La canciller panameña, Isabel de Saint Malo, afirmó este sábado ante la Organización de Estados Americanos (OEA) que su país se verá obligado a cerrar las fronteras al paso de migrantes ilegales en ruta hacia Estados Unidos, aunque en el caso de los cubanos evitó mencionar la causa del flujo: el trato diferenciado que reciben estos frente a los de otras nacionalidades.
Según una nota emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores, la jefa de la diplomacia itsmeña intervino en el foro “Migración y Desarrollo en las Américas: Hacia la implementación de la agenda global de desarrollo”, organizado por la OEA, en Washington, D.C, Estados Unidos, auditorio ante el cual llamó a "tratar el flujo de migrantes cubanos como un tema humanitario".
Llamó a la solidaridad de la región, integrada "fundamentalmente por países de migrantes" y calificó de contradictoria la posición adoptada por algunas naciones centroamericanas al cerrar sus fronteras para el paso de los mismos, que pusieron a Panamá en una situación "en extremo difícil".
Sin mencionarlo, se refirió a los casos de Nicaragua y Costa Rica, que ante la crisis y violación de sus fronteras y territorios, decidieron bloquear el tránsito de irregulares, en una acción calificada de soberana por varias naciones.
En sus palabras en la cita del organismo continental, al cual no pertenece Cuba, Saint Malo "lamentó que el país se verá en la necesidad de tomar medidas similares para desincentivar el flujo de migrantes hacia Panamá, en tanto no exista una solución integral", precisó el texto.
Panamá, en cambio, apoyó la apertura de la ruta al señalar en el foro que la voluntad política de la OEA "podrá reducir las resistencias vinculadas a los flujos migratorios y maximizar las oportunidades que las migraciones representan, agregando que esto solamente será posible si tenemos un tratamiento integral del problema".
En el caso de los caribeños, solo Costa Rica reconoció públicamente la responsabilidad del Gobierno de Estados Unidos, que mantiene la Ley de Ajuste Cubano y su política de "pies secos, pies mojados", mediante la cual recibe a esos nacionales que lleguen a su territorio de forma irregular.
Al respecto, el mandatario costarricense, Luis Guillermo Solís, expresó que en carta enviada a su homólogo estadounidense abogó por la derogación de ambas leyes obstáculo para que se resuelva el problema migratorio.
Su par itsmeño Juan Carlos Varela dijo el pasado jueves que los migrantes cubanos que se mantienen varados en la frontera con Costa Rica serán trasladados en los próximos días hacia México, en la última operación de este tipo que pretende realizar Panamá.
“A partir de que culmine la operación de traslado de los cubanos censados, los que ingresen posteriormente tendrán que tomar decisiones de a qué país quieren regresar, no podemos convertirnos en un respaldo logístico permanente a un tráfico de migrantes”, fueron las palabras de Varela.
Algo más de 3 mil cubanos se encuentran concentrados cerca de la frontera de Panamá con Costa Rica, porque las autoridades de este último país no les permiten el paso sin visado previo.
El canal local Telemetro aseguró que México y Panamá lograron un acuerdo para evacuar a esas personas, mediante un puente aéreo hasta Nuevo Laredo, ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos en el norteño estado de Tamaulipas.
Según fuentes diplomáticas consultadas por Prensa Latina, que confirmaron el convenio, desde el jueves se comenzaron a vender los boletos aéreos a un precio de 835 dólares, y el próximo lunes podrían comenzar cuatro vuelos diarios con 142 pasajeros cada uno.
En marzo último otro acuerdo de "carácter excepcional" con México permitió trasladar desde esta capital hasta Nuevo Laredo, a unos mil 300 cubanos que se encontraban en similar situación. (Resumen de agencias)
No hay comentarios:
Publicar un comentario