Sergio Romero, el héroe de los penales ante Holanda. |
"Sufrimos y llegamos", dice el titular que encabeza el sitio Página/12, medio digital que da cuenta además del espontaneo festejo en todo el país austral y la tradicional congregación en el Obelisco de Buenos Aires, donde miles de personas entonan a coro el cántico "Que de la mano, de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar", alternado por el ya clásico "Brasil, decime qué se siente, tener en casa a tu papá", el mismo que cantaron los jugadores de la albiceleste en el césped del estadio paulista tras doblegar a Holanda 4-2 en los penales luego de 120 minutos sin goles.
Para Argentina el triunfo sobre Holanda tuvo una doble significación, en tanto se produjo en el Día de la Independencia (198 aniversario de la declaración de indepencia de España y de toda dominación extranjera), y culminó como el mejor tributo a la memoria de Alfredo Di Stéfano, considerado el mejor futbolista de todos los tiempos, fallecido el pasado lunes a los 88 años y en cuya memoria los australes lucieron un crespón negro en señal de luto, mientras los asistentes al choque se unian en un respetuoso minuto de silencio.
Romero, el héroe indiscutido
Llevando la contraria a su apodo, 'Chiquito', el meta Romero, héroe bajo los tres palos argentinos, se alzó como un gigante ante Holanda y atajó los cobros de Ron Vlaaar y Wesley Sneijder en las rondas uno y tres. El portero del Mónaco (27 años y 1.91 metros de estatura) destacó la labor de sus compañeros y remarcó que "estos muchachos no regalan nada, se matan en los entrenamientos y se volvieron a matar adentro del campo". Sobre sus atajadas dijo que "es suerte" y aseguró que "lo vamos a disfrutar ahora y mañana nos vamos a mentalizar de nuevo".
Reportes de prensa reseñan que el técnico holandés afirmó que de haber tenido la posibilidad de un cuarto cambio habría utilizado nuevamente al gigantón Timothy Krul para defender la valla de la 'Oranje' en la lotería desde el manchón de los doce pasos. Pero Louis Van Gaal hubo de gastarse su última carta sobre el minuto 97, en el primer tramo de la prórroga de media hora, cuando dió entrada al depredador Klaas-Jan Huntelaar por Robin Van Persie, agotado al límite.
Y llevaba razón el técnico naranja en su frustrada intención de poder reeditar el acto de prestidigitación que le rindió dividendos frente a Costa Rica, pues su titular, pésimo parapenalties (no ha detenido ninguno de los 15 en su carrera como portero de elite: ocho en la Eredivisie, tres en Champions League y dos en este Mundial) fue incapaz de equiparar la hombrada del hombre del New Castle. Cillessen se tiró tres veces al lado contrario al que le ejecutaron con perfección Lionel Messi, Ezequiel Garay y Sergio Agüero, mientras adivinaba el tiro de Maxi Rodríguez, pero llevaba tanta fuerza el cobro del volante del Newell`s Old Boys que el portero del Ajax no pudo parar el Brazuca.
Javier Mascherano, otra de las figuras clave del partido: marcó, corrió, jugó, salvó a Argentina de un peligroso tiro de Robben. Terminó acalambrado y llorando con Messi, pero contento. |
"Si hay algo que merecía este grupo era esto (...) han llevado a Argentina donde merece estar", dijo al final del choque Javier Mascherano, otra de las figuras clave del partido. El jugador del Barcelona añadió emocionado: "Ojalá podamos coronarlo el domingo".
Por su parte, el técnico Alejandro Sabella remarcó que "llegamos a la final con humildad y trabajo, y eso nos causa mucha alegría". Sobre el partido analizó que fue "muy difícil y cerrado" y opinó que "en el segundo tiempo del suplementario pudimos haberlo ganado pero así son los partidos de un Mundial". "Vamos a dar el cien por ciento en la final", prometió.
Esta será la tercera ocasión en que los tanques de la Mannschaft y la albiceleste se enfrentan en una final mundialista. En sus vitrinas los alemanes atesoran tres títulos mundiales (1954, 1974 y 1990), mientras Argentina suma dos (1978 y 1986), esta última en México-1986 con Diego Armando Maradona como genio y figura justamente frente a los teutones.
Holanda se queda nuevamente a la orilla en un Mundial, ya que en su historia disputó tres finales y nunca alzó el trofeo. El sábado enfrentará a Brasil por el tercer lugar, un triste premio de consolación para ambas selecciones.
Los anfitriones fueron humillados el martes al caer 7-1 ante Alemania en Belo Horizonte y tienen reservas incluso para la disputa del bronce, partido del que Luis Felipe Scolari, el derrotado técnico de la canarihna, ha dicho que una victoria el sábado "cambiará poco", pero una derrota lo "empeoraría todo".
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