Se trata de una decisión del gobierno federal que tiene como objetivo mejorar los servicios públicos de salud, por lo tanto se basa en una acción humanitaria, resaltó Patriota en una audiencia pública celebrada en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados.
La idea es traer al médico dispuesto a trabajar, en lugares a los que no quieren ir los profesionales brasileños y hay extranjeros preparados para realizar esta labor, subrayó al ironizar que "tal vez no muchos médicos austríacos, por ejemplo, quieran hacerlo".
El ministro brasileño de Salud, Alexandre Padilha; y el representante de la Organización Panamericana de Salud (OPS), Joaquín Molina, firmaron la víspera un acuerdo que establece la cooperación cubana en la atención médica en este país.
Según el convenio, se prevé que 4 mil galenos de la isla presten servicios en hospitales y clínicas de 701 municipios, de los cuales el 84 por ciento se ubican en las regiones del norte y noreste de Brasil, afirmó Padilha.
Los primeros 400 cubanos participarán, junto con casi 2 mil profesionales nacionales y extranjeros de España, Portugal, Argentina y Venezuela, en un curso de casi un mes en universidades federales sobre la salud pública brasileña y de idioma portugués.
Las clases serán impartidas en ocho capitales estaduales (Porto Alegre, Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Brasilia, Salvador, Recife y Fortaleza) y tras esta etapa, serán enviados a sus respectivos sitios de trabajo.
Para el canciller Patriota, la decisión de traer galenos extranjeros "tiene que ver con la carencia de profesionales en esas áreas de Brasil. Es algo aceptado internacionalmente y fue realizado en el marco de una acuerdo con la Organización Panamericana de Salud (OPS), lo que garantiza que se trata de una buena práctica".
Estadísticas oficiales revelan que esta nación cuenta con 1,8 médicos por cada mil habitantes, una tasa muy baja con respecto a otras naciones latinoamericanas.
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