La divulgación del computo final de la elección presidencial del domingo pasado en México se convirtió este jueves en una larga espera ante la lentitud del complejo recuento, mientras la izquierda reiteró su denuncia de compra de votos, formulación a la que el PRI, autoproclamado ganador, ripostó acusándolos de hacer un montaje.
El candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, que rechaza reconocer el resultado preliminar que lo da segundo con 31 % de los sufragios frente al 38 % de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), reiteró su denuncia de que sus rivales "compraron millones de votos".
En tanto el PRI denunció formalmente ante la justicia a la coalición de izquierda de "montaje" con vídeos que muestran a personas haciendo compras en supermercados con tarjetas que dicen haber obtenido a cambio de su voto.
En lo personal, pienso que cuesta creer que un partido, para montar una farsa contra el rival, reparta tarjetas prepagadas y le pida a las personas que voten por el otro. Por pura lógica elemental, ¿no?
El Instituto Federal Electoral, cuyos directivos habían prometido divulgar el resultado final en la mañana, realizó una conferencia de prensa hacia las 19HOO (01HOO GMT del viernes) para informar que se avanzaba sin traumatismos, pero que sólo se ha verificado el 98,6 %.
Con ese avance, el resultado seguía dando a Peña Nieto la victoria y a López Obrador con porcentajes muy similares al del conteo preliminar, divulgado al cierre de los comicios del domingo.
López Obrador ha reclamado el recuento de todos los votos, al igual que en 2006 cuando perdió por estrecho margen ante Felipe Calderón.
El candidato de izquierda señaló en conferencia de prensa que a diferencia de hace seis años, cuando sus partidarios bloquearon la capital, esta vez mantendrá su protesta por vías legales y pacíficas.
"Nuestros adversarios están nerviosos porque pensaban que íbamos a actuar de otra manera, pero vamos a seguir el procedimiento legal", dijo López Obrado en un escenario formado por un mosaico con miles de las tarjetas supuestamente usadas en el fraude.
Peña Nieto por su parte negó en una entrevista con la cadena británica BBC que su partido haya comprado un solo voto.
Las acusaciones sobre compra de votos pueden tornarse en punto central de la impugnación del resultado que la izquierda ya ha anticipado hará ante el Tribunal Electoral a partir del lunes.
López Obrador ha denunciado, además, inequidad en la campaña, que dijo estuvo rodeada de manipulación por los grandes medios de prensa para favorecer al PRI.
El resultado del cómputo oficial, que se divulgará en las próximas horas, debe ser notificado el domingo al Tribunal Federal Electoral, que luego tendrá dos meses para proclamar presidente tras estudiar las impugnaciones.
El conteo oficial se realiza sobre las actas de poco más de 144.000 casillas (mesas de votación), de las cuales más de la mitad fueron sometidas a un recuento voto por voto, ante posibles inconsistencias.
Esto implica verificar uno por uno los cerca de 25 millones de votos de un total de 49 millones depositados el domingo.
"El computo avanzó con normalidad sin incidentes mayores", informó el secretario ejecutivo del IFE, en conferencia de prensa en la que explicó que la demora se explica por la complejidad del conteo.
Pese al reporte de tranquilidad, la prensa reseñó que en Tizimín, localidad del estado de Yucatán (este), un enfrentamiento entre seguidores del PRI y del PAN dejó diez heridos leves.
En la capital mexicana, en las afueras de la sede electoral, un pequeño grupo de manifestantes obligó a que los automóviles que salen de allí abran sus baúles, según aseguraron para corroborar que no hay ingreso o salida de paquetes con votos.
Por su parte el movimiento estudiantil, autor de varias manifestaciones durante la campaña para oponerse a un retorno al gobierno del PRI, anunció este jueves nuevas movilizaciones para oponerse a lo que llamó proceso para imponer a Peña Nieto y dijo poseer 1.100 reportes, 600 videos y 63.000 fotos de irregularidades durante los comicios del pasado domingo.
Es "un proceso fraguado por los poderes fácticos nacionales y extranjeros" para lograr reformas estructurales, entre ellas una que afectaría el monopolio estatal del petróleo, dijo a la prensa Luis Coutier, vocero de los estudiantes.
El retorno del PRI es visto con desconfianza por muchos sectores que lo identifican con prácticas clientelistas y corrupción durante las siete décadas que mantuvo el poder en México hasta ser derrotado en 2000 por el Partido Acción Nacional (PAN).
Ese partido conservador sufrió una debacle el domingo, pues no solo se vio relegado al tercer lugar en la elección presidencial, si no que perdió su mayoría en el Senado y la gobernación de Jalisco (oeste), cuya capital Guadalajara es la segunda ciudad del país.
Frente a los análisis que atribuyen ese revés al descontento con su política antidrogas, que generó una ola de violencia que deja más de 50.000 muertos, en una entrevista con el diario Milenio el actual presidente Felipe Calderón dijo que "la responsabilidad es compartida".
La candidata del PAN, Josefina Vázquez, reiteró este jueves que acepta el resultado que la da tercera con 25%, pero pidió que se revisen las cuentas de las campañas y las denuncias sobre compra de votos.
"No podemos permitir que el uso ilegal de recursos no sea castigado", aseguró en un mensaje a la prensa en el que según AFP, también criticó a López Obrador cuando dijo: "No puede ser que haya actores políticos que solo reconozcan los resultados políticos cuando los favorecen".
En tal caso cabe preguntarse: ¿Acaso Peña Nieto no ha hecho eso mismo e incluso ir un poco más allá autoproclamándose presidente en unos comicios cuyo resultado oficial no ha sido divulgado ni tampoco refrendado por el ente competente?
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