Venta de autos en Cuba: ¿Hacia dónde mira Cucarachita Martina? (+ Tabla)

Hoy comenzó en Cienfuegos la venta de autos, en el Centro de Transporte Terrestre (CTT) de CIMEX, sito en calle C, entre 2da. y 3ra., O`Bourke

Zulariam Pérez Martí y Magalys Chaviano Álvarez 
   
Cucarachita Martina se nos antoja proletaria. Tiene varias necesidades y una sola moneda. En caso de que el personaje perteneciera a la clase emergente, el autor jugó una mala pasada, pues su casita carece de rejas, es de un cuarto y sin internet. Tampoco quiere —o puede— comprarse un carro.
“Estoy peor que Martina, el personaje de la literatura infantil. Cumplí misiones en tres países de tres continentes diferentes y mi finalidad era comprarme un auto. Ya no aguanto la bicicleta. Pero ahora debo replantearme tras su liberación de venta este 3 de enero de 2014, los precios son astronómicos… ¿Qué me compraré?”, afirma un cirujano cienfueguero, quien poseía la carta de autorización emitida por el Ministerio de Transporte, la cual daba el derecho de acceder a “los de segunda mano” por un monto en moneda convertible, razonable, un mínimo de 5 mil CUC.     

Estas reporteras, solo en el papel de clientas, porque para la prensa la información está vedada, llegaron hasta el CTT y pueden dar fe de que allí no están creadas las condiciones para comercializar vehículos automotores. Un lugar de difícil acceso, muy cercano al mar, con todo el daño que implica para las carrocerías el salitre... Inquirimos por un Hyundai-Sonata y nos mostraron uno ponchado, sucio y con ausencia de algunos accesorios externos. Entonces, dudamos de la voluntad de recaudar fondos para reparar viales, si la Comercializadora no es la apropiada y hasta de la seriedad del asunto.
“Según datos aportados por el Registro Nacional de Vehículos, alrededor del 30 por ciento de los expendios realizados en el año 2012, a través de las comercializadoras, cambió de propietario poco tiempo después de haberse inscrito el auto en dicho Registro, ello indica que ese procedimiento administrativo motivó que algunas personas se sirvieran de él para obtener ingresos adicionales. Se ha podido comprobar, además, que a través de Internet se realizaban ventas de las referidas cartas, incluso, antes de comprar el vehículo.
“Ante estos problemas, y después de varios meses de estudio, se decidió eliminar los mecanismos existentes de aprobación para la compra de vehículos de motor al Estado. De este modo quedan sin efecto las cartas de autorización emitidas por el Ministerio del Transporte”. El texto entrecomillado fue tomado del periódico Granma en su versión digital.
No caben dudas de que la imaginación del cubano anda veloz, quizá tratando de echar algo al bolsillo ante la imposibilidad de contar con un salario digno, y estas situaciones pudieron darse en determinados contextos. También resulta ilógico darle potestad a alguien de aceptar o no un expediente que luego te da el derecho de adquirir un medio de transporte particular. En términos de eliminar trabas vencimos la batalla…, y a qué precio ¿por qué un Peugeot 4008 con un valor de 239 mil 250 dólares está en venta en la comercializadora estatal SASA, mientras que el fabricante francés ofrece esta misma unidad de tipo familiar en sus catálogos europeos a 34 mil euros en concesionario, según la agencia de prensa AFP?¿En qué situación quedan aquellos médicos, deportistas, profesores universitarios, intelectuales, artistas… que le aportaron al Estado por la prestación de sus servicios en otros países cuantías importantes de impuestos o tributos?

