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sábado, 28 de septiembre de 2013

Vicepresidente cubano llama a pasar a la acción contra indisciplinas e ilegalidades

José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (CC PCC) y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, llamó hoy a intensificar la batalla contra las indisciplinas sociales.
La intervención tuvo lugar en la sesión de clausura del VIII Congreso de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), a la que asistió el General de Ejército Raúl Castro, Primer Secretario del CC PCC y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Machado Ventura enfatizó la necesidad de que los comités pasen a la acción contra esas prácticas que nada tienen que ver con una sociedad construida con esfuerzos y sacrificios.
A continuación el texto del discurso pronunciado por Machado Ventura en la clausura del evento:

General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
Compañeros representantes de delegaciones amigas aquí presentes.
Compañeras y compañeros delegados e invitados:
El informe central discutido ampliamente por ustedes por su valioso contenido, demuestra una vez más que no son los largos, a veces tediosos y reiterativos documentos los que deben preceder a estos eventos. En él se recoge en pocas cuartillas lo que interesa para discutir y comprometer a la masa cederista en los momentos actuales y futuros.
Teniendo en cuenta lo anterior, estimamos dedicar nuestras conclusiones a aquellos asuntos, temas y tareas que se consolidan, están en proceso de cambios o adecuaciones, y las que tenemos que acometer con inmediatez, dinamismo y el máximo fervor a que nos tienen acostumbrados la organización cederista, sus cuadros y militantes.
Percibimos que el proceso desde la base hasta llegar a este momento final ha tenido características especiales. Ha hecho énfasis en las cuestiones de contenido, definiciones y compromisos, distanciándose de todo formalismo y de promesas, que en la práctica y con el paso del tiempo, restaban credibilidad y mermaban la confianza, en particular, del actuar de nuestros cuadros. Todos somos responsables de lo anterior, entiéndase que compartimos la crítica.
En la actualidad la Organización tiene contenidos más definidos e identificados con nuestra realidad, y por tanto más cerca de lo que siente y opina nuestro pueblo. Es precisamente esto lo que puede y debe facilitar que la respuesta de la masa cederista sea más rápida y efectiva, si tenemos en cuenta con toda intención las condiciones de carácter material, así como las socioculturales de cada lugar donde la organización de base se desempeña.
Lo anterior nos permite pedir de cada cual en su barrio, en su entorno, la contribución a las tareas inmediatas y priorizadas para encontrar siempre, con su activa participación, la solución a aquellos problemas que son propios de la comunidad y de su gente.
No estamos ajenos de conocer incumplimientos y hasta indolencia en determinados responsables de ejercer funciones administrativas en busca de soluciones a problemas que afectan a la comunidad, o por lo menos atenuarlas, y no solo hablamos de dirigentes y funcionarios de niveles de base e intermedio, puede suceder también en las Organizaciones de Masas y por qué no en el propio Partido.
Pero es muy saludable dejar claro que la labor del cuadro o militante cederista consiste en explicar, razonar y convencer en aquellos casos, que no son pocos por cierto, en que hay verdaderas limitaciones de carácter objetivo, donde las posibilidades económicas deben tenerse muy en cuenta y hay problemas que se han venido acumulando durante años. Su solución llegará, pero no siempre con la premura que se puede plantear con toda justicia. Hay que documentarse, tener información de la situación y las presiones que en el campo económico el gobierno de los Estados Unidos, ha ejercido contra nuestro pueblo durante más de 50 años y reforzado en los más recientes.
Hablemos claro, no es el famoso teque el arma fundamental del cuadro cederista, todo lo contrario, es el dominio y conocimiento de los obstáculos e inconvenientes para que con toda franqueza los pueda trasladar a los que con razón claman por una u otra solución.
Los tiempos han cambiado, los CDR y las tareas también, porque después de más de 50 años, el país, su gente, las condiciones, necesariamente son otras. Los nuevos problemas demandan nuevos métodos y formas para enfrentarlos y encontrar la posible solución, por ello la Organización tiene que actualizarse.
Recordar que por recomendación de la Primera Conferencia Nacional del Partido, la organización cederista desarrolló un proceso de análisis y adecuación de sus estructuras, actualizó el contenido de trabajo y reformuló la labor de los cuadros para atender de forma diferenciada a barrios y comunidades, priorizando los lugares de mayor complejidad social, bajo el principio del trabajo en equipo y el vínculo sistemático con los dirigentes de base y cederistas.
La estructura ha experimentado verdaderas modificaciones, es innegable que facilita llevar a la práctica el método adecuado y en especial, el verdadero concepto de trabajo y atención integral más flexible, pero siempre debemos recordar que una estructura, por perfecta que pretenda ser, no lo resuelve todo, si en ella no está incluida el estilo y las condiciones personales del cuadro o dirigente de cualquier nivel. Esto debe quedar claro para todos, reitero, la estructura funciona si los cuadros funcionan. En relación a esto ustedes han iniciado un amplio proceso de renovación que comienza a dar frutos, hay que señalar la racionalidad en cuanto a su ejecución en particular.
