El presidente ecuatoriano Rafael Correa clausuró el II Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP 2015) |
La declaración final adoptada por los representantes de más de 60 partidos y movimientos políticos de 30 países menciona en particular los casos de Ecuador, Brasil, El Salvador y Venezuela, donde desde hace algunos meses se ponen en práctica estrategias dirigidas a derrocar a las autoridades elegidas en las urnas.
El documento fue particularmente enfático en defender a la Revolución Ciudadana, como se le llama al proyecto político que lidera el presidente Rafael Correa desde 2007, frente a cualquier intento desestabilizador que pretenda desde la violencia o la vía antidemocrática la toma de poder.
Al respecto, también dio un espaldarazo a los proyectos de ley presentados por el mandatario ecuatoriano para incrementar los impuestos a la herencia y la plusvalía, pues los participantes en el ELAP 2015 prometieron elevar la discusión en torno a la redistribución de la riqueza y la equidad, con el fin de impulsar una mayor justicia social.
El extenso texto aprobado anoche en la clausura del evento celebra el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estado Unidos, al tiempo que demanda el fin del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Washington a la isla, y el cierre de la base de Guantánamo, un territorio cubano ocupado por tropas estadounidenses.
También se congratula por los avances en los acuerdos de paz en Colombia, e insta a apoyar un diálogo diplomático entre Venezuela y Guyana para dirimir sus actuales diferencias territoriales.
En este contexto, los participantes en el encuentro, que incluyó a representantes de movimientos progresistas de Europa, Asia y África, saludaron los recientes esfuerzos realizados por Ecuador, como presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y Uruguay, al frente de la Unión de Naciones Suramericanas, para poner fin al conflicto fronterizo entre Caracas y Bogotá.
La izquierda continental reunida en Quito también hizo patente su apoyo a los reclamos de Argentina sobre las islas Malvinas, a la lucha de los independentistas puertorriqueños, la causa palestina y de otros pueblos en conflicto, y denunció la impunidad que rodea el caso de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos en Ayotzinapa.
El texto concluye con una petición a Naciones Unidas para que agregue a la llamada agenda 2015-2030 recién discutida por los líderes mundiales un objetivo relacionado con el libre tránsito de las personas.
Clausurado por Correa, quien llamó a la unidad de los pueblos como única vía para enfrentar la restauración conservadora en marcha en la región, los participantes ratificaron su determinación de fortalecer y consolidar el evento anual como un espacio de debate, reflexión y articulación de las izquierdas de la región y el mundo.
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