Julio Ferreira
Apenas conocida en España y con una suspicaz escasa membresía la ONG Solidaridad Española con Cuba (SEC) pareciera haber sido desempolvada de la época de la Guerra Fría. Una sorprendente similitud recuerda aquellas creadas y financiadas por la CIA para encubrir su labor de subversión contra el antiguo bloque soviético y los países del Tercer Mundo.
No son pocas las operaciones encubiertas financiadas por esa agencia de espionaje para manipular ONGs – ficticias o reales – en función de lograr los objetivos políticos de Washington de cambiar a líderes y gobiernos de países que no respondían a sus intereses hegemónicos; y Cuba, obviamente, no ha sido la excepción.
Sucesivas administraciones norteamericanas y sus servicios especiales no han escatimado esfuerzos ni multimillonarios fondos para destruir a la Revolución Cubana. En ese empeño extendieron su cerco subversivo también al escenario europeo, valiéndose, entre otros métodos, de la vieja estratagema de utilizar como “fachada” ONG´s que actúan en realidad como “Caballo de Troya”.
Recurriendo a sus contactos en España crearon en marzo de 2005 esta supuesta ONG que bautizaron – con el deliberado propósito de sembrar la confusión con los movimientos de solidaridad con la Isla – con el nombre de Solidaridad Española con Cuba.
Así aparece inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones Españolas como “organización independiente y sin fines de lucro”. Aunque en realidad no es independiente y su actividad resulta especialmente lucrativa gracias a los abundantes fondos que recibe, y maneja sin transparencia alguna, de agencias federales e institutos norteamericanos. En fin, un ardid que también emplea para burlar al fisco español.
Bajo el pretexto de que su objetivo es “la defensa de los derechos humanos y las libertades públicas en Cuba”, esta pretendida ONG se imbrica en el esquema subversivo norteamericano en el llamado Viejo Continente, difamando sistemáticamente la realidad cubana mediante campañas mediáticas para promover – sin éxito alguno – el aislamiento internacional de la mayor de las Antillas.
Sin embargo, su principal misión asignada es otra: contribuir a la desestabilización del orden constitucional cubano. Para ello reclutan, entrenan y financian viajes de emisarios para recopilar información sobre la situación interna, realizar evaluaciones sobre las reales potencialidades de diferentes grupúsculos contrarrevolucionarios y abastecer – con indicaciones, dinero, recursos tecnológicos y otros materiales – a sus cabecillas.
Entre sus principales receptores están las minúsculas organizaciones contrarrevolucionarias como las autodenominadas Damas de Blanco y los llamados periodistas independientes, el Movimiento Cristiano de Liberación, Partido Arco Progresista y el Comité por la Integración Racial .
Así esta supuesta ONG contribuye a encubrir la ruta del dinero que destina la administración norteamericana a la contrarrevolución interna, la que viene recibiendo buena parte de esos fondos desde Europa y América Latina, y no directamente de los Estados Unidos.
También, de esa manera, complace a Washington que ahora insiste en utilizar como emisarios a nacionales de otros países, pues no quiere que se le repita otro suceso como el del contratista, Alan Gross. Tal postura, naturalmente, tiene la intencionalidad adicional de crear problemas a algunos gobiernos europeos y latinoamericanos en sus relaciones con Cuba.
Sería ingenuo desconocer que consecuencia de lo anterior es el caso del vicesecretario de Nuevas Generaciones del Partido Popular (PP) español, Ángel Carromero, quien ingresó a Cuba como turista para en realidad sostener reuniones conspirativas y abastecer con una generosa suma de dinero al contrarrevolucionario Oswaldo Payá Sardiñas.
El trágico accidente de tráfico que lamentablemente costó la vida a dos nacionales pertenecientes a la llamada disidencia y del que resultó responsable el joven dirigente conservador español destapó públicamente la misión subrepticia que lo trajo a la Isla, evidenciándose además su total correspondencia con los planes subversivos norteamericanos y con la labor injerencista y desestabilizadora que también desarrolla esta supuesta ONG española.
