Ferguson anoche. La policía utilizó gases lacrimógenos y bombas de humo |
El gobernador estatal, Jay Nixon, declaró el estado de emergencia a partir de la noche del sábado e impuso el toque de queda, pero eso no impidió la continuidad de las manifestaciones, que mientras van enfiladas a exigir justicia han devuelto a la memoria los violentos disturbios raciales de los años 60 en Estados Unidos, una década de intensas luchas de la comunidad afroamericana por sus derechos civiles.
En 1967, una oleada de protestas arrasó en ciudades como Detroit y Newark dejando miles de heridos, decenas de muertos e incontables destrozos.
El asesinato un año después del líder de ese movimiento, el reverendo Martin Luther King, desencadenó otra espiral de disturbios raciales en varias ciudades que sacudió con especial dureza a la capital de la nación.
Esta madrugada el jefe de la patrulla de carreteras de Missouri, capitán Ronald S. Johnson, reconoció que las fuerzas del orden utilizaron gases lacrimógenos y bombas de humo, y después de este ataque hubo un tiroteo que provocó heridas a una persona, hospitalizada en estado crítico.
Según el diario local Saint Louis Post-Dispatch, intensas lluvias desde altas horas de la noche del sábado no impidieron la actividad de los manifestantes hasta el amanecer, cuando todavía se escuchaban disparos aislados en Ferguson, a pesar del toque de queda vigente hasta el amanecer, añade el periódico.
Las fuerzas policiales volvieron a utilizar equipamiento militar para reprimir a los manifestantes, como fusiles de asalto y vehículos blindados, tácticas que han recibido fuertes críticas de activistas y medios de prensa a nivel nacional.
Sobre este tema, la vocera de la Unión Americana para las Libertades Civiles, Kara Dansky, señaló esta semana que "lo que vemos hoy en Ferguson es un reflejo de la excesiva militarización de la policía que tiene lugar desde hace varias décadas", bajo un programa mediante el cual el cual el Pentágono ha transferido unos 4 mil 300 millones de dólares en equipo militar a las policías locales de Estados Unidos.
Para responder a las protestas, la policía de Ferguson se vistió de camuflaje y se equipó como si se tratara de una guerra, pues además de la habitual parafernalia antidisturbios, los agentes se pertrecharon con escopetas, fusiles de asalto, rifles de francotirador, aparatos de visión nocturna, cuchillos de combate cuerpo a cuerpo y tanquetas acorazadas, entre otros medios.
Dansky agregó que "cuando la gente ve un vehículo similar a un tanque de guerra en las calles comienza a pensar que está bajo estado de sitio, esto es una demostración excesiva de fuerza que exacerba el riesgo de la violencia".
Por su parte, la académica Cathy Lisa Schneider, autora del libro "Police Power and Race Riots: Urban Unrest in Paris and New York" y profesora de la American University en Washington DC, señala que "la violencia policial en los barrios urbanos pobres donde viven las minorías es casi omnipresente, pero los disturbios son inusuales. Sólo explotan cuando el resto de vías para buscar justicia están bloqueadas, cuando los residentes se sienten impotentes".
Esa frustración es la que mantiene a los manifestantes en las calles de Ferguson una semana después de que el joven Michael Brown falleciera a manos de un agente en circunstancias aún por esclarecer y con versiones contradictorias de la policía local y los testigos.
Emisoras televisivas locales señalaron este domingo que el Buró Federal de Investigaciones iniciará una pesquisa sobre las circunstancias de la muerte de Brown, quien falleció tras ser impactado por varios disparos realizados por el oficial Darren Wilson.
Es probable que se le realice una segunda autopsia al cuerpo del adolescente, a solicitud de los familiares de la víctima.
La familia del adolescente y la comunidad han tardado además seis días en lograr que la policía atendiera sus demandas y revelara el nombre del agente.
Sin embargo tras ese anuncio la indignación no ha hecho otra cosa sino escalar: en lugar de explicar los detalles del suceso y los resultados de la autopsia los agentes centraron la atención en un vídeo de un robo en una tienda en el que supuestamente participó el joven y al que nunca habían hecho alusión en días anteriores.
Al explicar la esencia de aquel movimiento de reivindicaciones de los '60, Martin Luther King apuntaba: "la lucha es por dignidad y trabajo. Por eso la brutalidad policial es tan amenazante. La más ligera descortesía por parte de un agente es una privación de dignidad".
De ahí que Virginia Ali, testigo de medio siglo de lucha por los derechos civiles en Estados Unidos asevere que "esa frase es completamente vigente ahora. La actuación de la policía en Ferguson es inaceptable y ha provocado la escalada de la violencia. Las protestas tienen que seguir en toda la nación. Serán pacíficas esta vez. Pero tienen que seguir para pedir justicia y esa dignidad de la que hablaba el reverendo", concluye.
La sureña localidad del estado de Misouri semeja una zona de guerra. |
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