Así se vivió el Día Internacional de los Trabajadores en el mundo

En Venezuela la fiesta de los trabajadores coincidió con la entrada en vigor de un incremento del 30 por ciento en las remuneraciones y las pensiones

Mientras millones de cubanos hacían temblar la tierra con sus marchas de respaldo al socialismo y a la revolución en las principales plazas y calles de la Isla, en el mundo entero tenían lugar este jueves celebraciones de disímiles signos, festivas unas, de protestas otras, en las cuales no faltó, por supuesto, la represión de las fuerzas del orden.
Del tipo de las primeras fue la jornada en Venezuela, donde representantes de la fuerza laboral revolucionaria de esa nación se movilizaron hacia Caracas desde diversas partes del país como respaldo al gobierno del presidente Nicolás Maduro.

La marcha de este jueves coincidió con la entrada en vigor de un incremento del 30 por ciento en las remuneraciones y las pensiones, con lo cual llegarán a 4 mil 251,78 bolívares (674,8 dólares) mensuales.
A lo anterior se suma el bono de alimentación a los trabajadores que equivale a mil 351 bolívares (214 dólares), todo ello para hacer frente a una Canasta Alimentaria Normativa que se ubicó en tres mil 730,48 bolívares (592 dólares) en febrero.
Cabe mencionar que en enero del actual año Maduro dispuso un aumento del 10 por ciento en el salario mínimo, como medida de respuesta al significativo incremento de la inflación.
Unido a ello, está la disposición de evaluar la situación en el último trimestre del 2014 con vistas a proceder a un nuevo ajuste salarial si las condiciones lo requieren.
Los pronunciamientos mayoritarios favorables a la política laboral del gobierno contrastan con reclamos surgidos de representantes de la oposición, los cuales organizaron también una marcha en el este de la capital.
Mientras, en Quito, Ecuador, el presidente Rafael Correa celebró que más de 60 mil niños y niñas hayan dejado de trabajar como un resultado de la Revolución Ciudadana. En la provincia de Esmeraldas, sede de la Convención del movimiento gobernante Alianza PAIS, el gobernante significó que 19 mil jóvenes han empezado a trabajar a través del programa Mi primer empleo, al tiempo que las políticas de inclusión social han favorecido a las personas con discapacidad.
Según el mandatario, el poder político ha cambiado, a pesar de que algunos aseguraban que era imposible. "La Revolución Ciudadana es un proceso político que cambia la relación de poder en función de las grandes mayorías", reconoció Correa.
Asimismo, resaltó el sueldo mínimo actual que ya alcanzó el salario de la dignidad. Sin embargo, aseguró que aún falta mucho por hacer para combatir la desigualdad y la mala distribución del ingreso. "El trabajo humano debe tener supremacía sobre el capital y eso es lo que estamos logrando", apuntó.
Diametralmente opuesta la situación en Honduras, donde miembros de las tres centrales obreras del país: la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), la Central General de Trabajadores (CGT) y Central Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), coincidieron en que para el pueblo catracho, el 1 de mayo no es día de fiesta, sino de protesta, y añadieron que dada la difícil situación del país están cerca de tomar la decisión histórica de unificarse.
Daniel Durón, líder de la Central General de Trabajadores (CGT), dijo que se trabaja para tener una sola organización obrera que les permita luchar con eficacia por sus reivindicaciones.
Entre los reclamos escuchados en las marchas de las principales ciudades destacaron la lucha contra la privatización de los servicios públicos y la aplicación de políticas neoliberales, además de exigirle al gobierno batallar cotra el elevado nivel de corrupción existente en la administración.
Durante la marcha de este jueves, la ex candidata presidencial Xiomara Castro, del partido Libertad y Refundación (Libre), denunció las muertes y masacres que se están dando en Honduras, y añadió que no es posible que cobren un impuesto para la seguridad y cada día crezca la inseguridad.
Por su parte, en el gigante sudamericano, Brasil, decenas de miles de trabajadores demandaron la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y más democracia. Las principales movilizaciones se registraron en Sao Paulo, la urbe más poblada y rica de Brasil, donde hubo hasta presencia de líderes políticos, con aspiraciones de disputar en octubre próximo la presidencia del país.
Con la consigna "Fortalecer la Democracia y Ampliar las Conquistas", la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Central de Trabajadores de Brasil (CTB) y los Sindicales brasileños (CSB) organizaron en esa urbe una gran fiesta que contó con la actuación de relevantes artistas nacionales.
Los líderes de estos gremios demandaron la reducción de la jornada de trabajo a 40 horas semanales sin reducción del salario, la manutención de la política de valorización de la paga mínima y más comunicación de parte del gobierno federal.
En Paraguay, junto a las demandas de aumento salarial y derogación de la privatizadora Ley de Alianza Público-Privada, trabajadores y campesinos pidieron este 1ro de mayo la reorganización del aparato sindical para enfrentar las políticas neoliberales del gobierno.
Integrantes de organizaciones sindicales apoyadas en la movilización por el Frente Guasu, coalición de partidos y organizaciones sociales, recorrieron las principales calles de Asunción enarbolando consignas y exigiendo el aumento en 25 por ciento del salario mínimo.
Paralelamente reclamaron la libertad de los presos políticos, especialmente campesinos, y el castigo a los verdaderos culpables de las muertes de labriegos y policías durante el sangriento desalojo de Curuguaty en junio de 2012.
Entretanto, en Uruguay el presidente José Mujica sostuvo hoy que fueron obreros y no aristócratas quienes fundaron la nación y generaron su posterior desarrollo.
En un mensaje radial por el Día de los Trabajadores, el mandatario subrayó: "fueron las viejas manos obreras refugiadas las que restañaron la nacionalidad herida y cimentaron el formidable crecimiento material de nuestro país".
No fueron, precisó, los aristocráticos apellidos dobles, muchos de los que están estampados en la nomenclatura de nuestras calles, quienes levantaron el gigantesco acervo material del Uruguay moderno.
En su audición de radio M24, Mujica recordó en esta fecha a los inmigrantes que en el siglo XIX arribaron y desarrollaron al país.
Y en Perú los trabajadores recordaron el 1ro de Mayo con marchas y demandas laborales. La celebración del Día Internacional de los Trabajadores en la nación andina fue organizada por la Confederación General de Trabajadores (CGTP) y otras organizaciones  que coincidieron en demandar el restablecimiento de los derechos laborales recortados por la política económica neoliberal instalada hace más de 20 años, así como mejores salarios y más fuentes de empleo.
La CGTP rindió homenaje a su fundador y pionero del socialismo en Perú, José Carlos Mariátegui, y a quien fuera su líder, Pedro Huilca, asesinado en 1992 por un comando paramilitar bajo el gobierno de Alberto Fujimori.

