Francisco G. Navarro*
Los torpederos dominicanos José Reyes (Azulejos de Toronto) y Hanley Ramírez (Los Ángeles Dodgers) son hoy los modelos en su posición para el cubano Erisbel Arruebarruena, todos preseleccionados para jugar el Tercer Clásico Mundial de Béisbol.
"El Grillito" Arruebarruena, quien en su niñez tuvo como ídolo al habanero Germán Mesa, comentó que ambos jugadores quisqueyanos "me cuadran", por me gustan en el lenguaje coloquial de los jóvenes cubanos.
Arruebarruena, que cumplirá 23 años el 25 de marzo, es dueño absoluto de las paradas en corto en la selección de la isla desde la Copa Mundial de Panamá y los Juegos Panamericanos de Guadalajara, ambos eventos en octubre de 2011.
Del torneo en el Istmo guarda el mejor recuerdo de su corta carrera deportiva, un grand slam en su primer turno al bate, mientras como el peor señala el error en fildeo que costó la eliminación de Cienfuegos frente a Pinar del Río en semifinales de la campaña 2010-11.
Acerca de aquel momento negativo y la ola de comentarios levantada en torno al desliz, indicó que estuvo días sin querer hablar de pelota, pero en todo momento contó con el apoyo de técnicos, admiradores, y fundamentalmente la familia.
"Los que saben siempre me apoyaron, en esa ocasión se me levantó la pelota", recordó el más espectacular de los torpederos cubanos del momento.
"Pero hay opiniones que permanecen en el tiempo, sin tener en cuenta la calidad de los terrenos de juego en Cuba, donde uno no siempre puede hacer lo que quiere", apuntó el jugador de los Elefantes cienfuegueros.
Acerca de su forma de jugar, en muchas ocasiones al borde del peligro, aseguró: "yo me conozco, sé cuando hay out y cuando no; en el primer caso no me gusta quedarme con la duda y tiro", al referirse a sus disparos a la inicial desde la profundidad del llamado "hueco".
"Los entrenadores me alientan a que siga mi juego y no tengo preferencia para fildear hacia la mano izquierda o la derecha, siempre me preparo para atrapar la bola por donde venga", acotó.
En el curso del diálogo Arruebarruena señaló que en esta temporada tuvo un mejor recibimiento por la afición de Ciego de Ávila, parte de la cual le había sido hostil en la anterior.
"A mi me gusta llevarme bien con todos, y considero necesario hablar con las personas tanto cuando están bien como cuando andan mal en su desempeño", comentó.
Interrogado sobre sus aportes ofensivos recordó que en su deporte el implemento más difícil de emplear es el bate, pero los entrenamientos de la selección nacional le han ayudado a mejorar su sistema de trabajo en el cajón.
Destacó la labor que han realizado con él en ese sentido el mítico jonronero y coterráneo Pedro José Rodríguez, al frente del área en la selección, y el director Víctor Mesa.
"A veces es la mente la que no te responde y, por eso, caes en un slump a la ofensiva".
Incluido en la lista de inhabilitados por el Cienfuegos desde el pasado día 15 a causa de una lesión en un muslo, Arruebarruena precisó que también puede desempañarse en la defensa de la segunda base, la tercera y el jardín central.
"De hecho en un Mundial Juvenil jugué como camarero regular", concluyó.
(*) Corresponsal de Prensa Latina en Cienfuegos.
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