El concepto aquí discutido de mantener algunos veteranos por su aporte, su experiencia, otros en edad ya madura y jóvenes cuya presencia estaba proporcionalmente muy disminuida. Creo es algo en lo que avanzamos en esta etapa que precedió al Congreso.
En los cuadros se cumplen los preceptos de la política trazada en cuanto a género, color de la piel y edad promedio. En ese sentido todo está bien.
Lo anterior no debe llevarnos a considerar resuelto el tema de cuadros, y pasar la página, muy por el contrario, aquí nos queda mucho por hacer y hacer es seleccionar, formar, educar, de manera tal que su sentido de la vida exprese sensibilidad, dinamismo, patriotismo y vocación de vincularse con el pueblo, de vivir,  convivir y desempeñar a plenitud las responsabilidades que en la cotidianidad se presentan ante los cuadros, funcionarios y en definitiva, todo el colectivo de la estructura cederista, incluidas las de base, CDR y Zona. El seguimiento y la permanente atención a esta política es deber inaplazable de los que de una u otra forma están responsabilizados con la formación de los cuadros.
Algo muy importante y que es complemento en lo que atañe a la política de cuadros es el movimiento de activistas que debe desarrollar la organización, puesto que el trabajo con las masas no puede descansar solo en los cuadros profesionales, requiere de fuerzas activas que multipliquen las ideas, impulsen las acciones y comprometan la participación de sus miembros.
Los CDR representan al pueblo en toda su dimensión, pues su membresía une a adolecentes y jóvenes, mujeres y hombres, trabajadores y amas de casa, campesinos y combatientes, jubilados y pensionados. En resumen, son la expresión de la unidad del pueblo, por eso ratificamos que hay que trabajar con todos los vecinos, y en especial con los jóvenes, garantizando el relevo, logrando que se integren y desarrollen sus ideas y actividades con un carácter dinámico y atractivo.
El Partido continuará teniendo en los CDR una Organización revolucionaria, solidaria, entusiasta y creativa que trabaja con la diversidad de su membresía, haciendo realidad las palabras del líder histórico de la Revolución Cubana, el compañero Fidel Castro Ruz, al expresar: “Que en el barrio vean al Comité de Defensa todos los ciudadanos como una organización revolucionaria, como una organización que está dispuesta a ayudar, aunque está dispuesta actuar con toda la energía que sea necesaria cuando se lo ordene la Revolución”, fín de la cita.  
Quiero hacer referencia a las principales tareas que ocupan el tiempo de la membresía cederista; tenemos las tradicionales y las nuevas, entre las primeras siempre habrá que destacar la vigilancia, aunque como se ha discutido aquí por los delegados, esta no se lleva a cabo exactamente igual en todos los lugares y es lógico que así sea. Para ser prácticos, realistas, hay que reconocer que estamos en otro contexto, que se diferencia mucho de los momentos iniciales cuando se fundaron los CDR y de algunas décadas posteriores.
Hoy reconocemos la existencia de un aumento en las indisciplinas, que las llamamos sociales, pero no están solo vinculadas al comportamiento individual, demostrando desfachatez o falta de modales que reflejan irrespeto a toda norma de convivencia social, sino que en no pocos casos se asocian con hechos que vulneran todo tipo de conductas, reglas y disposiciones legales, ustedes en el transcurso de las múltiples, valiosas y comprometidas intervenciones las expusieron y les asignaron el calificativo que merecen.
Estas manifestaciones indeseables en medio de la lucha a que se nos ha convocado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido General de Ejército Raúl Castro Ruz, daña no solo la imagen de nuestro pueblo revolucionario, sino también atenta contra las medidas que en el orden del desarrollo económico y social se empeña nuestro pueblo en cumplimiento de los acuerdos del 6to. Congreso del Partido. Sobre el tema abundaremos en otro momento de esta intervención.
Reconocemos que la tarea relacionada con la recogida de materias primas ha experimentado un cambio, todo ello vinculado a las nuevas vías y procedimientos que para este fin se han adoptado por los organismos rectores de la economía, pero ello no excluye en lo absoluto la participación de los CDR y seguimos prestando un gran servicio y algo muy importante en estos momentos, la contribución a las tareas de higiene y saneamiento porque evitamos las acumulaciones de estos materiales por tiempo prolongado y en lugares inadecuados.                          
Una importante e insustituible tarea es aquella que garantiza las donaciones de sangre, por el significado altruista, incomparable manifestación de humanismo que demuestra los verdaderos y profundos lazos de hermandad y solidaridad de nuestro pueblo. Esta admirable tarea lo enaltece y es reconocida internacionalmente. Podemos decir que las donaciones voluntarias, nacidas desde los primeros años del triunfo revolucionario, son una imprescindible misión de los CDR, que llegó para quedarse. Todas las actividades y acciones de la organización cederista son importantes, pero esta es la que podemos considerar más consolidada.
