Andrés Gómez*
La semana pasada el Departamento de Estado de Estados Unidos hizo pública su lista anual de Estados Patrocinadores del Terrorismo en la cual de manera infame volvió a incluir a Cuba.
Infame porque como mantiene el documento explicativo del propio Departamento de Estado, para designar a un país en su lista como Estado Patrocinador del Terrorismo el Secretario de Estado tiene que determinar que el gobierno de ese país tiene que repetidamente haber proveído apoyo para que se cometan actos de terrorismo internacional. Es la razón que sustenta la designación. Y de acuerdo a su propia explicación sobre las acciones del gobierno cubano durante del año 2013, del que trata esta determinación: “No hay indicación alguna que el gobierno cubano proveyó armas o entrenamiento paramilitar a grupos terroristas”.
Además, en años anteriores para sustentar la inclusión de Cuba en su muy propia y arbitraria lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, el Departamento de Estado de Estados Unidos esgrimía la presencia en Cuba de miembros de ETA y las FARC bajo la protección ilegal del gobierno cubano. Este año no lo hace. Al contrario da a entender, lo que el resto del mundo por años sabía, que los miembros de ETA están en Cuba por la petición del gobierno español, y que los miembros de las FARC presentes en Cuba lo hacen como parte, junto al gobierno de Colombia, de las negociaciones de paz entre ambas partes, contando con la coordinación de los gobiernos de Venezuela, Noruega así como de la Cruz Roja Internacional.
Entonces, pecando de ingenuo, pregunto, ¿por qué incluye el gobierno de Estados Unidos nuevamente a Cuba en su lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo?
El gobierno de Estados Unidos sigue incluyendo a Cuba en esta siniestra lista por las mismas razones que la ha incluido desde 1982, en la que sobresale, la de desprestigiar al gobierno de Cuba e intentar restarle credibilidad ante la opinión pública de este país y del resto del mundo. Especialmente con aquellos sectores de la opinión pública en Estados Unidos y el resto del mundo que sólo lee u oye los titulares y no se cuestiona nada más. Y así facilitarles a los gobiernos de Estados Unidos la continuación de su política de agresión permanente en contra del pueblo cubano.
Además, ¿no es el colmo del cinismo, de mentir desvergonzadamente, que el gobierno de Estados Unidos incluya a Cuba en su lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, cuando han sido los gobiernos de Estados Unidos, incluyendo el actual, los que han mantenido una política de terrorismo de Estado en contra el pueblo de Cuba durante más de medio siglo, 55 años para ser más exacto?
Política de terrorismo de Estado que ha causado en Cuba, al menos, 3,478 muertes y 2,099 heridos. Política de terrorismo de Estado que ha conllevado, como parte integral de la misma, a brindarle amparo e impunidad a los ejecutores de esa pérfida política, sus terroristas de las organizaciones de la extrema derecha cubano americana radicados principalmente en esta ciudad de Miami, donde viven libremente siendo culpables de tantos odiosos crímenes.
Entre éstos la voladura del avión civil de Cubana de Aviación con 73 pasajeros civiles a bordo, todos inocentes, sobre los cielos de Barbados en octubre de 1976, uno de sus dos autores intelectuales, Luis Posada Carriles, aún vive libremente entre nosotros gozando la impunidad que el gobierno de Estados Unidos le brinda, inclusive para contribuir a perpetrar nuevos actos terroristas, el otro Orlando Bosch muerto ya de muerte natural.
Otro de esos odiosos crímenes fue el asesinato de nuestro compañero de la Brigada Antonio Maceo, Carlos Muñiz Varela, contando él con 25 años de edad, cometido el 28 de abril de 1979, en San Juan de Puerto Rico, hizo la semana pasada 35 años. 35 años de impunidad para sus asesinos, algunos de ellos viviendo libres también aquí en Miami. Impunidad también brindada a estos otros terroristas por los gobiernos de Estados Unidos.
Mientras el gobierno de Estados Unidos continúe brindándole impunidad a sus terroristas de la extrema derecha cubano americana y presupuestando decenas de millones de dólares anualmente a la contrarrevolución cubana y a otros a través del mundo como parte de su política de agresión permanente en contra del pueblo cubano, continuarán fraguándose actos de terrorismo en contra de Cuba desde Miami, como vuelve a demostrar el reciente arresto por el gobierno de Cuba de cuatro nuevos pichones de terroristas provenientes de esta jauría de terroristas miamenses.
En vez de mantener a Cuba en su propia y arbitraria lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, si la lista fuera legítima, se debería incluir a sí mismo en ella el gobierno de Estados Unidos. Con su inclusión sobrarían todos los demás.
(*) Director de la revista Areitodigital
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