El presidente de la llamada SEC es el español Ricardo Carreras Lario, quien antes de crearla realizó numerosos viajes a la Isla utilizando la fachada de turista. Así contactó sistemáticamente a varios cabecillas contrarrevolucionarios a los que entregó instrucciones, dinero y otros recursos, además de recolectar información sobre la situación del país. Aunque también aprovechó esas visitas para involucrarse en algunos negocios ilícitos con fines de lucro personal.
Luego de que en su último viaje las autoridades cubanas le advirtieran oficialmente por sus actividades conspirativas totalmente ajenas a su condición de turista y la aduana le decomisara varias obras de artes, pertenecientes al patrimonio nacional, y una buena cantidad de cajas de tabacos que intentó sacar de contrabando, se ha dedicado a reclutar emisarios en terceros países y entrenarlos en medidas de seguridad para burlar eventuales controles de las autoridades de la Isla.
Pero ¿quién es en realidad Carreras Lario? Graduado en master en gestión política en la Universidad George Washington. Fue en esta época que tuvo sus primeros contactos con representantes de agencias federales norteamericanas y trabó amistad nada menos que con el conocido agente CIA Frank Calzón, quien se encontraba al frente del Programa Cuba en la organización Freedom House y luego creó el llamado Center for a Free Cuba para sacarle millones de dólares a la USAID para la subversión en Cuba.
Posteriormente el señor Carreras Lario obtuvo un importante puesto como estratega en The Rendon Group, en Washington, DC. Una empresa especializada en operaciones psicológicas, con estrechas relaciones con el Departamento de Estado, el Pentágono, el Comando Estratégico y varias agencias de inteligencia estadounidense, incluida la CIA. Esta entidad ostenta un tenebroso historial en apoyo comunicacional a las intervenciones militares norteamericanas en: Panamá, Irak, Kosovo, Afganistán, entre otras. Además de desarrollar una intensa labor de guerra psicológica contra Venezuela dirigida a criminalizar la figura del Presidente Hugo Chávez.
Pero aún hay más. Este “directivo” dice ser también el presidente de otra curiosa empresa nombrada Latin Analysis Inc., que asegura dedicarse a la elaboración de proyectos de asesoría política a gobiernos y candidatos de la derecha conservadora en América Latina; aunque en realidad pareciera más una “tapadera” para la labor de infiltración y desestabilización de países progresistas latinoamericanos.
A pesar que la sede oficial de la llamada SEC dice radicar en Zaragoza, tiene su centro de operaciones en un edificio sito en la c/San Bernardo No. 74, 2-I, Madrid, 28016. Sin embargo, no existe ninguna referencia que radique en este lugar, pues utilizan como cobertura a una organización de derechos humanos nombrada “Gair Internacional” que es la que tiene rentados los locales.
En su sito digital www.solidaridadconcuba.com no muestra ninguna transparencia en cuanto a los abundantes fondos que recibe ni el manejo que hacen de los mismos. No obstante, se sabe que la referida SEC es uno de los principales canales empleados por el Instituto Republicano Internacional (IRI) de Estados Unidos que entrega fondos públicos a organizaciones, instituciones y ONGs extranjeras que promueven proyectos desestabilizadores contra Cuba de la extrema derecha norteamericana y de la CIA.
Muestra de ello es que el IRI entregó a la SEC 615 500 dólares a invertir entre septiembre de 2008 y diciembre de 2009 (esta cantidad es sólo la que aparece declarada públicamente y no incluye otros fondos millonarios que otorga el Gobierno de EEUU y sus agencias de inteligencia). Ver artículo en http://miradasencontradas.files.wordpress.com/2012/04/iri-sec.pdf
También conserva sus excelentes relaciones y continúa recibiendo generosos fondos de la Freedom House, que a su vez es financiada por la Fundación Nacional para la Democracia (NED) para promover los objetivos e intereses de la política exterior norteamericana.
Tales actividades de esta seudo-ONG y su “presidente”, el Sr. Carreras Lario, muestran claramente que estamos ante una organización que se corresponde más al accionar de un servicio de espionaje que a una ONG propiamente, siendo en definitiva una copia fiel de las creadas y manipuladas por la CIA durante la Guerra Fría, pero que en este caso en particular tiene la evidente misión de contribuir a subvertir el orden constitucional cubano.
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