El Gobierno español asegura que “no tenía conocimiento” de las actividades que Ángel Carromero, cuadro de Nuevas Generaciones del gobernante Partido Popular, llevaba a cabo en Cuba cuando tuvo el accidente de tráfico que terminó con la vida de los cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero el 22 de julio pasado.
Así lo afirma en una respuesta parlamentaria al diputado de Izquierda Unida (IU) José Luis Centella, a la que ha tenido acceso Europa Press.
El jefe de la democracia cristiana sueca, Jens Aron Modig, que viajó con Carromero a la isla, aseguró en una rueda de prensa en La Habana que ambos se desplazaron a Cuba “para entregar dinero” a Payá y ayudar a su hija a montar una rama juvenil ligada al Movimiento Cristiano de Liberación, organización fantasma de su padre.
Desde el accidente, por el que Carromero fue condenado en la isla a cuatro años de cárcel, el Ejecutivo español viene prestando “ayuda y asistencia, dentro de las funciones consulares” que le corresponden al Gobierno, se indica en la respuesta parlamentaria.
El Gobierno de Mariano Rajoy considera que las autoridades cubanas han “respetado” los derechos de Carromero a la asistencia consular y señala que los trámites de tipo administrativo y judicial en torno a su proceso se desarrollaron “con normalidad”.
En la actualidad, Madrid negocia con las autoridades cubanas la repatriación de Carromero, ya sea a través de una expulsión -lo que dejaría su pena extinguida- o de un acuerdo para que cumpla su condena en España, postura que defiende Cuba.
Pablo Casado, un asesor del político ultraderechista y ex líder del PP José María Aznar, es precisamente el cuadro del gobernante partido conservador español quién encargó Carromero su “misión” en Cuba, al ordenarle establecer contacto con una misteriosa “ciudadana española” radicada en Estocolmo, Muriel Aguado, encargada de organizar la logística del viaje del español con Aron Modig, joven político sueco de extrema derecha con conexiones en Estados Unidos.
Carromero aceptó la “misión” ilegal en Cuba confiada por Casado aún sabiendo que ni podía manejar un vehículo legalmente.
Aron Modig confesó públicamente en La Habana haber viajado a Georgia, USA, poco antes del viaje a Cuba, para consultar con el IRI y el NDI, subsidiados por la USAID, y conocidos patrocinadores de varias operaciones millonarias de desestabilización contra la Revolución cubana, desde hace décadas. (Con información de agencias)
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