Holanda y Cuba disputaron hoy tremendo duelo de toma y daca en el Tokyo Dome, finalizado en dramático desenlace favorable a los tulipanes de siete anotaciones por seis, un resultado con el cual los de la chamarra naranja, convertidos en la pesadilla de los elencos de la Mayor de las Antillas, lograron el boleto San Francisco, sede de las rondas de semifinales y final del III Clásico Mundial de Béisbol.
Con ello la selección de los también llamados Países Bajos terminó por escribir el más importante capítulo de su historia beisbolera, una historia a no dudar en franco ascenso. De ahí que en la habitual conferencia de prensa tras el encuentro el mánager ganador no mostrara otra cosa que euforia. "Fue una proeza, con muchas bajas, en un encuentro muy peleado", resaltó.
Hensley Meulens tuvo también palabras de reconocimiento y elogio para Cuba y señaló que es un honor integrar el cuarteto élite del torneo en San Francisco al lado de Japón, Estados Unidos e Italia.
Por su parte, el mentor cubano Víctor Mesa, conciliador y apesadumbrado, descartó que las culpas fueran a parar sobre algún pelotero en particular: "No voy a responsabilizar a los jugadores. Algunas cosas pudieron hacerse mejor, pero estoy muy orgulloso de ellos, de toda la entrega y el tesón que pusieron en cada salida y por mi parte asumo la derrota", declaró.
Acompañado del slugger José Dariel Abreu, quien hoy disparó un vuelacercas, el mítico y a la vez controvertido No. 32 destacó el nivel alcanzado por el béisbol cubano y el trabajo realizado en la preparación a lo largo de varios meses.
Al corresponderle su turno, el cienfueguero Abreu no pudo contener las lágrimas al encomiar a sus compañeros y al equipo en general y a la vez admitir "que no pudimos cumplir con el objetivo".
"Sabemos que hay tristeza en nuestras familias, en Cuba entera donde la pelota se siente con pasión, pero nos marchamos contentos aunque no felices. Los muchachos dejaron una buena impresión. No pudimos completar el trabajo, lamentablemente", acotó Víctor Mesa.
Varias veces pareció que el boleto a San Francisco, California, sede de la fase decisiva de la justa, quedaría en manos de los cubanos para repetir la hazaña del Clásico de 2006 cuando incluso llegaron a disputar el título a Japón, a la postre campeón.
Imprecisiones de diverso tipo impidieron a los caribeños completar su performance. Detalles ofensivos y defensivos que a la larga fueron determinantes ante una Holanda crecida y con mucha garra para luchar por el éxito.
Un partido tenso y equilibrado en el cual los europeos debieron aplicar el juego chiquito por ausencias notables. Wladimir Balentien lesionado en el primer innings y Yurendell Decaster en el quinto. Ausente Roger Bernadina por un pelotazo la víspera.
Así y todo, con economía y oportunismo los tulipanes abrieron el marcador en el final del tercero frente al veloz Vladimir García. Doble de Randolph Oduber, hit de Andrelton Simmons por el short, sacrificio de Schoop y fly de sacrificio de Andruw Jones. Luego la segunda por sencillo de Curt Smith.
Pero Cuba ripostó rápido contra el abridor holandés Orlando Yntema en la parte alta del cuarto y empató al cotejo a dos carreras. Tubey de Yulieski Gourriel, sencillo de José Miguel Fernández y jonrón enorme de José Dariel Abreu.
Más tarde, y sin conectar de hit, los vencedores volvieron a la carga para irse delante en el final del cuarto. Base a Sams que llegó a tercera por fielder choice de Oduber, quien después robó segunda. Fly de sacrificio de Simmons para el 3x2.
Acto seguido, una falla grande de la mecánica defensiva cubana con el robo de Oduber a tercera, el tiro del receptor Frank Camilo Morejón y Gourriel alejado de la base no pudo retener la bola y el encuentro se puso 4x2.
Pero volverían a reaccionar de forma vigorosa los cubanos en el quinto ante los envíos del relevista Martis. Imparable de los emergentes Luis Felipe Rivera y Alexei Bell y otro biangular de Gourriel colocaron la pizarra nuevamente con abrazo: 4x4.
Las esperanzas de hacer el grado aumentaron cuando en el octavo los cubanos tomaron ventaja de dos carreras que parecía definitiva. Martis abrió la entrada con boleto a Cepeda, luego se sucedieron cañonazo al left de Pito Abreu y fly largo de Alfredo Despaigne antes de la entrada al box de Leon Boyd, al cual saludó Yasmani Tomás con imparable y línea de sacrificio al izquierdo de Eriel Sánchez.
Con el marcador 6x4 el zurdo Norberto González, sustituto de Vladimir García desde el cuarto capítulo, iba camino a la actuación de su vida. Apenas se equivocó con un rompimiento que quedó sobre lo alto y fue suficiente para la igualada: bambinazo de Simmons con uno en base.
El zurdo cienfueguero pudo sacar el primer out en el noveno con el juego 6-6, pero en el límite de sus lanzamientos hubo de ceder paso al también avileño Yander Guevara. Rolata por tercera de Andruw Jones terminó con error de Gourriel, al que, como dicta el viejo axioma beisbolero, le siguió metrallazo al izquierdo de Curt Smith.
Vino entonces al rescate el pinero Raisel Iglesias, quien toleró incogible al derecho para repletar las bases y entregarle la pelota al cerrador Diosdani Castillo con el rancho en llamas. Armado de toda la calma del mundo, Kalian Sams le pegó elevado al central, suficiente para que el hombre instalado en la antesala, aquel que ganó la inicial con una conexión inofensiva, anotara caminando la carrera con la cual, de un tirón, se esfumó el sueño de San Francisco.
Al comienzo del encuentro, atletas de los dos conjuntos y asistentes al choque en el Tokyo Dome guardaron un minuto de silencio por las víctimas del tsunami ocurrido en Japón el 11 de marzo de 2011.
Anotación por entradas (Tokyo Dome, Tokio, Japón)
123 456 789 C H E
Cuba 000 220 020 6 12 2
Holanda 002 200 021 7 12 0
Ganó: Loek Van Mil / Perdió: Yander Guevara / Jonrones: José Dariel Abreu (Cuba) y Andrelton Simmons (Holanda)
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