseguró que existió una compra millonaria de votos por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y denunció falta de equidad en el manejo de la información por los medios.
"Esos elementos los vamos a fundar y vamos a presentar los recursos o juicios correspondientes, pero primero vamos a participar en los computos", indicó.
El conteo preliminar oficial, con 97,23 % de las actas de voto del Instituto Federal Electoral (IFE) mostraba este lunes a Enrique Peña Nieto del PRI con 38,1 % de los sufragios, contra 31,7 % de López Obrador y 25,4 % de Josefina Vázquez, del gobernante Partido Acción Nacional (PAN, conservador).
El triunfo de Peña Nieto, que restaura en el poder al partido que gobernó México entre 1929 y 2000, fue reconocido rápidamente la noche del domingo por los otros candidatos y el presidente Felipe Calderón, con la excepción de López Obrador.
En 2006, López Obrador perdió la presidencia por un estrecho margen de 0,56 % y desconoció el triunfo de Calderón. Desde ese momento encabezó un plantón de protesta que inmovilizó el centro de la ciudad por varias semanas.
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