Después de que el Gobierno cubano flexibilizara la política migratoria del país, las personas interesadas en viajar se han dado cuenta de que obtener el pasaporte es solo el inicio de los complicados preparativos para la salida al extranjero.
Durante más de cinco décadas muchos cubanos creían erroneamente que el único obstáculo que les impedía viajar era el permiso de salida de las autoridades de migración en la Isla. Pero incluso ahora, tras la abolición de la llamada ‘carta blanca’, no pocos de aquellos descreídos ciudadanos tampoco consiguen realizar el anhelado proyecto y no es Cuba la que pone trabas. La mayoría de los Estados exige un visado, cuya obtención es larga y costosa.
En su más reciente salida al aire, la gustada sección Cuba dice, del Noticiero Nacional de Televisión, abordó el comportamiento de las nuevas medidas migratorias, a ocho meses de su puesta en vigor.
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