Del otro lado del Atlántico

Manifestantes y policías se enfrentaron en Turín, al norte de Italia.

La celebración del 1ro de Mayo en Londres ha sido más tranquila que en otras partes de Europa. Así, mientras en el Reino Unido miles de personas se concentraban en Trafalgar Square, en Italia las celebraciiones también transcurrían sin sobresaltos, salvo en Turín (norte), donde se registraron enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los manifestantes que se saldaron con varios detenidos y con siete policías heridos.
En decenas de ciudades de España millones de personas salieron a manifestarse para reivindicar los derechos de los trabajadores, en una nación atenazafa por la recesión y elevadas tases de desempleo. En Andalucía miles clamaron por un "cambio de rumbo" en las políticas de recorte hacia caminos de justicia social, mientras en las nueve provincias de Castilla y León las manifestaciones exigieron reformas fiscales, financieras y laborales que promuevan la creación de empleo y la mejora de las condiciones laborales.
En Madrid, decenas de miles de personas participaron este jueves en la tradicional manifestación del 1 de mayo con reclamos como el cambio de la actual política económica de ajuste del gobierno de Mariano Rajoy y el rechazo a la pérdida de derechos laborales.
Por su parte, miles de personas protestaron en varias ciudades de Portugal contra el recrudecimiento de las medidas gubernamentales de ajuste, durante la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores.
Los participantes en las demostraciones exigieron el fin de la política de austeridad y criticaron el aumento de los impuestos como parte de un plan anunciado la víspera por el primer ministro Pedro Passos Coelho, cuyo gobierno tildaron de ladrón.

