Andrés Gómez*
Miami.- Sí señores y señoras escojo como título de este pequeño trabajo la vibrante frase con las que se anuncia el comienzo de cada nueva función de un circo. Tanto las de los circos pequeños, de los que no hay tantos en estos tiempos, como también las de los circos grandes y fantásticos. El circo al que me refiero en este trabajo es uno de los grandes y fantásticos, quizás el más costoso y fantástico de todos, que tiene un poco más de 54 años de continua existencia. Es el Gran Circo de la Contrarrevolución Cubana, producido y dirigido por diversas agencias y organismos del gobierno de Estados Unidos durante 11 Administraciones estadounidenses: las de los presidentes Eisenhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Carter, Reagan, Bush, Clinton, la del otro Bush y la actual de Obama.
En estos tiempos la cartelera de este Gran Circo ofrece dos espectáculos simultáneos: uno de los dos muy novedoso, de hecho nunca antes visto en este Gran Circo, en el que la Figura Estelar es la Cibernauta Por Excelencia, Yoani Sánchez, en su Gran Tournée: Otra Vuelta al Mundo en 80 Días, ésta en Primera Clase. El cual ha tenido una producción de altura, con un montaje espectacular y una costosísima publicidad a nivel mundial. Y el segundo de estos espectáculos, realmente de un orden secundario, bastante gastado en su género, es la otra gira en Europa y Panamá y quizás Puerto Rico, de la oscura (y no la califico así por el color de su piel… no me malinterpreten…) Berta Soler (quien no es cibernauta) “principal representante y portavoz” de las hacendosas Damas de Blanco, las del gladiolo rosado semanal; siempre uno sólo por Dama…ahorrativas las muchachitas…
Estos periódicos espectáculos del Gran Circo de la Contrarrevolución Cubana siempre han contado con famosas figuras fugaces. Digo fugaces ya que resplandecen y hasta deslumbran por cierto tiempo en un firmamento virtual montado a Gran costo, con Gran habilidad técnica y con Gran conocimiento cibernético por sus productores y directores. Si mal no recuerdo, el primero de estas figuras fugaces del nuevo tiempo fue Ricardo Bofill. ¿Alguien se acuerda de Bofill? Figura fugaz quien llegó a mantener, nada menos, que en un tiempo él había sido Rector de la Universidad de La Habana… El pobrecito.
Entre los que lo siguieron se encuentran figuras fugaces como aquella poetisa, María Elena Cruz Varela, la del toque de mártir, además de la onda artística-intelectual. Como también aquel otro, casi analfabeto y aprendiz de terrorista y de inválido, Armandito Valladares, a quien sus amos lo nombraron su Embajador ante los Organismos de la ONU en Ginebra, nada menos que ante su respetabilísima Comisión de Derechos Humanos. O aquella triste mujer, también estrella fugaz de este Gran Circo, Paula Valiente, con quien los productores del circo montaron un espectáculo eminentemente folclórico, que durante sus funciones ella nunca podía separarse de una imagen, bastante grandecita, de la Virgen de la Caridad del Cobre, a la que por años llevó a rastras. Esta gente, los productores y directores de este Gran Circo, no respetan a nada ni a nadie.
Además de las Estrellas y Estrellos antes mencionados los productores y directores de este Gran Circo han montado espectáculos para muchas otras Estrellas y Estrellos fugaces y para muchos otros embelecos que este pequeño trabajo no tiene espacio para mencionar.
Grande ha sido el costo de todos los espectáculos de este Gran Circo de la Contrarrevolución Cubana y otros planes de los gobiernos de Estados Unidos en contra de los derechos a la vida, a la paz, al desarrollo, a la independencia y a las libertades fundamentales del pueblo cubano. Aunque más caro aún ha sido el precio que el pueblo cubano, principalmente en vidas y sacrificios, ha tenido que pagar por sus consecuencias.
De acuerdo a un reciente estudio realizado y dado a la publicidad por el General Accounting Office (GAO por sus siglas en inglés) –Oficina General de Auditoría- del gobierno de Estados Unidos, ese gobierno destinó 205 millones de dólares entre 1996 y 2011, quince años, para financiar programas encubiertos para “promover la democracia en Cuba”, como dicen ellos; nosotros como bien sabemos son fondos para financiar proyectos subversivos en contra del bienestar del pueblo cubano y para provocar el derrocamiento de su gobierno. Y estos son los fondos destinados contra Cuba (sin contar los 30 millones de dólares anuales durante esos años para financiar a Radio y TV Martí que en 15 años suman otros 450 millones de dólares) reconocidos por sobre la mesa, a la vista pública. Imaginémonos cuántos otros cientos de cientos de millones de dólares irán por debajo de la dichosa mesa.
Pero bueno, ahí está el pueblo cubano vivito y coleando, a pesar a todos los pesares; a pesar de todas las Estrellas fugaces de ese Gran Circo de la Contrarrevolución Cubana y de todos los demás embelecos.
En su reciente visita al Congreso en Washington la Cibernauta Yoani, según la cita El Nuevo Herald, declaró: “Si todos los cubanos que están tratando de hacer algo dentro de la Isla para democratizar el país pudieran llegar hasta aquí, estoy segura de que podríamos llenar esta sala”.
¡Vaya se le escapó la verdad a la Cibernauta! Según dijo, todos los que en Cuba están con ella y con los dueños de los caballitos, digo del Gran Circo, llenarían un salón, y no de los grandes, del Capitolio de Washington.
¿Así que según la Cibernauta Yoani este es el gran logro de su campaña, de su espectáculo, y muchísimo más importante aún, de 54 años de guerra en contra del pueblo cubano?
¿Qué pasa Cibernauta? Cuidadito, ten siempre presente que este es un Gran Circo de Estrellas fugaces y le estás fallando a tus productores y a tus directores...
(*) Director de Areítodigital.
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