Fanal Cubano: Chile: Los encontrados sentimientos de un triunfo en el Estadio Nacional (+ Fotos y Vídeo)

De todas las expresiones dichas esta noche en un Santiago de Chile que aún festeja y de seguro amanecerá entre vítores y copas celebrando su primer título en citas América, me quedo con la del centrocampista Jean Beausejour: "En un lugar donde hubo tanta tristeza y muerte, hoy le dimos una gran alegría a este pueblo", en alusión al triunfo de Chile en penales 4-1 sobre Argentina en el Estadio Nacional.

El No. 15 de de La Roja y jugador del Colo Colo en la liga de su país resumía de esa manera la tremenda paradoja que vivió Chile este sábado 4 de julio de 2015, pues en el mismo sitio cuyo solo nombre hace 41 años provocaba escalofríos tras convertirse en tenebroso centro de detención después del golpe fascista del general Augusto Pinochet (se estima que sirvió de prisión y centro de tortura a cerca de 40.000 personas), la selección nacional del país austral ganó su primera Copa América en la historia de estas lides tras derrotar a su archirrival, Argentina, en la ronda de los penales. Tanda de la cual se dice es veleidosa, suerte de ruleta rusa que muchas veces galardona sin razón, pero esta vez resultó con apego al merecimiento y premió al que mejor lo hizo, a aquel que más se esforzó frente a un elenco donde brillan muchas estrellas albicelestes.
Fieles a su estilo ofensivo, los anfitriones dominaron la mayor parte del partido, pero fueron incapaces de materializar la superioridad en goles durante el tiempo reglamentario y las dos prórrogas.
Argentina, por su parte, jugó un partido mediocre, gris en todos los aspectos, incluso, su gran estrella Lionel Messi fue una sombra de sí mismo.
Pero desde la tanda de penales todo fue chileno. Sin piedad marcaron para la Roja Matías Fernández, Arturo Vidal, Charles Aránguiz y Alexis Sánchez, mientras por los albicelestes solo pudo anotar Messi (fallaron Gonzalo Higuaín y Éver Banega).
Chile conquistaba así su primera corona en estas lides regionales, mientras Argentina volvía a quedar en deuda, como sucede desde 1993 cuando ganaron su último torneo grande.

La labor de muchos, clave de Chile

La labor colectiva de muchos fue la frase de consenso del técnico de Chile, Jorge Sampaoli, de un histórico, Iván Zamorano, y de un jugador incombustible, Alexis Sánchez, clave del triunfo local en la Copa América.
Nunca antes Chile había derrotado a Argentina en penales; tampoco lo había hecho en torneos continentales y apenas se vanagloriaba de un éxito en las eliminatorias premundialistas de 2008.
Lo de esta noche dio un cambio de 180 grados y el arma secreta fue una sola: el espíritu cohesionado y de entrega del grupo de la Roja para imponerse sin apelaciones a la impresionante plantilla argentina liderada por Leo Messi.
"Lo hemos conseguido, no tengo palabras para elogiar a los muchachos. Ha sido peleado, duro, complicado, pero lo alcanzamos y le devolvimos algo al pueblo chileno que tanto nos ha regalado con su apoyo", declaró emocionado Sampaoli.
Tocó al preparador afrontar el duelo con frialdad, sin detenerse a pensar que Argentina es su país natal. "Somos profesionales y cuando nos comprometidos fue a por todas, por eso aplaudimos el sacrificio y el tesón de los chicos", acotó.
"Quiero disfrutar este momento con los jugadores, solo pienso en eso de pasar los momentos y agradecer este logro que es de muchas personas. Encontramos una defensa muy atrás, sólida y tuvimos la pelota. Hicimos un gran partido", argumentó.
Bam Bam Zamorano esboza una sonrisa amplia de felicidad y orgullo, solícito al conversar con la prensa: "Sufrimos, porque es una final, muy reñida, ha sido una tremenda oportunidad de contemplar el nivel del fútbol chileno".
Zamorano subrayó que la preponderancia de lo colectivo ha sido fundamental en los progresos del balompié. "No sólo los que juegan, sino todo un entramado que ha concebido el cuerpo técnico, uno de sus puntos más destacados".
Alexis Sánchez, astro del Arsenal, apuntó que la emoción es también de todo un pueblo y alegría fue doble en lo personal porque tuvo la posibilidad de resarcirse al anotar el penal que confirmó el éxito de los anfitriones.
"Es un momento extraordinario, increíble; trabajamos muy duro por esto y no hemos defraudado a la hinchada que tanto nos respaldó. Chile obtiene un premio con toda justeza", comentó Claudio Bravo, el capitán de la Roja, quien incluso recibió una felicitación de la directiva de su club en Europa, el FC Barcelona, por el título ganado este sábado.
"En penales cualquier cosa puede ocurrir, es verdad. Ahora bien el resultado (4-1) en esa instancia sirvió para consolidar, yo diría premiar, el esfuerzo realizado y por merecimiento darnos la victoria", sentenció Sampaoli.
La postal chilena era de fiesta y la marea roja no cesaba de cantar el himno nacional y gritar consignas para ovacionar de forma muy sentida al plantel nacional.
Y al final la balanza se decantó con justeza hacia el lado del que mejor se comportó en la cancha y el que no dejó lugar a las dudas tampoco en la lotería de los penales. Matías Fernández, Vidal, Aránguiz y finalmente el golpe de gracia, con un disparo elegante, a lo Panenka, de Alexis Sánchez para el 4-1.
Messi, quien no tuvo un gran partido, el único que hizo sus labores en los penaltis. Higuaín, de nuevo vestido de villano, la mandó a las gradas, y Banegas flojo a manos de Bravo. Un equipo del rango de Argentina no puede darse esos lujos, como tampoco el de prescindir para un partido crucial como el de hoy de un guerrero con la experiencia de Carlos "El Apache" Tévez. Pero así lo entendió que debía ser el hombre de las riendas, Gerardo Martino.
Perú, sorpresa con sus tercer lugar conseguido la víspera al superar a Paraguay 2-0 en Concepción y precisamente un incaico, Paolo Guerrero, compartiendo el Balón de Oro con el chileno Eduardo Vargas, ambos con cuatro goles.
Y así se nos fue la Copa América. Ya historia e histórica para un país que reitero, aún festeja en toda su geografía, mientras el recinto que albergó la final comienza a recuperar su mutismo, aunque nadie lo dude, en la triste y siempre recordada historia del Estadio Nacional este 4 de julio será como otro remanso, otro oasis de júbilo en el intento por mitigar la horrenda historia que guardan las paredes del también conocido como Coloso de Ñuñoa.
Curiosamente el minuto de silencio que se guardó antes del partido en honor al piloto chileno Carlo de Gavardo -fallecido por la mañana a los 45 años por una parada cardiorrespiratoria- y que bien pudo asumirse como 60 fugaces segundos de recuerdo a las víctimas del pinochetismo, a esta hora siguen transformados en una algarabía insólita que hace predecir que esta fiesta será larga en Chile, motivo ahora para recordar lo sucedido aquí en dos épocas con una rara mezcla de dolor y también de alegría.

Minuto 92 del partido. Gonzalo Higuaín falla pasado un centro de Messi. Era
el gol de la Copa número 15 de Argentina, pero acto seguido el colombiano
Wilmar Roldán pitaba para mandar el choque al alargue. Luego todo fue Chile.