Luego del triunfo 3-2 registrado la pasada semana en Moscú, a los caribeños les bastaba con tres victorias repetir el éxito para ni siquiera recurrir al pleito de desempate, que tendría lugar en 91 kilogramos, y sumaron cinco.
El primer éxito lo aportó Leodán Núñez (52 kilogramos), de manera unánime contra Ovik Ogannisian, quien partía como favorito, y además tuvo a su favor que el caribeño sufrió una cortadura sobre su ceja izquierda apenas iniciado el combate.
Sin embargo, Núñez nunca se vio derrotado por eso y quería dar una buena demostración delante de su público, como confesó a la prensa segundos después de obtener la victoria.
"Yo no estaba en los pronósticos, pero les dije a mis compañeros que iba a dar la primera victoria, y lo logré. Sufrí una herida por un codazo y tuve que trabajar en la media y la larga distancia, pero siempre hacia delante", dijo.
De ahí en adelante el guión salió como se esperaba, porque los anfitriones salían como favoritos en tres de las peleas, con Lázaro Álvarez (60), Roniel Iglesias (69) y Julio César La Cruz (81), todos campeones mundiales.
En ese mismo orden los citados se impusieron ante Konstantin Bogomazov, Andrei Zamkovoi y Aleksander Khotyantsev, respectivamente, en todos los casos con total claridad y por votación unánime.
En la pelea del cierre, José Ángel Larduet (más de 91) tampoco contaba con favoritismo contra Magomed Omarov, pero no quiso ser menos que sus compatriotas y se impuso por votación dividida.
Tras este resultado, los Domadores rivalizarán por el trono con el vencedor de la otra semifinal, que de momento dominan 3-2 los kazajos del Astana Arlans, actuales campeones, sobre el Bakú Fires de Azerbaiyán.
Estas dos franquicias se medirán este sábado en los cinco pleitos restantes, y los azeríes tendrán a su favor el apoyo de su afición para intentar la remontada.
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