EL DUENDE (Max Lesnik)
No hay día que una figura de relieve mundial no se aparezca en La Habana para alborotar con su presencia las calles populosas de la urbe bautizada por Alejo Carpentier como “la ciudad de las columnas”.
La lista de los prominentes personajes de la política, el clero, las artes, la música o el periodismo que han visitado en los últimos tiempos a la capital isleña sería interminable (el último fin de semana la alharaca fue con la popular cantante estadounidense de pop Katy Perry, quien visitó el sábado por la noche las instalaciones de la Fábrica de Arte Cubano, proyecto del artista X Alfonso. Le antecedieron en orden Beyonce y Rihanna. / N del E), lo que refleja una nueva realidad cubana santificada con la presencia del Papa Francisco en su reciente estadía en La Habana.
Por supuesto que tal desfile de prominencias públicas paseando por el malecón no ha sido del agrado de los más caracterizados voceros de la extrema derecha cubana de Miami, siempre dispuestos a dar la nota del alarido infecundo cuando de hablar de Cuba se trata.
La última andana de insultos se la han disparado al popular cantante español Julio Iglesias por decir que ahora él también quiere ir a cantar en La Habana, puesto que de haberlo hecho años atrás le hubieran sonado unas cuantas bombas en Miami.
¿Y es que no ha dicho verdad Julio Iglesias en cuanto a La Habana, Miami y las bombas? Díganmelo a mí que soy testigo viviente y sufriente de aquellos turbulentos tiempos en que por defender el derecho de viajar a Cuba le sonaban los terroristas de Miami un bombazo a cualquiera, ya fuera cubano de a pie o cantante de fama por muy Iglesias que fuera.
Ahora Cuba se ha puesto de moda. Hasta Julio Iglesias quiere ir a cantar a La Habana la popular tonada criolla de los convulsos años treinta del siglo pasado, que al compás de rítmico son pregonaba ¿quién tiró la bomba, quien tiró? Ahí se las dejo y los invito a cantar. (Radio Miami)
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