En Estambul los manifestantes fueron atacados con gases lacrimógenos.

Turquía fue también escenario de disturbios durante las marcha del Primero de Mayo, principalmente en Estambul, donde enfrentamientos entre policías y manifestantes se saldaron con más de cien detenidos y en torno a 50 heridos, según un primer balance facilitado por la Asociación de Abogados Progresistas.
En concreto, esta asociación ha confirmado 138 arrestos y 51 personas heridas, a lo que se suman alrededor de una veintena de detenciones realizadas por las autoridades en la capital turca, Ankara, informa el periódico Hurriyet y recoge EFE.
Los actos por el Primero de Mayo en Estambul han derivado en una auténtica batalla campal con cargas policiales, lanzamiento de gases lacrimógenos y uso de cañones de agua, mientras que los manifestantes han lanzado cócteles molotov y pirotecnia.
Mientras, en la convulsa Ucrania, organizaciones sociales y partidos progresistas desfilaron por el centro de Kiev, la capital, en reivindicación de salarios dignos, subsidios y celebración de un referendo nacional.
Similares demostraciones tuvieron lugar en otras ciudades del este y sur del país,  donde los pobladores criticaron la falta de voluntad de las autoridades para escuchar las demandas de las regiones y defendieron su vocación pacifista en contra de la guerra.
Trabajadores, estudiantes, amas de casa y jubilados deploraron la subida de la tarifa del gas decretada por el Gobierno, como parte de los ajustes exigidos a Ucrania por el Fondo Monetario Internacional, mientras se recortan los subsidios, salarios y pensiones, denunciaron los manifestantes.
En Kiev, la marcha de unos 2 mil afiliados del partido Socialista y de las organizaciones izquierdistas hasta las inmediaciones del Parlamento y el Consejo de Ministros, fue vigilada por un férreo dispositivo policial y militar.
En las ciudades del este y sur ucraniano las demostraciones por el 1ro de Mayo transcurrieron bajo el lema de los reclamos de federalización y retirada de los contingentes militares enviados por Kiev a las regiones para reprimir la resistencia a la junta fascista y golpista.
Las calles de Járkov, Donetsk, Lugansk, Odessa, Mariupol y Zaporozhie se llenaron de banderas ucranianas, de Rusia, de la Unión Soviética y de la cinta de San Jorge, símbolo de la lucha contra el fascismo, estampada en el pecho de millones de personas que rechazan el resurgimiento de la ideología nazi.
Ondearon asimismo las insignes de las autoproclamadas repúblicas populares en Járkov, Donetsk y Lugansk, del partido Comunista y partidarios del movimiento alternativo Sur-Este, que apoya la federalización en Ucrania.
Entretanto, Rusia recuperó la Plaza Roja de Moscú, tradicional escenario de la marcha del 1ro de Mayo en la época soviética, para las manifestaciones del jueves, cuando los trabajadores aprovecharon para proclamar su apoyo al presidente Vladimir Putin.
Miles de sindicalistas marcharon con banderas rusas y del partido Rusia Unida de Putin hasta la gigantesca plaza junto a los muros del Kremlin y el mausoleo de granito rojo del fundador del estado soviético, Vladimir Ilich Lenin, según informa Reuters.
Muchos carteles mostraban mensajes tradicionales de esta fecha como Paz, Trabajo, Mayo. "Estoy orgulloso de mi país", decía una pancarta. "Putin tiene razón", apuntaba otra, en alusión a las medidas adoptadas por Moscú en relación con la crisis desatada en Ucrania tras la deposición del presidente Yanukovich.
A diferencia de los líderes del Kremlin en la época de la extinta URSS, Putin no presidió en persona la manifestación desde lo alto del mausoleo. Pero llevó a cabo otra tradición de la era soviética al conceder medallas de Héroes del Trabajo a cinco trabajadores en una ceremonia en el Kremlin.
(Resumen de agencias)