Y EL DINERO NO CAYÓ DEL CIELO

“Son realmente alarmantes: 262 mil 185 pesos convertibles (CUC) por un Peugeot Modelo 508 del 2013; 60 mil CUC por un Hyundai Sonata 2009 y 69 mil 195 CUC por un jeep Suzuki Jimny 2008…
“Las normativas de venta incluyen decretos de los ministerios de Transporte, Economía y Planificación, Finanzas y Precios, y establecen que la importación de vehículos estará a cargo de comercializadoras cubanas autorizadas estatales, que impondrán un recargo hasta del 20 por ciento a los autos nuevos.
“Estos serán vendidos a la población en agencias estatales, que a la vez, impondrán un recargo del 8 por ciento, un impuesto del 10 por ciento, y un recargo adicional por los costos operativos dentro del país.
“Para comprar un auto deberá pagar alrededor de un 50 por ciento más del costo original del equipo adquirido”, aclaran páginas de Internet, a las cuales debimos recurrir por la poca información obtenida en las sucursales del CIMEX en Cienfuegos, sitios donde dijeron que el organismo superior denegó la posibilidad de explicar el tema a la prensa.
Mientras, otra dirección URL advertía: “El precio más bajo entre 77 modelos puestos a la venta —según los listados divulgados— corresponde a un BMW del año 1997, con valor de 14,457.60 CUC. Se trata de un carro con 16 años de explotación… ¿Y las piezas de repuesto?”.
“No hay que temerle a las discrepancias de criterios y esta orientación, que no es nueva, no debe interpretarse como circunscrita al debate sobre los Lineamientos; las diferencias de opiniones, expresadas preferiblemente en lugar, tiempo y forma, o sea, en el lugar adecuado, en el momento oportuno y de forma correcta, siempre serán más deseables a la falsa unanimidad basada en la simulación y el oportunismo. Es por demás un derecho del que no se debe privar a nadie. Mientras más ideas seamos capaces de provocar en el análisis de un problema, más cerca estaremos de su solución apropiada”, advirtió Raúl Castro en discurso reciente.
Sin dudas ante tal panorama se desprende una conclusión: la decisión está tomada pensando en un financiamiento que llegue desde provisiones externas, es decir, buena parte de los emigrados cubanos.
“Muy esperada la medida, estoy de acuerdo con ella y todas las que permitan la actualización del modelo económico cubano, pero tengo una inquietud: cuántos de los trabajadores que día a día llevan el peso de la economía del país podrán comprar esos autos con sus salarios obtenidos honradamente”, asevera Rosario Benítez a la salida de una panadería.
Otro cienfueguero resalta: “de un tiempo a la fecha las medidas benefician una parte del pueblo que no trabaja para el Estado, a los especuladores y vagos”.
“De acuerdo con el salario promedio de un trabajador acá, se necesitará ahorrar 5 mil 790 salarios íntegros, durante 482 años para alcanzar cifras suficientes como para acceder a un automóvil de los más baratos”, comenta en un “abultado” foro sobre el tema un internauta no muy alejado de la realidad.
La opción de financiamiento, también con cierta lucidez al existir salarios bajos, tampoco existe. Y debería tomarse en cuenta para aquellos artistas o deportista que tienen ingresos superiores a la media cubana proletaria.
El caso es dar opciones a quien le aportan al Estado, a través de los diversos  impuestos,  pues ante la situación de deterioro y la poca afluencia de los medios de transporte público en Cienfuegos —y el resto del país— no resulta aislado, inusual o loco el sueño de poseer un automóvil propio. Además, hay que agregar, las tarifas elevadas de los taxis respecto a los salarios.
Si dieran trigo, las nuevas tarifas pondrían a pensar a no pocos economistas, sociólogos y políticos, pues demostraría un desbalance social en la Cuba del siglo XXI, una élite que impondrá nuevas metas a quien desde el surco o el aula verá pasar a toda velocidad un Sonata del 2013. 
El tiempo dirá la última palabra en este negocio que desde ya no pocos del pueblo lo llaman de “loco”, aun cuando apuesta por recaudar fondos para mejorar el transporte público. Y es que existe un término que no se debe perder de vista: esperanza.
Los amaneceres podrán parecer igual, rutinarios…, mas un día cae la moneda del cielo y la opción justa deberá estar a la mano de “Martina”, sino ¿a dónde miramos?

Trabajo relacionado:

- Venta de autos: ¿Los precios?, bien, gracias... ¿Y las cartas? ¿También?

Vista general del Centro de Transporte Terrestre (CTT) de CIMEX, sito en calle C, entre 2da. y 3ra., en la barriada de O 'Bourke, donde hoy comenzó la venta de autos de uso en Cienfuegos. La negativa de directivos del lugar impidió tomar fotos in situ. Hubo que hacerlo desde el exterior de la instalación.