Tenemos que hacer referencia a una nueva tarea que compromete a los cederistas y para decirlo con total franqueza no marcha al ritmo necesario, me refiero a la constitución y funcionamiento de los dúos focales. Todavía no han tenido el impacto esperado, reconocemos que se ha trabajado en la selección y preparación de activistas en los barrios, pero no se logra que funcionen con organización, eficiencia y lo más importante, que tengan resultados.
Nadie mejor que los integrantes de la familia cederista para cumplir esta misión. Por tratarse de algo que compete a los propios vecinos, no solo evitamos extraños recorriendo nuestras viviendas, sino que tiene una repercusión económica positiva, porque de esta forma el Ministerio de Salud Pública se evita tener que emplear una importante cantidad de asalariados para hacer lo que nadie mejor que el propio conocido de la cuadra, el amigo o la amiga, haría con extrema voluntad y calidad. En esta batalla, contaremos y confiamos que ustedes en el corto plazo perfeccionen y asuman a plenitud esta responsabilidad.
Las acciones y todo tipo de actividad de la masa cederista que contribuyan a la limpieza e higienización del entorno, demandan también el máximo de atención y una respuesta consecuente, ya que todos sabemos que hay limitaciones en medios y equipos, pero determinadas acciones en esta dirección se pueden lograr con una bien organizada y productiva movilización de los vecinos.
Otro factor que debemos atender es precisamente el de la disciplina comunitaria, para que no se conviertan nuestras calles en microvertederos con las negativas consecuencias que de ellos se derivan.
Compañeras y Compañeros:
Para terminar el tema que aborda lo relativo al problema de las indisciplinas sociales y mucho nos complace que haya sido muy discutido, muy bien analizado y que ustedes ratifiquen sus convicciones en cuanto a emplear todas las energías, argumentos y razones para erradicar esos fenómenos negativos que nada tienen que ver con la sociedad que construimos a costa de esfuerzos y sacrificios.
El compañero Raúl de forma clara nos hizo un llamado a todos los cubanos el 7 de julio del presente año, al abordar de manera pública la situación que en esta dirección afrontamos y de la cual nadie está exento de responsabilidad y actuación. Al respecto expresó y cito “esta batalla se gana si logramos la real comprensión y movilización del pueblo” .Fin de la cita.
Los pasos dados por el Partido, el Estado, las administraciones, la UJC y las Organizaciones de Masas en esta batalla, todavía no rinden los necesarios resultados y no es de extrañar, teniendo en cuenta la complejidad del fenómeno y que muchas de las causas que le han dado origen no se resuelven de la noche a la mañana, y han evidenciado la necesidad de lograr la participación activa de todos, cumpliendo cada uno la parte que le toca y al mismo tiempo trabajar de manera coordinada, permanente y sistemática. Esto no es una campaña o algo coyuntural, la lucha nos involucra a todos, incluyendo las fuerzas del Orden Público, la Fiscalía y los Cuerpos de Inspección, entre otros.
Estamos en un momento decisivo y hay que pasar de las reuniones y declaraciones a las acciones concretas, llamando a contar -como se dice- para que se entienda bien, al que comete una indisciplina o viola las normas de convivencia. Hay que velar por los bienes personales y colectivos y enfrentar resueltamente las justificaciones y la falta de combatividad que afloran en algunos lugares.
Llamo la atención, porque no deja de tener cierta vinculación con lo anterior, algo que merece el rechazo social, me refiero al consumo y tráfico de drogas, que si bien es muy inferior en nuestro país respecto a otras naciones, sin embargo provoca un ambiente totalmente ajeno a la moral y valores presentes en nuestra sociedad y daña la imagen de la Revolución. El trabajo preventivo merece prioridad, en el combate contra este flagelo la atención personal y a la familia de los afectados es imprescindible.
No nos hemos olvidado de hacer mención a la abnegada labor de los Destacamentos Mirando al Mar, la importancia de su trabajo, dedicación y sentido patrio merecen un reconocimiento.
Por último, no dar por terminado el proceso “Sin Tregua contra las Indisciplinas Sociales”, hemos dicho pasar a la acción, no obstante, la FMC y los CDR podrían volver a repetir el proceso en aquellos lugares donde se considere que no hemos avanzado lo suficiente.
Cederistas:
Termino con la cita de un párrafo del compañero Raúl en su intervención en la Asamblea Nacional el pasado 7 de julio, que por su contenido abarcador e integral refleja y señala a la vez cuál es nuestro deber: y cito
“Es hora ya de que los colectivos obreros y campesinos, los estudiantes, jóvenes, maestros y profesores, nuestros intelectuales y artistas, periodistas, las entidades religiosas, las autoridades, los dirigentes y funcionarios a cada nivel, en resumen, todas las cubanas y cubanos dignos que constituyen indudablemente la mayoría, hagan suyo el deber de cumplir y hacer cumplir lo que está establecido, tanto en las normas cívicas como en las leyes, disposiciones y reglamentos” Fin de la cita.

¡VIVAN LOS CDR!
¡VIVA FIDEL!
¡VIVA RAÚL!
¡VENCEREMOS!

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