La selección nacional de béisbol de Brasil logró el triunfo más importante de su historia, al superar en el estadio Rod Carew a la selección anfitriona, Panamá, una carrera por cero, en la gran final del torneo clasificatorio de las Américas y conquistar así el pasaporte al III Clásico Mundial.
Por unos segundos el béisbol emuló con el fútbol en el gran gigante suramericano con este triunfo sublime, amparado por el extraordinario trabajo de un cuerpo de lanzadores exento de superestrellas, pero en un insuperable estado de forma.
El crédito de esta trascendental victoria correspondió al derecho Rafael Fernandes, quien cubrió de manera impecable las primeras entradas del encuentro, con solo dos hits permitidos, un boleto y dos ponches propinados.
Brasil marcó la única carrera del partido en el tercer episodio, impulsada por el receptor Yan Gomes, primer jugador en la historia nacido en esa nación en llegar a las Grandes Ligas estadounidenses, específicamente con los Indios de Cleveland.
Panamá, anfitrión del certamen, estuvo silenciado durante todo el desafío, sin embargo en el noveno inning montó una peligrosa rebelión al poner corredores en primera y tercera con solo un out.
En ese momento emergió la figura del derecho Thyago Vieira, quien se robó todo el protagonismo con ponches sucesivos a los toleteros Carlos Lee y Rubén Rivera, para apuntarse el punto por juego salvado más importante de su carrera deportiva. El joven de 19 años compiló así su segundo rescate en la justa, ambos ante la escuadra panameña.
El mejor bateador del partido fue el antesalista suramericano Leonardo Reginatto, con tres sencillos en cuatro veces al bate, para redondear un impresionante promedio de bateo de 583 (siete hits en 12 chances).
El elenco brasileño superó dos veces a Panamá en el torneo y otra a Colombia para finalmente agenciarse el preciado boleto al Clásico Mundial por primera vez en tres ediciones.
Barry Larkin, instalado en el Salón de la Fama del béisbol estadounidense, en Cooperstowns, por sus 19 magníficas temporadas con los Rojos de Cincinnati, dirigió de manera magistral a este equipo Brasil, pero sobre todo logró un rendimiento excepcional de su cuerpo de pitcheo.
La sabiduría de Larkin a la hora de seleccionar los serpentineros permitió a su staff trabajar para un excelso 0.66 de promedio de efectividad (dos carreras limpias en 27 entradas lanzadas).
Brasil consiguió así el último boleto en disputa al Clásico de marzo de 2013 y se unió al resto del pelotón integrado por Japón (campeón defensor), Cuba, China, Canadá, Estados Unidos, México, Holanda, Italia, Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico, Australia, Taipei de China, España y Surcorea.
A principios de diciembre se conocerá la organización definitiva de los grupos eliminatorios y también serán reveladas las nóminas de los 16 equipos implicados en la fase final del III Clásico.
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