La selección de fútbol de España debió sufrir hoy hasta la veleidosa tanda de penales para superar el trauma de haber caído en la semifinal de la anterior Copa Confederaciones. Italia, su rival, le puso las cosas bien difíciles e incluso pudo haberse llevado el triunfo, pero finalmente cayó 6-7 en los disparos desde el manchón de los doce pasos, resultado que asegura el primer enfrentamiento entre Brasil y España de los últimos catorce años.
De ahí que como dijera el bigotudo Vicente del Bosque, seleccionador de La Roja: “A pesar de todo lo que hemos ganado, nuestros jugadores siguen ilusionados como unos críos. Es bueno que tengamos la emoción de un niño y queramos ganar en el Maracaná (el domingo) a una selección como Brasil”.
En el estadio Castelao, de Fortaleza, los dos finalistas de la Eurocopa 2012 disputaron 120 minutos de un partido trepidante, saldado a la postre en una tanda en la que se marcaron doce penales consecutivos (record) antes de que Bonucci conociera de primera mano la proverbial mala suerte del número 13.
La conclusión llegó justo después del disparo desviado del defensor marcado con la dorsal 19, cuando con la oportunidad de meter a su equipo en la gran final, Jesús Navas, jugador del Manchester City, se tomó toda su calma para condenar a la azzurra a su quinta derrota en seis tandas de penales en competiciones de la FIFA.
EL PARTIDO
Los españoles avisaron rápido sobre sus intenciones, con una llegada de Pedro Rodríguez que se fue por milímetros luego de dejar sin opciones al guardameta Gianluigi Buffon.
A los 17 llegó la primera clara de Italia, que exigió a Iker Casillas en un mano a mano con Christian Maggio, y casi seguidamente volvieron a amenazar con dos cabezazos en el área chica.
Maggio repitió la fórmula a los 36 tras un centro de Emanuele Giaccherini, pero nuevamente el arquero del Real Madrid le ahogó el grito de gol. España tenía la pelota, pero Italia las mayores oportunidades, de ahí que en el complementario los ibéricos pisaran el acelerador.
Los campeones del mundo brillaron durante la prórroga. Juan Mata dictó el ritmo del juego y Navas planteó una amenaza constante por la banda derecha. Jordi Alba estuvo a punto de abrir el marcador y Xavi la reventó contra el poste, mientras Vicente del Bosque y Prandelli patrullaban nerviosos las respectivas áreas técnicas. Sus niveles de estrés siguieron subiendo con el comienzo de los cobros desde el punto penal, suerte de ruleta rusa en la que nunca le ha ido bien a los itálicos.
A propósito, los doce penales consecutivos que han transformado España e Italia suponen todo un récord en las Copas Mundiales de la FIFA y en las Copas Confederaciones. Además, se trata de la tanda de penales con el registro goleador más abultado de un partido entre selecciones masculinas absolutas en una competición de la Federación Internacional de Fútbol Asociado.
Así las cosas, Italia se enfrentará a Uruguay en el partido por el tercer puesto en Salvador, el escenario de la derrota de los azzurri a manos de Brasil y de la victoria de la Celeste sobre Nigeria en la fase de grupos. El encuentro por el bronce comenzará a la una de la tarde (hora local) del domingo, y la gran final se celebrará seis horas después en el histórico recinto del Maracaná. Para entonces, Brasil, que ya se encuentra en Río preparándose para el gran día, habrá disfrutado de un día más para recuperarse de sus esfuerzos en la semifinal.
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