El escritor cubano Leonardo Padura consideró hoy que su distinción con el Premio Nacional de Literatura rompe esquemas y abre espacios a lo diferente en este país.
En vísperas de recibir el máximo galardón de las letras en Cuba, el laureado ensayista y novelista compartió con lectores y firmó ejemplares de su best-seller El hombre que amaba los perros.
"Será un día muy significativo para mí, porque este premio rompe esquemas, abre espacios y demuestra que desde dentro de Cuba se puede tener una actitud diferente", reconoció Padura.
Célebre por su tetralogía policial del personaje Mario Conde y sus reportajes literarios, Padura es también conocido por su compromiso con el análisis crítico de la realidad nacional.
Más allá del reconocimiento personal, el también periodista dijo que haber establecido un diálogo con sus lectores, que desafiaron la llovizna y el frío sabatino, son la verdadera esencia del premio.
La XXII Feria Internacional del Libro servirá de escenario para galardonarlo y a propósito fue vendida una nueva edición de su novela sobre el asesinato del revolucionario ruso León Trostky en México.
"La novela narra un episodio esencial en la historia del siglo XX, muy complejo de escribir, que me forzó a buscar un recurso literario para mantener al lector enganchado", comentó Padura.
"Escribirla me tomó tres años, pero descubrí mucho de una historia bastante desconocida para los lectores cubanos, con los cuales tengo un compromiso que intento defender", señaló el autor.
Reveló que sus editores españoles le pidieron más síntesis en el original, pero el defendió la acuciosidad histórica, pensando sobre todo en los lectores de su país, que luego se la agradecieron.
Prueba de ello fueron las largas y tumultuarias filas vividas en 2011 para comprar la novela, tal y como aconteció este sábado en el Pabellón Cuba, una de las subsedes de la Feria-2013.
Además presentó Un hombre en una isla, un compendio de crónicas, ensayos y "obsesiones" publicadas en diferentes medios, donde el periodista que aún lo habita se desahoga y habla de su Cuba.
Al respecto, habló sobre un género venido a menos en este país, la crónica deportiva, aún lastrada con demasiados compromisos que impiden un ejercicio crítico y reflexivo.
"Como no soy cronista deportivo, puedo escribir lo que pienso del béisbol, y aunque faltan espacios para respirar, en los últimos tiempos he visto un crecimiento en sus posibles funciones", estimó.
Amante del béisbol y autor de un libro imprescindible (El Alma en el Terreno), Padura declinó sonriente opinar sobre el equipo Cuba que disputará el cercano Clásico Mundial, aunque confesó que le pareció bueno.
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