Un juez boliviano ordenó la víspera detener a cuatro personas acusadas de ser parte de un complot urdido en 2009 contra el presidente de esa nación andina, Evo Morales, entre ellas el general retirado Gary Prado Salmón, el hombre que entonces con grados de capitán estuvo al frente de las tropas bajo cuyo asedio fue capturado el 8 de octubre de 1967, herido en una pierna y con su carabina inutilizada por un disparo, el líder revolucionario argentino-cubano, Ernesto Che Guevara.
Sixto Fernández, el juez que libró la orden de detención, investiga la denuncia del complot internacional desmantelado antes del intento de magnicidio en 2009. Por esa causa han sido acusadas un total de 39 personas bajo los cargos de sedición y terrorismo, incluidos el húngaro Elöd Tóaso y el croata-boliviano Mario Tadic, quienes fueron trasladados a la ciudad sureña de Tarija.
Fernández declaró rebeldes ante la ley a Prado Salmón, a Lucio Añez, Adalberto Tórrez y Juan Carlos Santiesteban por no acudir a la audiencia del caso, que se reinstaló el pasado martes en Tarija, informó Gary Prado Arauz, hijo y abogado del general retirado.
Según los cuatro declarados en rebeldía, residentes en Santa Cruz (al este de Bolivia), no pudieron acudir a Tarija por “motivos de salud”, dijeron sus abogados.
Asimismo, han alegado que el proceso debe continuar en Santa Cruz porque fue allí donde la policía realizó el operativo que en abril de 2009 desmanteló al grupo terrorista liderado por el húngaro-croata-boliviano Eduardo Rózsa.
En esa operación policial murieron Rózsa, el rumano Magyarosi Arpak y el irlandés Dwayer Michael Martin, mientras que Tóásó y Tadic fueron detenidos y recluidos en prisión en La Paz (al oeste).
La orden de captura emitida este miércoles coincidió con los 45 años de la muerte del Che en una escuelita del caserío de La Higuera, en Santa Cruz, un día después de haber sido detenido por Prado Salmón, ahora juzgado por vínculos con el complot contra el mandatario boliviano.
Prado Salmón está lisiado desde 1981 y en silla de ruedas por un disparo supuestamente accidental de otro oficial en medio de una operación militar. Desde 2009, no puede salir de Bolivia y está en arresto domiciliario, aunque se le permite dar clases en la universidad.
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