Iroel Sánchez
Mucho entusiasmo este tres de diciembre en la red, porque Google dedicó su Doodle- la imagen con que ese gigante de la Internet adorna cada día su buscador- a los 180 años del médico cubano Carlos Juan Finlay.
Finlay fue el epidemiólogo que descubrió el agente transmisor de la fiebre amarilla. Su trabajo fue ignorado por mucho tiempo, y en Estados Unidos se le llegó a atribuir a otra persona el resultado de su investigación que ha salvado muchos millones de vidas en las zonas tropicales del planeta.
Pero propongo a los navegantes de la red que pinchen el Doodle y se encuentren con los resultados de la búsqueda. Si es con Google.com, la primera referencia es Wikipedia y la segunda EcuRed; los resultados se invierten si la búsqueda es con Google.cu.
En cualquiera de las dos variantes, invito a leer y comparar los artículos dedicados al científico cubano en ambas enciclopedias.
Se llevarán una desagradable sorpresa los que reniegan de EcuRed para rendir culto a Wikipedia: Como sucede en no pocos temas, el artículo sobre Finlay en la enciclopedia cubana supera en extensión, secciones, bibliografía y fotos a la “enciclopedia libre”.
Ya lo dijo Obama hace un mes en Miami, hay que ser creativo: “Hay que tener en cuenta que cuando Castro llegó al poder yo recién había nacido, por lo que no tiene sentido la noción de que las mismas políticas que implementamos en 1961 serían de algún modo tan efectivas como lo son hoy en la era de Internet, Google y los viajes mundiales”. Y siempre habrá nacidos en esta Isla que aplaudan cuando efectividad es sinónimo de volver a Cuba al redil de Washington.
La justicia tarda pero llega. Un siglo después, Google, una empresa norteamericana cada vez más cuestionada por sus vínculos con el espionaje gubernamental estadounidense, que es parte del bloqueo a la ciencia cubana y participa en los planes de “cambio de régimen” de EE.UU. contra la Isla, ha hecho el reconocimiento que las instituciones de Estados Unidos le negaron en su época al científico cubano. Gracias, quizás algunos se enterarán dentro de cien años que -como reportó recientemente TeleSUR- EcuRed no tiene nada que envidiar a Wikipedia; pero antes deberán librarse de la “costra tenaz del coloniaje”, esa limitación mental que sólo toma como válido y bueno lo que se hace y dice en el Norte. (Tomado de CubAhora)
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